La casa de papel (Serie de TV):
Año de emisión: 2017
Creador: Álex Pina
Lugar de emisión original: Atresmedia
Póster:
Crítica:
Primero de todo, me gustaría disculparme de un error que tuve dos reseñas atrás y que concierne a Daniel Écija (que trabajó mucho, precisamente, con el creador de esta serie, Álex Pina) y es que lo encasillé un pelín por haber dirigido "Águila Roja", pero no caí en el hecho de que, aparte de esa dirigió (más precisamente, creó) otras muchas series (algunas, de hecho, muy buenas) como "El internado" o "Vis a vis" junto con Pina. Sencillamente decir que todas las declaraciones lapidarias que declaré sobre la redención quedan retiradas. Larga vida y prosperidad, Écija. Ahora estamos en paz. Vamos ahora a tratar la última serie de su compañero Álex Pina. Dos años después de "Vis a vis", volvió Pina a Antena 3 con la intención de hacer otro producto que estuviese a la altura de su anterior drama carcelario. La expectación era máxima como se puede adivinar en la cuantiosa cifra de audiencia de su primer episodio que, desgraciadamente, fue bajando y bajando hasta llegar a una audiencia normalita tirando a baja. ¿Puede esta serie mirar directamente a los ojos a su predecesora? Vamos a analizarlo.
La serie tiene una premisa relativamente sencilla. Un personaje misterioso sencillamente conocido como El Profesor recluta a una serie de criminales que realmente no tienen nada que perder (y que son identificados con nombres de ciudades) con la intención de llevar a cabo un atraco de magnitudes colosales a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. El atraco se lleva a cabo con éxito y decenas de rehenes son retenidos en el interior. La Policía asigna el caso a la inspectora Raquel Murillo que, junto con un señor de Inteligencia y un equipo tiene que negociar con los ladrones para evitar la muerte de los rehenes. A partir de aquí, la serie se centra en las vicisitudes que tienen que encarar los ladrones (y el Profesor), cómo las relaciones entre ellos se van deteriorando (y fortaleciendo en algunos casos) y cómo Raquel (y su equipo) intenta acabar con el caso antes de que el caso acabe con ella. Este es el punto de partida de quince episodios que te van a emocionar, a intrigar, a sorprender y, sobre todo, a enganchar mortalmente.
La serie nos hace el dudoso favor de repartir los personajes en varios grupos para explorar: los ladrones, los rehenes, los policías y el Profesor. Entre este variopinto grupo de ladrones, nos encontramos a la protagonista, Silene Oliveira, más conocida como Tokio (una criminal que llevaba a cabo diferentes asaltos con ayuda de su novio [que le saca, por cierto, 14 añazos aunque realmente tampoco tengo ningún problema con ello] hasta que este último muere en un tiroteo y ella se ve obligada a escapar de la policía ella sola hasta que es rescatada por el Profesor); a Moscú (un antiguo minero asturiano [Pina, un pequeño apunte desde Asturias: no pongas a un actor andaluz, por mucho que me guste, a hacer de asturiano que no cuela] que, después de verse obligado a dejar su trabajo a causa de una enfermedad y a dejar abandonada a su mujer en una rotonda, empieza a robar para poder sustentar a su hijo y a él mismo; a Denver (el hijo de Moscú, una persona que ha probado [y traficado con] todas las drogas conocidas, violento e impulsivo [pero con su corazoncito] que se ve forzado a ir junto con su padre al atraco del profesor para escapar de ciertos narcotraficantes con los que tenía problemas); a Nairobi (una falsificadora de billetes que tiene la esperanza de recuperar la custodia de su querido hijo); a Oslo (con un pasado violento y desconocido, constituye junto con su primo la fuerza bruta del grupo); a Helsinki (con un pasado de guerrillero en Serbia, intimidar y amedrentar a la gente constituye su día a día); a Río (un hacker y programador perseguido por la Interpol) y, por último, a Berlín (un narcisista, machista y psicópata que es designado por el Profesor como el líder de la banda y que, cosa importante, posee una enfermedad muy j*dida por culpa de la cual tiene que inyectarse a cada poco un misterioso medicamento). Como podeis ver, grupo más heterogéneo no había y, sin embargo, cada personaje tiene una personalidad bastante definida y las interacciones entre ellos son el motor de la serie (tanto las preciosas relaciones amorosas o familiares como las p*tadas que se hacen unos con otros).
