El ministerio del Tiempo (Temporada 1):
Año de emisión: 2015
Creadores: Javier Olivares y Pablo Olivares (D.E.P.)
Lugar de emisión original: RTVE
Póster:
Crítica:
Era una tarde de un lunes especialmente rutinario de febrero ya hace dos años (porque sí, empecé a ver esta maravillosa serie en su segunda temporada, luego ya me puse al día con la primera) y vi anunciado en la tele "El Ministerio del Tiempo" y, ante la situación de no tener nada que hacer, le di una oportunidad a esta serie sin conocerla de absolutamente nada y sólo guiado por lo bien que sonaba el nombre. La serie me gustó relativamente (lo suficiente para engancharme) y fue cuando ya fui viendo unos cuantos capítulos cuando me convencí a mí mismo que lo que había descubierto por mera casualidad era una auténtica joya. Durante los siguientes artículos voy a intentar analizar todo este inmenso universo ministérico creado por dos hermanos (Javier y Pablo Olivares) un feliz día de hace más de diez años. Aprovecho para decir que dedico todos los artículos que suba referentes a este "estudio" a la memoria de Pablo Olivares, un genio que se nos fue muy pronto.
La serie empieza y vemos cómo un condenado a muerte en el siglo XVI llamado Alonso de Entrerríos es rescatado por un monje misterioso que le ofrece un acuerdo de trabajo y salvarle la vida a cambio de que nadie se entere de que sigue vivo. Por otro lado, conocemos a Amelia Folch, una de las primeras mujeres universitarias oriunda de Barcelona a finales del siglo XIX, que también es convencida por una misteriosa mujer para que deje atrás su vida universitaria y vaya a trabajar con ella. Por último, nos ponemos en la piel de Julián Mártinez, un enfermero del SAMUR algo trastocado por la muerte de su mujer años atrás es tachado como loco cuando cree ver en un edificio en llamas a un soldado de la época de Napoleón. Pues bien, estos son nuestros tres protagonistas (de momento) y resulta que los tres han sido contratados (o, en algún caso, forzados) por un Ministerio secreto y extraoficial, denominado como el Ministerio del Tiempo. Resulta que este es un cuerpo que lleva operando en la clandestinidad desde que lo fundó Isabel la Católica a finales del siglo XV gracias al Libro de las Puertas, un libro que recoge el funcionamiento de unas puertas repartidas por todo el panorama español que permiten viajar atrás en el tiempo y a través del espacio. La principal función de este Ministerio es hacer que la historia de España no cambie, sean cuales sean las consecuencias y cuando llegan Julián, Amelia y Alonso está dirigido por el subsecretario Salvador Martí, el jefe de operaciones Ernesto de Torquemada (esto va a llevar a una revelación importantísima al final de la temporada) y la jefa de logística, Irene Larra y habitado por algunos otros personajes secundarios como la secreataria Angustias, el jefe del ejército Spínola (el general al que le entregan la llave en "La rendición de Breda" y el mismo Velázquez, que se encarga de hacer los retratos robot.
Este es el punto de partida de la serie. La serie sigue, por cierto, la estructura de una procedimental (al tener lugar cada capítulo en un lugar y una época diferentes) y tiene varias tramas centrales que ocupan toda la temporada y algunos personajes que aparecen de vez en cuando (como Lola Mendieta por ejemplo) para complicar la misión que tengan que cumplir nuestros protagonistas. El hecho de que los capítulos se ambienten en épocas tan dispares (en esta temporada van desde el siglo XV a los años 80) le añade bastante variedad a la serie y hace que nos preguntemos en qué época van a ambientar el siguiente capítulo y que, por tanto, tengamos que estar toda la semana con el hype. Como casi todas las series históricas españolas (la verdad es que han llegado a tener una calidad altísima estos últimos años), está muy bien ambientada. La intro es fantástica y la banda sonora de la serie es muy interesante. Por otro lado, el estar protagonizada por personajes de distintas épocas hace que el ver cómo se adaptan a un siglo y un mundo totalmente nuevo y cómo sus opiniones confrontan la mayoría de las veces se hace muy entretenido e interesante y hace que los personajes ganen una química fantástica, aparte de bastante credibilidad. El ver cómo funciona el Ministerio desde dentro y todos los problemas a los que se tiene que enfrentar no deja de ser muy curioso.
