Gremlins:
Año de estreno: 1984
Otras películas interesantes estrenadas ese mismo año: "1984", "Cazafantasmas", "La historia interminable", "Terminator"
Póster:
Crítica:
Año 1984. Grandes estrenos tales como "Cazafantasmas", "Indiana Jones y el templo maldito" o "Terminator" habían revolucionado la taquilla y Amblin, la productora habitual de Spielberg, que lo había petado dos años antes con la maravillosa "E.T: El Extraterrestre", no dudó en subirse rápidamente al carro y apostar por esta peliculilla, que recibió el nombre de "Gremlins". En los créditos de la misma, figuraban personalidades del cine como: Joe Dante (codirector de "En los límites de la realidad") como director, Chris Columbus (posterior director de las dos primeras películas de Harry Potter) como guionista, Jerry Goldsmith (posterior compositor de, entre otras, "La Momia" [la del 99, por supuesto]) al frente de la banda sonora y el mismísimo Steven Spielberg como productor ejecutivo. ¿Y qué salió de esta amalgama de genios creativos? Vamos a analizarlo.
Antes de pasar a analizar la película en sí misma, una curiosidad: esta película está basada en la figura de los Gremlins, una especie de criaturas que se decía que saboteaban aviones y todo tipo de maquinaria a lo largo de la Segunda Guerra Mundial y de otros momentos de la historia. Ahora vamos a ver qué hacen con ellos en la película.
La película empieza retratando una situación bastante común: un padre no tiene qué regalarle a su hijo por Navidad y anda dando tumbos el día de Nochebuena buscando algo que le pueda ayudar a salir del paso. Sólo una pequeña cosa: este padre es un inventor que intenta negociar, sin éxito, para vender sus torpes y ridículos inventos; por cierto, se llama Randall Peltzer. Resulta que Rand acaba en una tienda algo extraña en el barrio chino. Después de endosarle al dueño uno de sus inventos (una especie de kit de higiene para viajes [que tengo que reconocer que no sería mala idea si funcionase bien]), ve una criatura pequeñita y achuchable que decide comprarle a su hijo para que tenga una mascota. Antes de que lo compre, el sobrino del dueño le advierte en una escena muy chula que la criatura pertenece a la raza de los mogwai y que a un mogwai nunca le debe dar la luz del sol, nunca se le debe de comer más allá de medianoche y no se puede mojar. Después de que el padre acepte a regañadientes, el sobrino del dueño se lo vende y al día siguiente se lo regala a su hijo (de nombre Billy) y decide nombrar al mogwai con el nombre de Gizmo. Bueno, la película ha tenido hasta el momento un comienzo interesante, con unas escenas que te intrigan, con algo de comedia que convence lo suficiente.
Sin embargo, aquí empieza la parte de exposición lenta que nadie quería: la vida demasiado interesante (nótese la ironía) de Billy, que resulta que trabaja en un banco, que su vecino se queja de la calidad de los motores europeos (eh, eso fue una buena referencia a la historia de los Gremlins en Inglaterra y tuvo algo de gracia, pero no arregla esta parte de exposición poco interesante), que su vecina le odia porque su perrete ha destrozado un muñeco de nieve DE PORCELANA DE IMPORTACIÓN (WOW, como se diría en inglés, el nivel de estupidez escalated quickly), que resulta que tiene un profesor de ciencias (bastante parecido al de los niños de "Stranger Things") en el instituto, que ahora tiene novia (no hay química entre ellos y no es nada creíble pero supongo que OK), que los inventos de su padre son un desastre que acabarán por matar a él y a su madre (a pesar de que, repito, no parecen tan malas ideas y son imaginativos)... Resulta que, al final, a Gizmo le acaba dando la luz solar y, más tarde, cuando un amigo de Billy va a ver a Gizmo, acaba mojándose con agua. Aquí empieza lo interesante: cuando Gizmo se moja, salen de su cuerpo bolas de pelo de un tamaño considerable con bastante sufrimiento por parte del pobre Gizmo que acaban convirtiéndose en más mogwais pero más violentos y traviesos que se divierten lanzando cuchillos en dirección al pobre Gizmo (miradle a la cara y no me neguéis que es precioso; aprovecho para destacar el apartado técnico de la película con unas criaturas muy interesantes y muy bien hechas) y lanzándolo por el hueco del montacargas. Billy, incrédulo, decide darle uno de los mogwai revoltosos a su profesor de ciencias para que lo examine, mientras que deja al resto en su casa. Al final, acaban tanto el mogwai siendo examinado como el resto, consiguiendo comer más allá de medianoche por diversas argucias y se meten en un capullo, del que salen transformados en una criatura de color verde y con unas ganas imparables de hacer gamberradas, un gremlin.