Por otro lado (y, para mí, uno de sus grandes aciertos), la serie cuenta con el punto de vista de la Policía que están tan (o incluso más) j*didos que los ladrones. En este grupo destaca (y brilla como una estrella porque me parece un personajazo) Raquel, la inspectora al cargo, que; todavía sin haber superado el haberse divorciado de una relación en la que era abusada por un compañero de trabajo y viviendo con su madre con Alzheimer (esta señora me parece también oro, sobre todo por cómo está interpretada) y su hijita de 7 años; le cae este marrón encima. Aparte de tener que negociar con el profesor (hay momentos muy buenos en la negociación, incluso con alcance filosófico como el momento en el que tiene que decidir entre 1 y 8 rehenes), tiene que lidiar con el imbécil de Inteligencia (yo tener armas, yo querer evitar conflicto diplomático, unga, unga). También esta Ángel, un compañero de trabajo que le cae muy bien y que intenta iniciar una relación con Raquel sin éxito y que, a la mitad de la serie más o menos cae en coma en un "accidente" cuando iba a revelar ciertas pruebas muy importantes. Resulta que Raquel Murillo encuentra un alivio y un apoyo emocional (no me extraña que necesite uno, porque todo lo que tiene encima es de traca) en el Profesor (aunque al principio realmente no sabe quién es). Esto va a causar que Ángel desespere y, convencido de que el tío con el que Raquel está saliendo no es trigo limpio, empiece una investigación que casi acaba con su vida.
Vamos al tercer apartado: los rehenes. De entre los rehenes, se pueden destacar principalmente tres: Arturo (un cobarde y desesperado que intenta escapar a toda costa, tiene absolutamente cansados a los ladrones de lo pesado que es y las veces que se hace el valiente acaba recibiendo), Alison (una chica con la que se mete todo el mundo, que debería vivir en una burbuja y, sin embargo, adopta una actitud inconformista y rebelde que me encanta) y, sobre todo, Mónica (persona absolutamente destrozada que, después de sufrir un embarazo no deseado por culpa de Arturo, es aislada del resto de sus compañeros y medio lastrada por un balazo en la pierna, todo el mundo la cree muerta y su único consuelo es Denver, que es quien la cuida y con el que acabará más adelante teniendo una relación de necesidad (que, a pesar de que la cataloga como síndrome de Estocolmo, no lo es del todo).
Y, sí, me he dejado lo mejor para el final. EL PROFESOR ES UNO DE LOS MEJORES PERSONAJES QUE HE VISTO NUNCA. Su capacidad para tenerlo todo fríamente calculado es increíble y da casi miedo. Las cosas que es capaz de hacer para que el plan salga bien son, de verdad, impresionantes. Sin embargo, su mejor faceta la vemos cuando algo no sale como estaba planeado y se ve obligado a improvisar. Es ahí cuando terminamos de apreciar la fantástica labor actoral por parte de Álvaro Morte y cuando vemos al personaje brillar en todo su esplendor. Y la cosa va a más cuando se nos revela sus motivaciones, su pasado, su identidad y su relación con Berlín (de verdad os digo que el momento "Bella ciao" me parece inconmesurable).
