Stranger Things (Temporada 1):
Año de emisión: 2016
Creadores: Hermanos Duffer
Lugar de emisión original: Netflix
Póster:
Lo primero de todo, ¡Feliz Halloween!. El día de Difuntos/Todos los Santos ha llegado y, para conmemorarlo, voy a publicar a lo largo de esta semana particularmente terrorífica tres artículos recomendando tres productos audiovisuales perfectos para disfrutar en estas fiestas con una manta.
Aprovecho para decir que la segunda temporada de esta pedazo de serie que voy a analizar está disponible desde hace escasos 4 días en Netflix o vuestras páginas piratas favoritas.
Sin explayarme más, vamos a ello,
Crítica:
Corría el verano del año pasado cuando, de repente, sucedió algo que paralizó a medio mundo. Esta obra de arte vio la luz sin demasiado bombo en Netflix. Un mes después, si no habías visto todavía la serie, definitivamente la ibas a recordar, porque todo dios estaba hablando maravillas de ella. Después de tanta insistencia, tuve que verla unos cinco meses después. La única pregunta que me quedó despues de verla es : ¿Por qué no descubrí esta joya antes?
La serie empieza fuerte con un episodio piloto que te dejaba con ganas de más en el que se veía que la trama de la serie iba a girar alrededor de la desaparación de un chaval de 13 años llamado Will Byers en un pequeño pueblo llamado Hawkins en el año 83 y de cómo sus mejores amigos (Mike, Lucas y Dustin) y el sheriff de la localidad (sheriff Hopper) lo intentan encontrar. Era un episodio piloto en el que se podían ver algunos de los puntos fuertes de la serie: las referencias a la cultura popular (como los niños jugando al Dragones y Mazmorras al principio), la estética (que nos recuerda a películas míticas ochenteras como E.T., Los Goonies o Pesadilla en Elm Street, por mencionar algunas), los personajes (muy realistas y entrañables)...
A medida que va avanzando la serie, van pasando acontecimientos relevantes para el argumento. Por ejemplo, se nos introduce el personaje de Once (o Eleven), una niña con poderes psíquicos que se ha escapado de un laboratorio en el que la estaban usando como sujeto de pruebas. Por otro lado, la madre de Will está convencida de que su hijo se intenta comunicar mentalmente con ella y crea un sistema alfabético que funciona gracias a bombillas con el que, efectivamente se puede comunicar con Will, que construye pequeñas frases. Pero sobre todo, lo fuerte comienza cuando nos enteramos de que un monstruo llamado el Demogorgon (denominado así por el monstruo de DyM) está aterrorizando al pueblo y secuestrando a más gente como una amiga de la hermana de Will.
Y es que son las apariciones de este monstruo las que hacen de la serie aún mejor. Los hermanos Duffer tratan el horror de una manera magnífica y muy inteligente para crear una tensión insana que nos tendrá tensionados un buen rato antes de que llegue el verdadero susto. Los sustos se manejan muy bien: no hay muchos pero los que hay son muy efectivos y originales (mención especial para cuando sale de la pared o cuando mueve el ciervo en el bosque; este último fue uno de los peores sustos que me he llevado en mucho tiempo).
Pero, tranquilos, no todo es terror. La serie deja cancha para que los personajes brillen con luz propia. La madre de Will es un personaje genial, que bajo sus aparentes locuras (todo el mundo en la serie cree que está loca de remate) oculta una personalidad fortísima, alcanzada por una fenomenal actuación de Winona Ryder. Pero centrémonos, por otro lado, en los protagonistas. El grupo de Mike, Dustin y Lucas se separará un poco con la llegada de Eleven, que al principio va a dejar todo patas arriba. Precisamente, la química entre estos cuatro personajes constituye una de las mejores partes de la serie, sus idas y venidas emocionales nos permiten ver que son un grupo de amigos totalmente corriente (esto permite que nos identificamos muy rápidamente con ellos y les apoyemos involutariamente). A pesar de que los tres niños lo hacen muy bien, la palma se la lleva Eleven, que es un personaje con un poderío emocional y una fuerza de voluntad impropios de una niña de su edad. Todos los agobiantes y muy bien grabados flashbacks de su pasado nos ayudan a entender el comportamiento de este personaje al ver por todo lo que tuvo que pasar la pobre muchacha. Verla usando sus poderes es muy emociante y entretenido. Por otro lado, al casi no hablar este personaje suponía un reto muy complicado para la actriz que la fuera a interpretar, ya que tendría que gesticular con la cara y no hacerse entender con las palabras. Y llegó Milley Bobby Brown y superó el reto con creces, convirtiéndose en una joven promesa del mundo de la actuación y robando toda la atención del público nada más aparece en escena. Por último, mencionar la evolución del Sheriff Hopper y personajes secundarios interesantes como Jonathan, el hermano de Will.