Por cierto, adivinad quién muere el primero en la película con la pista de que el profesor de ciencias es negro. ¿En serio en este tipo de películas siempre tienen que morir primero los personajes negros (lo digo totalmente en serio, deberíamos de ir deshaciéndonos de estos tópicos)? Pues, sí, resulta que el tan querido por todos (es broma, no tuvimos tiempo de conocerlo mínimamente bien) profesor muere y el gremlin es libre para causar el caos. Mientras tanto, en la casa de Billy los gremlins se han acabado de formar y van por ahí por la casa. Sin embargo, hay algo con lo que no contaban: el mayor héroe de acción de la película y la que tendría que haber sido la protagonista en vez del insulso de su hijo: la madre de Billy (se llama Ruby). Resulta que la mejor manera de acabar con dos gremlins inquietos es usar dos sencillas y para nada peligrosas maquinitas: una picadora de carne y un microondas. Algo de buen gore para todos los niños que fueron a ver la película pensando, los pobrecitos, que era familiar. También hay que tener una cosa: eran los profundos 80 y en películas familiares había algunas cosas que hoy en día no entrarían en la mente de la gente. ¿Verdad, Spielberg, que en El Templo Maldito se te fue un poco la mano *guiño, guiño, codo, codo*? Como dejo claro, mucho hemos cambiado y a día de hoy ese tipo de películas (las de Matthew Vaughn, por ejemplo) entran en la bendita zona +16. Pero bueno, supongo que eran otros tiempos... El caso es que sólo sobrevive a la masacre un gremlin que consigue, sin embargo, llegar a la piscina de la ciudad. ¿Y qué pasa cuando un gremlin se moja? Que se multiplican como conejos.
Este es ya el momento cumbre de la película porque los gremlins son unos seres gamberros por naturaleza y consiguen que el público se divierta incluso más que ellos cuando empiezan a hacer de las suyas mientras suena la divertidisíma banda sonora de Jerry Goldsmith: matan de una forma bastante ridícula (era la muerte que se merecía,igual de ridícula que su personaje; la verdad es que me hizo mucha gracia) a la mujer del muñeco de nieve de porcelana, sabotean los semáforos y toman la ciudad entera. Resulta que, efectivamente, sí actúan saboteando maquinaria; entonces sí son bastante aparecidos a los que aparecen en los cuentos y leyendas. Billy acaba yendo a buscar a su novia al bar que regenta que, como era previsible, estaba totalmente tomado por las hordas de gremlins. La escena en el bar realmente mola, es graciosa y sirve para que el gamberrismo natural de los gremlins quede perfectamente retratado. Eso sí, a a la pobre Kate le hacen pasar un rato horroroso. Resulta que (ojo con esto, que parece algo más bien random, pero si analizamos psicológicamente a los gremlins, descubrimos que no son más que niños de 5-6 años especialmente gamberros y con acceso a ciertos objetos que pueden matar a un número elevado de personas; entonces, realmente esto tiene cierto sentido si consideramos su edad mental) los gremlins se congregan en un cine en el que están proyectando "Blancanieves y los siete enanitos" y los cabron*zos se lo están pasado fantásticamente bien (las cosas como son, es muy gracioso verles cantando y bailando al ritmo de este clásico de la Disney).