Hablemos ahora del guión. Tenemos un guión con unos diálogos muy bien pensados, un humor muy bien escogido y muy efectivo y que incluye, incluso, referencias a la cultura popular que le van como anillo al dedo. Tampoco hay que olvidarse de la parte trágica de la serie, que, gracias al maravilloso trabajo actoral y a lo bien que está escrito, llega a emocionar muy fuertemente al espectador (sobre todo la obsesión y el trauma que sufre Julián al ver morir a la mujer de su vida delante suyo sin poder hacer nada). Respecto a las misiones en sí mismas son bastante originales y para nada aburridas, se resuelven con mucho ingenio y desparpajo y, aparte de ser muy divertidas y presentarnos a unos personajes maravillosos (destacar a un muy bien hecho Lope de Vega; a una Isabel I que, siendo interpretada por la misma actriz que en (también de los Olivares) "Isabel", sigue siendo una diva máxima; un cameo de Hitler que para nadie pasó inadvertido y un inolvidable Lorca), tienen una función didáctica muy efectiva, haciendo que los hechos reales que se comentan en la serie se queden en la mente del espectador por mucho tiempo. El ritmo es bastante adecuado: no te permite que te aburras, pero no te eclipsa con un ritmo trepidante que te puede desorientar.
Pasemos a hablar de los personajes recurrentes. Tenemos, por un lado, al terceto protagonista: Alonso es un personaje que se ve obligado a adaptarse a un nuevo ambiente y que, por ende, cambia su punto de vista y se va enterando que todos los valores que aprendió en su tiempo a lo mejor se basaban en burdos estereotipos. Es el pez fuera del agua perfecto, con una evolución lenta pero notable. Tiene momentazos como el de la moto en el capítulo de Torquemada por ejemplo. Por otro lado, tenemos a Amelia, un personaje audaz e inteligente que, lejos de resultar irritante, compone un personaje preocupado, con matices (las escenas de la tumba son fantásticas), con mucha templanza y carácter, que, gracias a ser cambiada de época y asignada como líder, sigue un proceso de liberación altamente gratificante (no sólo para ella, sino también para el espectador). Luego, tenemos a Julián, un personaje que, dejando de lado todo su envés trágico (que como dije antes es descoranozador) es el compañero perfecto, gracioso, creíble, entrañable y que, sin embargo, le cuesta mucho seguir las órdenes que se le asignan y tiene, por tanto, ese toque de rebeldía que caracteriza, realmente, al trío protagonista (sencillamente digamos que las órdenes no se cumplen siempre). Por otro lado, tenemos a unos personajes secundarios muy interesantes: Irene (como una diva lésbica totalmente creíble y maravillosa y que tiene también sus grandes momentos), Ernesto (un personaje misterioso, con muchos secretos y que va a dar mucho jugo), Salvador (un líder que evoluciona ligeramente hasta que ve que, a veces y sólo a veces, hacer lo correcto no implica seguir las reglas), Angustias (un personajes encantador y también bastante entrañable), Velázquez (que es sencillamente hilarante), Lola Mendieta (como un antihéroe fantástico del que siempre nos quedamos con ganas de saber más), Leiva (un villano creíble e imponente con una historia detrás que emociona; su final es fantástico)...
Respecto a los episodios, los que me parecieron mejores fueron el 4º (un estilo muy chulo de "El día de la marmota" con la Inquisición de por medio, la diva de Isabel, un Juan Gea [el actor que hace de Ernesto y, por ende, de su hijo] enorme y una última escena maravillosa), el 7º (un episodio muy intenso, con algunos momentos de serio peligro para los protagonistas, con un villano memorable y una Cayetana Guillén Cuervo [de verdad, qué bien lo hace esta mujer] inmensa y con un final magnífico) y el 8º (un episodio con muchos giros que no te esperas, con muchos momentos de humor muy acertado, con un Lorca inolvidable y un final todavía mejor que el capítulo anterior si cabe en el que Julián aprende, de manera forzosa, que a veces es mejor no remover las arenas del pasado). Quizás el que me gustó menos fue el 6º, con el Lazarillo, pero tampoco está mal; no parece que sobra.
Resumiendo, la primera temporada de EMDT es una temporada redonda con unas ideas maravillosas, una ambientación fantástica, un apartado técnico bastante bueno, una banda sonora muy interesante, con unos personajes inolvidables y maravillosos, un trabajo actoral más que sobresaliente y un guión perfecto que tiene cabida para momentos de humor hilarantes como para momentos trágicos desgarradores. A pesar de que la calidad de los episodios es intermitente, no parece que sobre ninguno. Una joya que todo el mundo debería contemplar y apreciar.