Si nos fijamos en la trama, es evidente que el principal motor del argumento, que va originando las diferentes tramas y conflictos son, sin duda, las relaciones. Como ya comenté antes, la gran mayoría de relaciones son de necesidad, pero están tan bien actuadas y representadas que me encantan prácticamente todas (Profesor-Raquel me parecen monísimos, la frustración que siente el Profe al ver que su plan se estaba viniendo abajo por culpa de esa mujer es genial, el momento en el que Raquel descubre la verdadera identidad del Profesor e intenta rebelarse contra él es súper intenso y LA ÚLTIMA ESCENA DE LA SERIE ES TAN SHIPPEO Y TAN REFERENCIA QUE ME PARECE PERFECTA; Denver-Mónica me pilló totalmente de sorpresa y, al final tengo una opinión muy positiva de su muy bien construida y justificada relación; la relación (si es que se puede llamar así) forzada entre Berlín y una rehén de cuyo nombre no quiero acordarme da asco y es realmente aprensiva pero, como todo lo que rodea a este personaje, está hecho así a propósito y, por último, la única que no es de necesidad y que estaba vastamente planeada y la que resulta, sin embargo, más plana a pesar del enorme trabajo actoral de Miguel Herrán y Úrsula Corberó aunque no deja de tener su encanto).
Una más que merecida mención se merecen LAS ESCENAS DE ACCIÓN QUE SON DE PELÍCULA (y no de bajo presupuesto precisamente). De verdad que os digo que la serie, técnicamente, es perfecta: el cómo está rodada y, sobre todo, las escenas de acción suben esta serie una docena de metros en el listón de calidad. Desgraciadamente, la serie no es perfecta (estoy empezando a dudar de que algo lo sea) ya que considero que sobra bastante metraje (1 episodio o 2 menos le haría mucho bien a la serie) y (esto es más culpa de la cadena que de la serie) el hecho de que los episodios vengan en dos oleadas separadas bastante notablemente en el tiempo hace que pierdas el interés y te olvides de las tramas al empezar a ver los últimos 6 capítulos.
Resumiendo, esta es una serie con unos personajes fantásticos y con unas relaciones entre ellos genialmente construidas que mueven la muy interesante trama, unas actuaciones maravillosas, una banda sonora perfectamente escogida y un apartado técnico más que sobresaliente que te va a hacer sentir de todo y te va a mantener totalmente en vilo y que se ve, sin embargo, se ve perjudicada por un metraje excesivo y una distribución un poco irregular de sus episodios. Un must see. Totalmente recomendable.
Nota: 9,6/10
Año de emisión: 2017
Creador: Álex Pina
Lugar de emisión original: Atresmedia
Póster:
Crítica:
Primero de todo, me gustaría disculparme de un error que tuve dos reseñas atrás y que concierne a Daniel Écija (que trabajó mucho, precisamente, con el creador de esta serie, Álex Pina) y es que lo encasillé un pelín por haber dirigido "Águila Roja", pero no caí en el hecho de que, aparte de esa dirigió (más precisamente, creó) otras muchas series (algunas, de hecho, muy buenas) como "El internado" o "Vis a vis" junto con Pina. Sencillamente decir que todas las declaraciones lapidarias que declaré sobre la redención quedan retiradas. Larga vida y prosperidad, Écija. Ahora estamos en paz. Vamos ahora a tratar la última serie de su compañero Álex Pina. Dos años después de "Vis a vis", volvió Pina a Antena 3 con la intención de hacer otro producto que estuviese a la altura de su anterior drama carcelario. La expectación era máxima como se puede adivinar en la cuantiosa cifra de audiencia de su primer episodio que, desgraciadamente, fue bajando y bajando hasta llegar a una audiencia normalita tirando a baja. ¿Puede esta serie mirar directamente a los ojos a su predecesora? Vamos a analizarlo.
La serie tiene una premisa relativamente sencilla. Un personaje misterioso sencillamente conocido como El Profesor recluta a una serie de criminales que realmente no tienen nada que perder (y que son identificados con nombres de ciudades) con la intención de llevar a cabo un atraco de magnitudes colosales a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. El atraco se lleva a cabo con éxito y decenas de rehenes son retenidos en el interior. La Policía asigna el caso a la inspectora Raquel Murillo que, junto con un señor de Inteligencia y un equipo tiene que negociar con los ladrones para evitar la muerte de los rehenes. A partir de aquí, la serie se centra en las vicisitudes que tienen que encarar los ladrones (y el Profesor), cómo las relaciones entre ellos se van deteriorando (y fortaleciendo en algunos casos) y cómo Raquel (y su equipo) intenta acabar con el caso antes de que el caso acabe con ella. Este es el punto de partida de quince episodios que te van a emocionar, a intrigar, a sorprender y, sobre todo, a enganchar mortalmente.