Como en esta película parece que todos los problemas se solucionan a lo grande, Billy y Kate consiguen librarse de los gremlins reventando el cine con una explosión bastante considerable. Pero todavía queda uno: el papel original, el que se había tirado al agua creando incontables copias de sí mismo, que estaba yendo a por comida mientras acontecía el suceso (no son listos ni nada los gremlins estos). Los protagonistas lo persiguen hasta acorralarlo en un centro comercial. Después de ciertos momentos de tensión, el gremlin intenta tirarse en una fuente para volver a iniciar el apocalipsis gremlin pero Gizmo se lo impide en una de las escenas más bad-ass de la historia del cine (de verdad que el nivel de fascinación y amor absoluto que siento por esta pequeña criatura es algo más que alarmante). Y así acaba la película, con el chino llevándose a Gizmo y regañando muy lógicamente al protagonista de la película por lo idiota que es. Un momento: ¡Gizmo habla! ¡Esto es el paraíso terrenal!
Resumiendo, esta es una película de otra época totalmente diferente a la nuestra y que hoy en día no se permitirían hacer. Pero, sin duda, (si consigues pasar por alto lo inútiles que son la extensa mayoría de los personajes principales [reivindico desde aquí a la madre de Billy como la protagonista encubierta que me hubiera gustado ver], lo lento y algo estúpido que resulta el primer acto de la película, lo frustrantemente princesa rescatada que es el personaje de Kate y lo mucho que intenta la película, sin ningún tipo de éxito dar un susto efectivo, como película de terror que supuestamente es) esta es exactamente la sobredosis de locura y anarquía que necesitas, con buenos efectos especiales, momentos verdaderamente grandiosos, unas criaturas maravillosas y una banda sonora divertidísima que acompaña perfectamente a este guilty pleasure que, sin embargo, no puedo dejar de ver.
Nota: 8/10
Año de estreno: 1984
Otras películas interesantes estrenadas ese mismo año: "1984", "Cazafantasmas", "La historia interminable", "Terminator"
Póster:
Crítica:
Año 1984. Grandes estrenos tales como "Cazafantasmas", "Indiana Jones y el templo maldito" o "Terminator" habían revolucionado la taquilla y Amblin, la productora habitual de Spielberg, que lo había petado dos años antes con la maravillosa "E.T: El Extraterrestre", no dudó en subirse rápidamente al carro y apostar por esta peliculilla, que recibió el nombre de "Gremlins". En los créditos de la misma, figuraban personalidades del cine como: Joe Dante (codirector de "En los límites de la realidad") como director, Chris Columbus (posterior director de las dos primeras películas de Harry Potter) como guionista, Jerry Goldsmith (posterior compositor de, entre otras, "La Momia" [la del 99, por supuesto]) al frente de la banda sonora y el mismísimo Steven Spielberg como productor ejecutivo. ¿Y qué salió de esta amalgama de genios creativos? Vamos a analizarlo.
Antes de pasar a analizar la película en sí misma, una curiosidad: esta película está basada en la figura de los Gremlins, una especie de criaturas que se decía que saboteaban aviones y todo tipo de maquinaria a lo largo de la Segunda Guerra Mundial y de otros momentos de la historia. Ahora vamos a ver qué hacen con ellos en la película.
