Título original: Schindler`s list
Año de estreno: 1993
Otras películas interesantes de ese mismo año: Parque Jurásico, Pesadilla antes de Navidad
Póster:
Crítica:
Primero de todo, me gustaría aclarar que esta película me la encontré totalmente de casualidad porque la ponían un día de vacaciones en la tele. Me planteé el verla por las buenas críticas que tenía, pero nunca esperé que me fuera a impactar tanto ni mucho menos que se convirtiera en mi película favorita, ya que, por lo general, el drama no es un género que me suela gustar. Pero esta película no es solo un drama, es una preciosidad.
Ya al principio de la película nos enteramos de una característica llamativa de la misma y es que toda ella está rodada en blanco y negro (habiendo sido estrenada en 1993) excepto un par de excepciones puntuales que trataremos más adelante. Esto , que al principio hace que la película se te haga un poco cuesta arriba, al final es una excusa perfecta para introducir escenas enormemente artísticas y para darle a la película un toque característico y novedoso que se agradece.
La película, brevemente, trata de como Oscar Schindler (interpretado por Liam Neeson), un exitoso empresario alemán trata de salvar a un grupo de judíos de la mala vida que se veían obligados a vivir en el gueto judío de la ciudad polaca de Cracovia haciendo que trabajen en sus fábricas, entre ellos su contable, Itzhak Stern (interpretado por Ben Kingsley).
Pero Oscar no decide ayudarlos desde el principio, sino que se convence de ello cuando presencia la que es a mi gusto una de las mejores escenas de la película, que tiene lugar cuando los soldados nazis irrumpen en el gueto para llevarse a los judíos prisioneros. A pesar de ser una escena larga, tiene un ritmo muy rápido y te cuenta el ataque con tanta crudez que sencillamente te toca el alma. Y, encima, cuando ya creías que lo habías visto todo, aparece la famosa "niña del vestido rojo". Esta es una de las dos excepciones del rodaje en blanco y negro en la que una niña aparece corriendo intentando salvarse de la inminente masacre corriendo a través de una calle ancha. Lo importante de esto es que la niña lleva un vestido de color rojo sangre, que simboliza la poca humanidad y esperanza que queda en situaciones como estas. La combinación de la crueldad del ataque con el simbolismo del vestido consigue romperte por dentro.
Hablando de Oscar, Steven Spielberg consigue que Liam Neeson haga el papel de su vida, robándose la película lo cual, considerando el bodrio de películas que está protagonizando Liam Neeson a día de hoy, es un completo y absoluto milagro.
Todo parece estar solucionado cuando empiezan a trabajar los judíos en las empresas de Oscar, pero como a la mitad de la película, los judíos se ven obligados a ir a una especie de campo de concentración liderado por Amon GÖth ( inerpretado por Ralph Fiennes), un señor carente de sentimientos o alguna empatía, que en otra escena desgarradora, se dedica a matar a gente aleatoria desde el balcón de su casa con una escopeta. Poco después y sin darnos tiempo a recuperarnos del todo, nos encontramos con otra escena desesperanzadora en la que vemos que, mientras se están llevando a los niños judíos en un carro a saber a dónde o para qué, uno de los niños consigue escaparse e intenta sin éxito buscar refugio ya que, incluso en guaridas donde había espacio de sobra, lo echan sin atender a razones.
Afortunadamente, Oscar consigue sacar a los judíos de este infierno, llevándonos a una escena donde reune a todos en su fábrica y, a través de uno de los discursos más emotivos de la historia del cine, les comenta que el régimen nazi se ha acabado, que probablemente lo arresten y que siente no haber podido salvar a más personas. La escena donde se va en el coche sin poder contener las lágrimas entre todos los judíos es también una escena muy emocionante.
Aquí llegamos a la escena final que es la segunda excepción que comenté ya que esta es la única escena de la película grabada enteramente en color. En esta escena vemos, básicamente, como todos los judíos van a la tumba de Oscar Schindler unos cuantos años después de la anterior escena, a honrar su tumba dejando un grupo de piedras encima suya. El cómo después de todo lo que hemos visto nos consigue emocionar una escena en la que unas personas dejan sencillamente piedras encima de una tumba es todavía un misterio. Quizá sea porque, después de todo lo que hemos visto, necesitábamos desesperadamente un momento feliz y ceremonial, quizá por la emoción de ver a estos personajes que hemos visto sufrir como condenados llegar sanos y salvos a la tercera edad...
En fin, eso fue todo, pero, antes de acabar la reseña, me gustaría resaltar también la gran labor ejercida al creador de la genial banda sonora de la película, el siempre eficaz John Williams.
Lo peor de la película: A veces, y también debido a su duración de más de 3 horas, se puede hacer un poco lenta.
Lo mejor: La labor de actuación, la ambientación, la banda sonora, los fantásticos personajes, las escenas desgarradoras, la crudeza, el simbolismo... TODO
Nota: 10/10
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