Nota: 10/10
Año de emisión: 2015
Creadores: Javier Olivares y Pablo Olivares (D.E.P.)
Lugar de emisión original: RTVE
Póster:
Crítica:
Era una tarde de un lunes especialmente rutinario de febrero ya hace dos años (porque sí, empecé a ver esta maravillosa serie en su segunda temporada, luego ya me puse al día con la primera) y vi anunciado en la tele "El Ministerio del Tiempo" y, ante la situación de no tener nada que hacer, le di una oportunidad a esta serie sin conocerla de absolutamente nada y sólo guiado por lo bien que sonaba el nombre. La serie me gustó relativamente (lo suficiente para engancharme) y fue cuando ya fui viendo unos cuantos capítulos cuando me convencí a mí mismo que lo que había descubierto por mera casualidad era una auténtica joya. Durante los siguientes artículos voy a intentar analizar todo este inmenso universo ministérico creado por dos hermanos (Javier y Pablo Olivares) un feliz día de hace más de diez años. Aprovecho para decir que dedico todos los artículos que suba referentes a este "estudio" a la memoria de Pablo Olivares, un genio que se nos fue muy pronto.
La serie empieza y vemos cómo un condenado a muerte en el siglo XVI llamado Alonso de Entrerríos es rescatado por un monje misterioso que le ofrece un acuerdo de trabajo y salvarle la vida a cambio de que nadie se entere de que sigue vivo. Por otro lado, conocemos a Amelia Folch, una de las primeras mujeres universitarias oriunda de Barcelona a finales del siglo XIX, que también es convencida por una misteriosa mujer para que deje atrás su vida universitaria y vaya a trabajar con ella. Por último, nos ponemos en la piel de Julián Mártinez, un enfermero del SAMUR algo trastocado por la muerte de su mujer años atrás es tachado como loco cuando cree ver en un edificio en llamas a un soldado de la época de Napoleón. Pues bien, estos son nuestros tres protagonistas (de momento) y resulta que los tres han sido contratados (o, en algún caso, forzados) por un Ministerio secreto y extraoficial, denominado como el Ministerio del Tiempo. Resulta que este es un cuerpo que lleva operando en la clandestinidad desde que lo fundó Isabel la Católica a finales del siglo XV gracias al Libro de las Puertas, un libro que recoge el funcionamiento de unas puertas repartidas por todo el panorama español que permiten viajar atrás en el tiempo y a través del espacio. La principal función de este Ministerio es hacer que la historia de España no cambie, sean cuales sean las consecuencias y cuando llegan Julián, Amelia y Alonso está dirigido por el subsecretario Salvador Martí, el jefe de operaciones Ernesto de Torquemada (esto va a llevar a una revelación importantísima al final de la temporada) y la jefa de logística, Irene Larra y habitado por algunos otros personajes secundarios como la secreataria Angustias, el jefe del ejército Spínola (el general al que le entregan la llave en "La rendición de Breda" y el mismo Velázquez, que se encarga de hacer los retratos robot.
Este es el punto de partida de la serie. La serie sigue, por cierto, la estructura de una procedimental (al tener lugar cada capítulo en un lugar y una época diferentes) y tiene varias tramas centrales que ocupan toda la temporada y algunos personajes que aparecen de vez en cuando (como Lola Mendieta por ejemplo) para complicar la misión que tengan que cumplir nuestros protagonistas. El hecho de que los capítulos se ambienten en épocas tan dispares (en esta temporada van desde el siglo XV a los años 80) le añade bastante variedad a la serie y hace que nos preguntemos en qué época van a ambientar el siguiente capítulo y que, por tanto, tengamos que estar toda la semana con el hype. Como casi todas las series históricas españolas (la verdad es que han llegado a tener una calidad altísima estos últimos años), está muy bien ambientada. La intro es fantástica y la banda sonora de la serie es muy interesante. Por otro lado, el estar protagonizada por personajes de distintas épocas hace que el ver cómo se adaptan a un siglo y un mundo totalmente nuevo y cómo sus opiniones confrontan la mayoría de las veces se hace muy entretenido e interesante y hace que los personajes ganen una química fantástica, aparte de bastante credibilidad. El ver cómo funciona el Ministerio desde dentro y todos los problemas a los que se tiene que enfrentar no deja de ser muy curioso.