La película empieza retratando una situación bastante común: un padre no tiene qué regalarle a su hijo por Navidad y anda dando tumbos el día de Nochebuena buscando algo que le pueda ayudar a salir del paso. Sólo una pequeña cosa: este padre es un inventor que intenta negociar, sin éxito, para vender sus torpes y ridículos inventos; por cierto, se llama Randall Peltzer. Resulta que Rand acaba en una tienda algo extraña en el barrio chino. Después de endosarle al dueño uno de sus inventos (una especie de kit de higiene para viajes [que tengo que reconocer que no sería mala idea si funcionase bien]), ve una criatura pequeñita y achuchable que decide comprarle a su hijo para que tenga una mascota. Antes de que lo compre, el sobrino del dueño le advierte en una escena muy chula que la criatura pertenece a la raza de los mogwai y que a un mogwai nunca le debe dar la luz del sol, nunca se le debe de comer más allá de medianoche y no se puede mojar. Después de que el padre acepte a regañadientes, el sobrino del dueño se lo vende y al día siguiente se lo regala a su hijo (de nombre Billy) y decide nombrar al mogwai con el nombre de Gizmo. Bueno, la película ha tenido hasta el momento un comienzo interesante, con unas escenas que te intrigan, con algo de comedia que convence lo suficiente.
Sin embargo, aquí empieza la parte de exposición lenta que nadie quería: la vida demasiado interesante (nótese la ironía) de Billy, que resulta que trabaja en un banco, que su vecino se queja de la calidad de los motores europeos (eh, eso fue una buena referencia a la historia de los Gremlins en Inglaterra y tuvo algo de gracia, pero no arregla esta parte de exposición poco interesante), que su vecina le odia porque su perrete ha destrozado un muñeco de nieve DE PORCELANA DE IMPORTACIÓN (WOW, como se diría en inglés, el nivel de estupidez escalated quickly), que resulta que tiene un profesor de ciencias (bastante parecido al de los niños de "Stranger Things") en el instituto, que ahora tiene novia (no hay química entre ellos y no es nada creíble pero supongo que OK), que los inventos de su padre son un desastre que acabarán por matar a él y a su madre (a pesar de que, repito, no parecen tan malas ideas y son imaginativos)... Resulta que, al final, a Gizmo le acaba dando la luz solar y, más tarde, cuando un amigo de Billy va a ver a Gizmo, acaba mojándose con agua. Aquí empieza lo interesante: cuando Gizmo se moja, salen de su cuerpo bolas de pelo de un tamaño considerable con bastante sufrimiento por parte del pobre Gizmo que acaban convirtiéndose en más mogwais pero más violentos y traviesos que se divierten lanzando cuchillos en dirección al pobre Gizmo (miradle a la cara y no me neguéis que es precioso; aprovecho para destacar el apartado técnico de la película con unas criaturas muy interesantes y muy bien hechas) y lanzándolo por el hueco del montacargas. Billy, incrédulo, decide darle uno de los mogwai revoltosos a su profesor de ciencias para que lo examine, mientras que deja al resto en su casa. Al final, acaban tanto el mogwai siendo examinado como el resto, consiguiendo comer más allá de medianoche por diversas argucias y se meten en un capullo, del que salen transformados en una criatura de color verde y con unas ganas imparables de hacer gamberradas, un gremlin.
Por cierto, adivinad quién muere el primero en la película con la pista de que el profesor de ciencias es negro. ¿En serio en este tipo de películas siempre tienen que morir primero los personajes negros (lo digo totalmente en serio, deberíamos de ir deshaciéndonos de estos tópicos)? Pues, sí, resulta que el tan querido por todos (es broma, no tuvimos tiempo de conocerlo mínimamente bien) profesor muere y el gremlin es libre para causar el caos. Mientras tanto, en la casa de Billy los gremlins se han acabado de formar y van por ahí por la casa. Sin embargo, hay algo con lo que no contaban: el mayor héroe de acción de la película y la que tendría que haber sido la protagonista en vez del insulso de su hijo: la madre de Billy (se llama Ruby). Resulta que la mejor manera de acabar con dos gremlins inquietos es usar dos sencillas y para nada peligrosas maquinitas: una picadora de carne y un microondas. Algo de buen gore para todos los niños que fueron a ver la película pensando, los pobrecitos, que era familiar. También hay que tener una cosa: eran los profundos 80 y en películas familiares había algunas cosas que hoy en día no entrarían en la mente de la gente. ¿Verdad, Spielberg, que en El Templo Maldito se te fue un poco la mano *guiño, guiño, codo, codo*? Como dejo claro, mucho hemos cambiado y a día de hoy ese tipo de películas (las de Matthew Vaughn, por ejemplo) entran en la bendita zona +16. Pero bueno, supongo que eran otros tiempos... El caso es que sólo sobrevive a la masacre un gremlin que consigue, sin embargo, llegar a la piscina de la ciudad. ¿Y qué pasa cuando un gremlin se moja? Que se multiplican como conejos.
