El show de Truman
Título original: The Truman Show
Año de estreno: 1998
Otras películas interesantes estrenadas ese año: El príncipe de Egipto, El milagro de P. Tinto, Los amantes del Círculo Polar
Póster:
Crítica:
Otro peliculón que descubro gracias a una noche de verano viendo la televisión. Esta película, en concreto, me la recomendó mi padre y vaya si mi padre tiene buen gusto cinematográfico.
Durante los créditos iniciales, me fijé sobre todo en tres nombres de sobra conocidos en el mundo del cine. Por un lado tenemos al director: Peter Weir (director de películas como "El club de los poetas muertos" y "El último testigo"). Luego tenemos al guionista: Andrew Niccol (director y guionista de películas como "Gattaca", "In time" o "El señor de la guerra"). Y por último tenemos al actor protagonista: Jim Carrey (protagonista de, sobre todo, comedias cutres aunque con alguna excepción como "Olvídate de mí").
La película comienza enseñándonos a su personaje principal, Truman Burbank y su mundana y común rutina (ir a trabajar, comprar una revista a su mujer...). Pero, un día, Truman empieza a notar algo raro en el trabajo cuando no le dejan entrar a una sala en la que había visto algo sospechoso y le acaban echando. Las cosas empiezan a tornarse incluso más raras para él cuando ve y persigue sin éxito a un hombre que parecía su padre que, aparentemente, había muerto cuando él era pequeño ahogado en el mar. La gota que colma el vaso sucede cuando una amiga suya de sus tiempos universitarios le advierte de que su vida no es real y que es una trampa perfectamente planeada para ser creíble.
Es en este momento cuando Truman decide que quiere cambiar las cosas e irse a otra parte en la que pueda estar a gusto. Durante los minutos siguientes, el espectador, desde el punto de vista de Truman, presencia lo terroríficamente preparada y manipulada que está la vida del personaje interpretado sorprendentemente bien por Jim Carrey. Magistrales escenas como cuando intenta ir a Nueva Orleans y, por el camino, le bloquean coches, atraviesa un incendio y lo capturan en una central nuclear u otra en la que intenta ir a las islas Fiji en avión y se encuentra en la agencia de viajes con carteles diciendo que se va a estrellar y que no valía la pena viajar en avión o en la que se monta en un autobús y sospechosamente se avería incluso antes de arrancar (porque el conductor lo averió para que Truman no se pudiera ir) sirven para que nos enteremos de que todas las personas que han pasado a lo largo de su vida son actores, que todo el mundo que conoce es un plató de televisión y que toda su vida se graba para emitirla en directo (una crítica genial a realities como "Gran Hermano")
Es aquí cuando conocemos al villano de la historia, Christof (interpretado por Ed Harris), que es básicamente el director del programa de televisión "El show de Truman". Este es uno de los mejores villanos que he visto en el cine, no solo porque sea calculador, frío, egoísta... sino además por su credibilidad. Este es un villano muy creíble, que realmente podría llegar a existir en un futuro cercano sino ahora mismo. Esto es lo más aterrador de Christof, el hecho de que podría llegar a ser cualquiera en nuestro mundo.
Esto nos lleva a la parte final de la película, donde Truman consigue engañar a Christof haciéndole creer que está dormiendo cuando en realidad lo que está en la cama es un muñeco. Cuando se da cuenta de lo que estaba pasando, Christof manda a los actores del programa en busca suya. Finalmente, encuentra a Truman en un barco preparado para navegar hacia las islas Fiji, lugar a donde siempre había querido ir, y, para que Truman no llegase a los límites del plató y tuviera que parar la emisión del programa, que le estaba generando unas ganancias millonarias, cambia el tiempo meteorológico a una tormenta fortísima, que hace que Truman casi muera en una escena de infarto. La escena final, en la que Truman consigue llegar a los límites del plató y en la que vemos también el punto de vista de los espectadores tiene un poder emocional inmenso que va creciendo hasta que llega al clímax cuando Truman abre la puerta del plató y se va, causando la alegría general de los espectadores y logrando que un frustrado Christof acabe la emisión del programa 10910 días después.
También es importante mencionar la emotiva y genial banda sonora dirigida por Burkhard Dallwitz
Lo peor de la película: Algunas partes de la mitad de la película se hacen un poco lentas
Lo mejor: La originalidad con la que trata un tema filosófico tan importante como el de la caverna de Platón o el genio maligno de Descartes, las actuaciones de Jim Carrey y Ed Harris, el guión, como la mentira se va desenvolviendo poco a poco a lo largo de la película, lo terroríficamente real que resulta, la banda sonora, la escena final, los personajes de Truman y Christof, las escenas con los espectadores del programa...