La serie nos hace el dudoso favor de repartir los personajes en varios grupos para explorar: los ladrones, los rehenes, los policías y el Profesor. Entre este variopinto grupo de ladrones, nos encontramos a la protagonista, Silene Oliveira, más conocida como Tokio (una criminal que llevaba a cabo diferentes asaltos con ayuda de su novio [que le saca, por cierto, 14 añazos aunque realmente tampoco tengo ningún problema con ello] hasta que este último muere en un tiroteo y ella se ve obligada a escapar de la policía ella sola hasta que es rescatada por el Profesor); a Moscú (un antiguo minero asturiano [Pina, un pequeño apunte desde Asturias: no pongas a un actor andaluz, por mucho que me guste, a hacer de asturiano que no cuela] que, después de verse obligado a dejar su trabajo a causa de una enfermedad y a dejar abandonada a su mujer en una rotonda, empieza a robar para poder sustentar a su hijo y a él mismo; a Denver (el hijo de Moscú, una persona que ha probado [y traficado con] todas las drogas conocidas, violento e impulsivo [pero con su corazoncito] que se ve forzado a ir junto con su padre al atraco del profesor para escapar de ciertos narcotraficantes con los que tenía problemas); a Nairobi (una falsificadora de billetes que tiene la esperanza de recuperar la custodia de su querido hijo); a Oslo (con un pasado violento y desconocido, constituye junto con su primo la fuerza bruta del grupo); a Helsinki (con un pasado de guerrillero en Serbia, intimidar y amedrentar a la gente constituye su día a día); a Río (un hacker y programador perseguido por la Interpol) y, por último, a Berlín (un narcisista, machista y psicópata que es designado por el Profesor como el líder de la banda y que, cosa importante, posee una enfermedad muy j*dida por culpa de la cual tiene que inyectarse a cada poco un misterioso medicamento). Como podeis ver, grupo más heterogéneo no había y, sin embargo, cada personaje tiene una personalidad bastante definida y las interacciones entre ellos son el motor de la serie (tanto las preciosas relaciones amorosas o familiares como las p*tadas que se hacen unos con otros).
Por otro lado (y, para mí, uno de sus grandes aciertos), la serie cuenta con el punto de vista de la Policía que están tan (o incluso más) j*didos que los ladrones. En este grupo destaca (y brilla como una estrella porque me parece un personajazo) Raquel, la inspectora al cargo, que; todavía sin haber superado el haberse divorciado de una relación en la que era abusada por un compañero de trabajo y viviendo con su madre con Alzheimer (esta señora me parece también oro, sobre todo por cómo está interpretada) y su hijita de 7 años; le cae este marrón encima. Aparte de tener que negociar con el profesor (hay momentos muy buenos en la negociación, incluso con alcance filosófico como el momento en el que tiene que decidir entre 1 y 8 rehenes), tiene que lidiar con el imbécil de Inteligencia (yo tener armas, yo querer evitar conflicto diplomático, unga, unga). También esta Ángel, un compañero de trabajo que le cae muy bien y que intenta iniciar una relación con Raquel sin éxito y que, a la mitad de la serie más o menos cae en coma en un "accidente" cuando iba a revelar ciertas pruebas muy importantes. Resulta que Raquel Murillo encuentra un alivio y un apoyo emocional (no me extraña que necesite uno, porque todo lo que tiene encima es de traca) en el Profesor (aunque al principio realmente no sabe quién es). Esto va a causar que Ángel desespere y, convencido de que el tío con el que Raquel está saliendo no es trigo limpio, empiece una investigación que casi acaba con su vida.