Este es ya el momento cumbre de la película porque los gremlins son unos seres gamberros por naturaleza y consiguen que el público se divierta incluso más que ellos cuando empiezan a hacer de las suyas mientras suena la divertidisíma banda sonora de Jerry Goldsmith: matan de una forma bastante ridícula (era la muerte que se merecía,igual de ridícula que su personaje; la verdad es que me hizo mucha gracia) a la mujer del muñeco de nieve de porcelana, sabotean los semáforos y toman la ciudad entera. Resulta que, efectivamente, sí actúan saboteando maquinaria; entonces sí son bastante aparecidos a los que aparecen en los cuentos y leyendas. Billy acaba yendo a buscar a su novia al bar que regenta que, como era previsible, estaba totalmente tomado por las hordas de gremlins. La escena en el bar realmente mola, es graciosa y sirve para que el gamberrismo natural de los gremlins quede perfectamente retratado. Eso sí, a a la pobre Kate le hacen pasar un rato horroroso. Resulta que (ojo con esto, que parece algo más bien random, pero si analizamos psicológicamente a los gremlins, descubrimos que no son más que niños de 5-6 años especialmente gamberros y con acceso a ciertos objetos que pueden matar a un número elevado de personas; entonces, realmente esto tiene cierto sentido si consideramos su edad mental) los gremlins se congregan en un cine en el que están proyectando "Blancanieves y los siete enanitos" y los cabron*zos se lo están pasado fantásticamente bien (las cosas como son, es muy gracioso verles cantando y bailando al ritmo de este clásico de la Disney).
Como en esta película parece que todos los problemas se solucionan a lo grande, Billy y Kate consiguen librarse de los gremlins reventando el cine con una explosión bastante considerable. Pero todavía queda uno: el papel original, el que se había tirado al agua creando incontables copias de sí mismo, que estaba yendo a por comida mientras acontecía el suceso (no son listos ni nada los gremlins estos). Los protagonistas lo persiguen hasta acorralarlo en un centro comercial. Después de ciertos momentos de tensión, el gremlin intenta tirarse en una fuente para volver a iniciar el apocalipsis gremlin pero Gizmo se lo impide en una de las escenas más bad-ass de la historia del cine (de verdad que el nivel de fascinación y amor absoluto que siento por esta pequeña criatura es algo más que alarmante). Y así acaba la película, con el chino llevándose a Gizmo y regañando muy lógicamente al protagonista de la película por lo idiota que es. Un momento: ¡Gizmo habla! ¡Esto es el paraíso terrenal!
Resumiendo, esta es una película de otra época totalmente diferente a la nuestra y que hoy en día no se permitirían hacer. Pero, sin duda, (si consigues pasar por alto lo inútiles que son la extensa mayoría de los personajes principales [reivindico desde aquí a la madre de Billy como la protagonista encubierta que me hubiera gustado ver], lo lento y algo estúpido que resulta el primer acto de la película, lo frustrantemente princesa rescatada que es el personaje de Kate y lo mucho que intenta la película, sin ningún tipo de éxito dar un susto efectivo, como película de terror que supuestamente es) esta es exactamente la sobredosis de locura y anarquía que necesitas, con buenos efectos especiales, momentos verdaderamente grandiosos, unas criaturas maravillosas y una banda sonora divertidísima que acompaña perfectamente a este guilty pleasure que, sin embargo, no puedo dejar de ver.
Nota: 8/10
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