Como ya mencioné antes, es una serie genialmente grabada con algunas escenas y escenarios que son puras obras de arte. Aquí hay que mencionar el mundo en el que vive el Demogorgon, denominado el Upside Down (ME NIEGO A LLAMARLO DEL REVÉS. TRADUCTORES, POR FAVOR...). Ese es un mundo sombrío, desesperanzador y gótico y malrrollista hasta decir basta. El Upside Down es un escenario perfecto para el horror, la aprensión y la tensión. El último capítulo, el mejor de todos, contiene algunos momentos sensacionales. Por ejemplo, la escena en la que "mueren" Eleven y el Demogorgon (pongo mueren entre comillas porque parece que Eleven va a volver a aparecer en la segunda temporada, por lo tanto, no está muerta, está de parranda) con las luces parpadeando es una joya de la cinematografía. Ver al todopoderoso Demogorgon realmente asustado es un momento mágico y cómo Eleven se va acercando lenta y ceremoniosamente hacia él es un momento en el que tienes los nervios y la emoción a flor de piel y del que, todavía hoy, medio año después, me acuerdo perfectamente. Por otro lado,el giro final de que Will puede no haberse librado del Upside Down, te deja con un hype increíble esperando la segunda temporada, que ya se estrena, y que espero que sea igual de buena que la primera.
Pero no todo es idílico en Stranger Things y es que en algunos capítulos (de relleno) no se avanza mucho en la trama y se centra demasiado en los personajes haciendo ese tipo de capítulos un poco lentos y tediosos.
Resumiendo, Stranger Things es una serie perfecta para hacer maratón en estas fechas. Te vas a tensar, te vas a asustar, te vas a emocionar, te vas a enganchar, te vas a maravillar, te vas a encariñar con los personajes, te vas a hypear por las referencias frikis... Vais a vivir todos esos sentimientos a partes iguales y, muy de vez en cuando, puede que tengáis que soportar un poco de relleno, pero, tranquilos, el relleno es perfectamente soportable.
Nota: 10/10
Peores capítulos: 2 y 4 (los de relleno)
Mejores capítulos: Piloto, 3, 5, 7 y, sobre todo, el octavo y último
Año de emisión: 2016
Creadores: Hermanos Duffer
Lugar de emisión original: Netflix
Póster:
Lo primero de todo, ¡Feliz Halloween!. El día de Difuntos/Todos los Santos ha llegado y, para conmemorarlo, voy a publicar a lo largo de esta semana particularmente terrorífica tres artículos recomendando tres productos audiovisuales perfectos para disfrutar en estas fiestas con una manta.
Aprovecho para decir que la segunda temporada de esta pedazo de serie que voy a analizar está disponible desde hace escasos 4 días en Netflix o vuestras páginas piratas favoritas.
Sin explayarme más, vamos a ello,
Crítica:
Corría el verano del año pasado cuando, de repente, sucedió algo que paralizó a medio mundo. Esta obra de arte vio la luz sin demasiado bombo en Netflix. Un mes después, si no habías visto todavía la serie, definitivamente la ibas a recordar, porque todo dios estaba hablando maravillas de ella. Después de tanta insistencia, tuve que verla unos cinco meses después. La única pregunta que me quedó despues de verla es : ¿Por qué no descubrí esta joya antes?
La serie empieza fuerte con un episodio piloto que te dejaba con ganas de más en el que se veía que la trama de la serie iba a girar alrededor de la desaparación de un chaval de 13 años llamado Will Byers en un pequeño pueblo llamado Hawkins en el año 83 y de cómo sus mejores amigos (Mike, Lucas y Dustin) y el sheriff de la localidad (sheriff Hopper) lo intentan encontrar. Era un episodio piloto en el que se podían ver algunos de los puntos fuertes de la serie: las referencias a la cultura popular (como los niños jugando al Dragones y Mazmorras al principio), la estética (que nos recuerda a películas míticas ochenteras como E.T., Los Goonies o Pesadilla en Elm Street, por mencionar algunas), los personajes (muy realistas y entrañables)...
A medida que va avanzando la serie, van pasando acontecimientos relevantes para el argumento. Por ejemplo, se nos introduce el personaje de Once (o Eleven), una niña con poderes psíquicos que se ha escapado de un laboratorio en el que la estaban usando como sujeto de pruebas. Por otro lado, la madre de Will está convencida de que su hijo se intenta comunicar mentalmente con ella y crea un sistema alfabético que funciona gracias a bombillas con el que, efectivamente se puede comunicar con Will, que construye pequeñas frases. Pero sobre todo, lo fuerte comienza cuando nos enteramos de que un monstruo llamado el Demogorgon (denominado así por el monstruo de DyM) está aterrorizando al pueblo y secuestrando a más gente como una amiga de la hermana de Will.