Vamos al tercer apartado: los rehenes. De entre los rehenes, se pueden destacar principalmente tres: Arturo (un cobarde y desesperado que intenta escapar a toda costa, tiene absolutamente cansados a los ladrones de lo pesado que es y las veces que se hace el valiente acaba recibiendo), Alison (una chica con la que se mete todo el mundo, que debería vivir en una burbuja y, sin embargo, adopta una actitud inconformista y rebelde que me encanta) y, sobre todo, Mónica (persona absolutamente destrozada que, después de sufrir un embarazo no deseado por culpa de Arturo, es aislada del resto de sus compañeros y medio lastrada por un balazo en la pierna, todo el mundo la cree muerta y su único consuelo es Denver, que es quien la cuida y con el que acabará más adelante teniendo una relación de necesidad (que, a pesar de que la cataloga como síndrome de Estocolmo, no lo es del todo).
Y, sí, me he dejado lo mejor para el final. EL PROFESOR ES UNO DE LOS MEJORES PERSONAJES QUE HE VISTO NUNCA. Su capacidad para tenerlo todo fríamente calculado es increíble y da casi miedo. Las cosas que es capaz de hacer para que el plan salga bien son, de verdad, impresionantes. Sin embargo, su mejor faceta la vemos cuando algo no sale como estaba planeado y se ve obligado a improvisar. Es ahí cuando terminamos de apreciar la fantástica labor actoral por parte de Álvaro Morte y cuando vemos al personaje brillar en todo su esplendor. Y la cosa va a más cuando se nos revela sus motivaciones, su pasado, su identidad y su relación con Berlín (de verdad os digo que el momento "Bella ciao" me parece inconmesurable).
Si nos fijamos en la trama, es evidente que el principal motor del argumento, que va originando las diferentes tramas y conflictos son, sin duda, las relaciones. Como ya comenté antes, la gran mayoría de relaciones son de necesidad, pero están tan bien actuadas y representadas que me encantan prácticamente todas (Profesor-Raquel me parecen monísimos, la frustración que siente el Profe al ver que su plan se estaba viniendo abajo por culpa de esa mujer es genial, el momento en el que Raquel descubre la verdadera identidad del Profesor e intenta rebelarse contra él es súper intenso y LA ÚLTIMA ESCENA DE LA SERIE ES TAN SHIPPEO Y TAN REFERENCIA QUE ME PARECE PERFECTA; Denver-Mónica me pilló totalmente de sorpresa y, al final tengo una opinión muy positiva de su muy bien construida y justificada relación; la relación (si es que se puede llamar así) forzada entre Berlín y una rehén de cuyo nombre no quiero acordarme da asco y es realmente aprensiva pero, como todo lo que rodea a este personaje, está hecho así a propósito y, por último, la única que no es de necesidad y que estaba vastamente planeada y la que resulta, sin embargo, más plana a pesar del enorme trabajo actoral de Miguel Herrán y Úrsula Corberó aunque no deja de tener su encanto).
Una más que merecida mención se merecen LAS ESCENAS DE ACCIÓN QUE SON DE PELÍCULA (y no de bajo presupuesto precisamente). De verdad que os digo que la serie, técnicamente, es perfecta: el cómo está rodada y, sobre todo, las escenas de acción suben esta serie una docena de metros en el listón de calidad. Desgraciadamente, la serie no es perfecta (estoy empezando a dudar de que algo lo sea) ya que considero que sobra bastante metraje (1 episodio o 2 menos le haría mucho bien a la serie) y (esto es más culpa de la cadena que de la serie) el hecho de que los episodios vengan en dos oleadas separadas bastante notablemente en el tiempo hace que pierdas el interés y te olvides de las tramas al empezar a ver los últimos 6 capítulos.
Resumiendo, esta es una serie con unos personajes fantásticos y con unas relaciones entre ellos genialmente construidas que mueven la muy interesante trama, unas actuaciones maravillosas, una banda sonora perfectamente escogida y un apartado técnico más que sobresaliente que te va a hacer sentir de todo y te va a mantener totalmente en vilo y que se ve, sin embargo, se ve perjudicada por un metraje excesivo y una distribución un poco irregular de sus episodios. Un must see. Totalmente recomendable.
Nota: 9,6/10
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