Hablemos ahora del guión. Tenemos un guión con unos diálogos muy bien pensados, un humor muy bien escogido y muy efectivo y que incluye, incluso, referencias a la cultura popular que le van como anillo al dedo. Tampoco hay que olvidarse de la parte trágica de la serie, que, gracias al maravilloso trabajo actoral y a lo bien que está escrito, llega a emocionar muy fuertemente al espectador (sobre todo la obsesión y el trauma que sufre Julián al ver morir a la mujer de su vida delante suyo sin poder hacer nada). Respecto a las misiones en sí mismas son bastante originales y para nada aburridas, se resuelven con mucho ingenio y desparpajo y, aparte de ser muy divertidas y presentarnos a unos personajes maravillosos (destacar a un muy bien hecho Lope de Vega; a una Isabel I que, siendo interpretada por la misma actriz que en (también de los Olivares) "Isabel", sigue siendo una diva máxima; un cameo de Hitler que para nadie pasó inadvertido y un inolvidable Lorca), tienen una función didáctica muy efectiva, haciendo que los hechos reales que se comentan en la serie se queden en la mente del espectador por mucho tiempo. El ritmo es bastante adecuado: no te permite que te aburras, pero no te eclipsa con un ritmo trepidante que te puede desorientar.
Pasemos a hablar de los personajes recurrentes. Tenemos, por un lado, al terceto protagonista: Alonso es un personaje que se ve obligado a adaptarse a un nuevo ambiente y que, por ende, cambia su punto de vista y se va enterando que todos los valores que aprendió en su tiempo a lo mejor se basaban en burdos estereotipos. Es el pez fuera del agua perfecto, con una evolución lenta pero notable. Tiene momentazos como el de la moto en el capítulo de Torquemada por ejemplo. Por otro lado, tenemos a Amelia, un personaje audaz e inteligente que, lejos de resultar irritante, compone un personaje preocupado, con matices (las escenas de la tumba son fantásticas), con mucha templanza y carácter, que, gracias a ser cambiada de época y asignada como líder, sigue un proceso de liberación altamente gratificante (no sólo para ella, sino también para el espectador). Luego, tenemos a Julián, un personaje que, dejando de lado todo su envés trágico (que como dije antes es descoranozador) es el compañero perfecto, gracioso, creíble, entrañable y que, sin embargo, le cuesta mucho seguir las órdenes que se le asignan y tiene, por tanto, ese toque de rebeldía que caracteriza, realmente, al trío protagonista (sencillamente digamos que las órdenes no se cumplen siempre). Por otro lado, tenemos a unos personajes secundarios muy interesantes: Irene (como una diva lésbica totalmente creíble y maravillosa y que tiene también sus grandes momentos), Ernesto (un personaje misterioso, con muchos secretos y que va a dar mucho jugo), Salvador (un líder que evoluciona ligeramente hasta que ve que, a veces y sólo a veces, hacer lo correcto no implica seguir las reglas), Angustias (un personajes encantador y también bastante entrañable), Velázquez (que es sencillamente hilarante), Lola Mendieta (como un antihéroe fantástico del que siempre nos quedamos con ganas de saber más), Leiva (un villano creíble e imponente con una historia detrás que emociona; su final es fantástico)...
Respecto a los episodios, los que me parecieron mejores fueron el 4º (un estilo muy chulo de "El día de la marmota" con la Inquisición de por medio, la diva de Isabel, un Juan Gea [el actor que hace de Ernesto y, por ende, de su hijo] enorme y una última escena maravillosa), el 7º (un episodio muy intenso, con algunos momentos de serio peligro para los protagonistas, con un villano memorable y una Cayetana Guillén Cuervo [de verdad, qué bien lo hace esta mujer] inmensa y con un final magnífico) y el 8º (un episodio con muchos giros que no te esperas, con muchos momentos de humor muy acertado, con un Lorca inolvidable y un final todavía mejor que el capítulo anterior si cabe en el que Julián aprende, de manera forzosa, que a veces es mejor no remover las arenas del pasado). Quizás el que me gustó menos fue el 6º, con el Lazarillo, pero tampoco está mal; no parece que sobra.
Resumiendo, la primera temporada de EMDT es una temporada redonda con unas ideas maravillosas, una ambientación fantástica, un apartado técnico bastante bueno, una banda sonora muy interesante, con unos personajes inolvidables y maravillosos, un trabajo actoral más que sobresaliente y un guión perfecto que tiene cabida para momentos de humor hilarantes como para momentos trágicos desgarradores. A pesar de que la calidad de los episodios es intermitente, no parece que sobre ninguno. Una joya que todo el mundo debería contemplar y apreciar.
Nota: 10/10
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