Nota: 10/10
Título original: The Truman Show
Año de estreno: 1998
Otras películas interesantes estrenadas ese año: El príncipe de Egipto, El milagro de P. Tinto, Los amantes del Círculo Polar
Póster:
Crítica:
Otro peliculón que descubro gracias a una noche de verano viendo la televisión. Esta película, en concreto, me la recomendó mi padre y vaya si mi padre tiene buen gusto cinematográfico.
Durante los créditos iniciales, me fijé sobre todo en tres nombres de sobra conocidos en el mundo del cine. Por un lado tenemos al director: Peter Weir (director de películas como "El club de los poetas muertos" y "El último testigo"). Luego tenemos al guionista: Andrew Niccol (director y guionista de películas como "Gattaca", "In time" o "El señor de la guerra"). Y por último tenemos al actor protagonista: Jim Carrey (protagonista de, sobre todo, comedias cutres aunque con alguna excepción como "Olvídate de mí").
La película comienza enseñándonos a su personaje principal, Truman Burbank y su mundana y común rutina (ir a trabajar, comprar una revista a su mujer...). Pero, un día, Truman empieza a notar algo raro en el trabajo cuando no le dejan entrar a una sala en la que había visto algo sospechoso y le acaban echando. Las cosas empiezan a tornarse incluso más raras para él cuando ve y persigue sin éxito a un hombre que parecía su padre que, aparentemente, había muerto cuando él era pequeño ahogado en el mar. La gota que colma el vaso sucede cuando una amiga suya de sus tiempos universitarios le advierte de que su vida no es real y que es una trampa perfectamente planeada para ser creíble.
Es en este momento cuando Truman decide que quiere cambiar las cosas e irse a otra parte en la que pueda estar a gusto. Durante los minutos siguientes, el espectador, desde el punto de vista de Truman, presencia lo terroríficamente preparada y manipulada que está la vida del personaje interpretado sorprendentemente bien por Jim Carrey. Magistrales escenas como cuando intenta ir a Nueva Orleans y, por el camino, le bloquean coches, atraviesa un incendio y lo capturan en una central nuclear u otra en la que intenta ir a las islas Fiji en avión y se encuentra en la agencia de viajes con carteles diciendo que se va a estrellar y que no valía la pena viajar en avión o en la que se monta en un autobús y sospechosamente se avería incluso antes de arrancar (porque el conductor lo averió para que Truman no se pudiera ir) sirven para que nos enteremos de que todas las personas que han pasado a lo largo de su vida son actores, que todo el mundo que conoce es un plató de televisión y que toda su vida se graba para emitirla en directo (una crítica genial a realities como "Gran Hermano")
Es aquí cuando conocemos al villano de la historia, Christof (interpretado por Ed Harris), que es básicamente el director del programa de televisión "El show de Truman". Este es uno de los mejores villanos que he visto en el cine, no solo porque sea calculador, frío, egoísta... sino además por su credibilidad. Este es un villano muy creíble, que realmente podría llegar a existir en un futuro cercano sino ahora mismo. Esto es lo más aterrador de Christof, el hecho de que podría llegar a ser cualquiera en nuestro mundo.
Esto nos lleva a la parte final de la película, donde Truman consigue engañar a Christof haciéndole creer que está dormiendo cuando en realidad lo que está en la cama es un muñeco. Cuando se da cuenta de lo que estaba pasando, Christof manda a los actores del programa en busca suya. Finalmente, encuentra a Truman en un barco preparado para navegar hacia las islas Fiji, lugar a donde siempre había querido ir, y, para que Truman no llegase a los límites del plató y tuviera que parar la emisión del programa, que le estaba generando unas ganancias millonarias, cambia el tiempo meteorológico a una tormenta fortísima, que hace que Truman casi muera en una escena de infarto. La escena final, en la que Truman consigue llegar a los límites del plató y en la que vemos también el punto de vista de los espectadores tiene un poder emocional inmenso que va creciendo hasta que llega al clímax cuando Truman abre la puerta del plató y se va, causando la alegría general de los espectadores y logrando que un frustrado Christof acabe la emisión del programa 10910 días después.
También es importante mencionar la emotiva y genial banda sonora dirigida por Burkhard Dallwitz
Lo peor de la película: Algunas partes de la mitad de la película se hacen un poco lentas
Lo mejor: La originalidad con la que trata un tema filosófico tan importante como el de la caverna de Platón o el genio maligno de Descartes, las actuaciones de Jim Carrey y Ed Harris, el guión, como la mentira se va desenvolviendo poco a poco a lo largo de la película, lo terroríficamente real que resulta, la banda sonora, la escena final, los personajes de Truman y Christof, las escenas con los espectadores del programa...
Nota: 10/10
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