Y es que son las apariciones de este monstruo las que hacen de la serie aún mejor. Los hermanos Duffer tratan el horror de una manera magnífica y muy inteligente para crear una tensión insana que nos tendrá tensionados un buen rato antes de que llegue el verdadero susto. Los sustos se manejan muy bien: no hay muchos pero los que hay son muy efectivos y originales (mención especial para cuando sale de la pared o cuando mueve el ciervo en el bosque; este último fue uno de los peores sustos que me he llevado en mucho tiempo).
Pero, tranquilos, no todo es terror. La serie deja cancha para que los personajes brillen con luz propia. La madre de Will es un personaje genial, que bajo sus aparentes locuras (todo el mundo en la serie cree que está loca de remate) oculta una personalidad fortísima, alcanzada por una fenomenal actuación de Winona Ryder. Pero centrémonos, por otro lado, en los protagonistas. El grupo de Mike, Dustin y Lucas se separará un poco con la llegada de Eleven, que al principio va a dejar todo patas arriba. Precisamente, la química entre estos cuatro personajes constituye una de las mejores partes de la serie, sus idas y venidas emocionales nos permiten ver que son un grupo de amigos totalmente corriente (esto permite que nos identificamos muy rápidamente con ellos y les apoyemos involutariamente). A pesar de que los tres niños lo hacen muy bien, la palma se la lleva Eleven, que es un personaje con un poderío emocional y una fuerza de voluntad impropios de una niña de su edad. Todos los agobiantes y muy bien grabados flashbacks de su pasado nos ayudan a entender el comportamiento de este personaje al ver por todo lo que tuvo que pasar la pobre muchacha. Verla usando sus poderes es muy emociante y entretenido. Por otro lado, al casi no hablar este personaje suponía un reto muy complicado para la actriz que la fuera a interpretar, ya que tendría que gesticular con la cara y no hacerse entender con las palabras. Y llegó Milley Bobby Brown y superó el reto con creces, convirtiéndose en una joven promesa del mundo de la actuación y robando toda la atención del público nada más aparece en escena. Por último, mencionar la evolución del Sheriff Hopper y personajes secundarios interesantes como Jonathan, el hermano de Will.
Como ya mencioné antes, es una serie genialmente grabada con algunas escenas y escenarios que son puras obras de arte. Aquí hay que mencionar el mundo en el que vive el Demogorgon, denominado el Upside Down (ME NIEGO A LLAMARLO DEL REVÉS. TRADUCTORES, POR FAVOR...). Ese es un mundo sombrío, desesperanzador y gótico y malrrollista hasta decir basta. El Upside Down es un escenario perfecto para el horror, la aprensión y la tensión. El último capítulo, el mejor de todos, contiene algunos momentos sensacionales. Por ejemplo, la escena en la que "mueren" Eleven y el Demogorgon (pongo mueren entre comillas porque parece que Eleven va a volver a aparecer en la segunda temporada, por lo tanto, no está muerta, está de parranda) con las luces parpadeando es una joya de la cinematografía. Ver al todopoderoso Demogorgon realmente asustado es un momento mágico y cómo Eleven se va acercando lenta y ceremoniosamente hacia él es un momento en el que tienes los nervios y la emoción a flor de piel y del que, todavía hoy, medio año después, me acuerdo perfectamente. Por otro lado,el giro final de que Will puede no haberse librado del Upside Down, te deja con un hype increíble esperando la segunda temporada, que ya se estrena, y que espero que sea igual de buena que la primera.
Pero no todo es idílico en Stranger Things y es que en algunos capítulos (de relleno) no se avanza mucho en la trama y se centra demasiado en los personajes haciendo ese tipo de capítulos un poco lentos y tediosos.
Resumiendo, Stranger Things es una serie perfecta para hacer maratón en estas fechas. Te vas a tensar, te vas a asustar, te vas a emocionar, te vas a enganchar, te vas a maravillar, te vas a encariñar con los personajes, te vas a hypear por las referencias frikis... Vais a vivir todos esos sentimientos a partes iguales y, muy de vez en cuando, puede que tengáis que soportar un poco de relleno, pero, tranquilos, el relleno es perfectamente soportable.
Nota: 10/10
Peores capítulos: 2 y 4 (los de relleno)
Mejores capítulos: Piloto, 3, 5, 7 y, sobre todo, el octavo y último
Comentarios
Publicar un comentario