Luigi`s Mansion 2:
Año de lanzamiento: 2013
Plataforma: Nintendo 3DS
Productores: Next Level Games
Portada:
Crítica:
Porque parece que estos últimos artículos están plagados de novedades, aquí llega otra: sí, voy a analizar un videojuego por primera vez en este blog. Antes de empezar, me gustaría contaros algo (mi vida, ejem, ejem): mi experiencia en el mundo de los videojuegos es, cuanto menos, curiosa. Resulta que, cuando yo contaba con unos 9 años, se me antojó una consola de videojuegos. De aquella, la Wii estaba dando sus últimos coletazos de vida y la DS se había revitalizado con la reciente adición del sistema de conexión a Internet que le cambió el nombre a la DSi (no ha llovido desde ese momento ni nada). A pesar de que siempre me llamaron la atención las consolas de sobremesa, mis padres no dieron su brazo a torcer y me tuve que conformar con la anteriormente mencionada DSi. Tampoco me fue mal y descubrí grandes juegos (principalmente de Nintendo, por razones obvias) como el Super Mario 64 , el Mario Kart de la DS y algunos otros. El problema es que, al sólo tener las referencias de una consola portátil, no pude descubrir juegazos que salieron durante esos años y tenía una visión del mundo videojueguil algo limitada pero, aún así, yo estaba feliz con lo que tenía. Tanto así que unos años después no pude evitar adquirir la recientemente lanzada al mercado 3DS (probablemente ilusionado por la idea de un nuevo Mario Kart, aunque reconozco que el 7 no tiene ni mucho menos el encanto y el cariño del de la DS). En ella descubrí, entre otros, los juegos de LEGO (de aquella, habían sacado pocos y me convertí muy rápidamente en un fanático acérrimo) y el Donkey Kong Country Returns (un juego de plataformas diferente y con estilo que recomiendo profundamente). Sin embargo, el juego que más me llamó la atención de la consola llegaría a mis manos de una manera algo casual sin que yo supiera prácticamente nada de él. Ese fue el Luigi`s Mansion 2.
Por si nos había aburrido bastante con mis batallitas de millenial desorientado (realmente soy de la generación Z, pero siempre me ha gustado hacerme el interesante, ¿a quién no?), ahí os va algo de información de la franquicia. Resulta que en el año 2001, Nintendo anunció la salida al mercado de su nueva consola, la Gamecube, una consola bastante querida por los gamers de aquella época. Pues resulta que uno de sus títulos de lanzamiento llamó la atención: no solo iba a ser un juego de pseudo-terror, sino que además Luigi, el eterno secundón, lo iba a protagonizar en solitario. Ese juego acabó siendo el Luigi`s Mansion en el que Luigi recibía una mansión como premio en un concurso que al final resulta estar encantada (allí se encontrará al Profesor Fesor [un personaje recurrente en la saga] y con la ayuda de él y sus instrumentos varios, Luigi tendrá que liberar la mansión de fantasmas y rescatar a su hermano Mario, prisionero del rey Boo, que, como habréis adivinado, es el final boss del juego). Gozó de relativo éxito y buena acogida por parte del público y el juego del que voy a hablar es sencillamente su continuación, sacada 12 años después, para sacar los cuartos a la gente y mejorar las ventas de la nueva portátil de Nintendo. Sin embargo, me parece un muy buen juego, bastante cortito e ideal para jugar en esta época del año. Dejad que me explique. Dejadme hablar del Luigi`s Mansion 2:
Este juego empieza cuando, años después, Luigi recibe una llamada del Profesor Fesor, pidiéndole ayuda y se ve inmediamatamente transportado a un búnker donde se refugia el Profesor (no le busquéis mucha lógica al funcionamiento de los aparatos de este juego, it just works). Allí le explica que gracias al poder de la Luna Oscura, había conseguido hace tiempo que diversos tipos de fantasmas se comportasen pacífica y organizadamente y había conseguido convivir con ellos, llegando incluso a que lo ayuden en sus diferentes experimentos del típico y tópico científico loco (aunque luego veremos que es bastante más que eso) del mundo audiovisual. El problema está en que la Luna Oscura acaba de ser destruida y rota en pedazos por una entidad poderosa y desconocida y los fantasmas se han vuelto agresivos e impredecibles, causando el caos en la zona. Posteriormente, se irá viendo que los cinco pedazos de Luna están repartidos por entre cinco edificios del valle (sí, varios de ellos son mansiones) y el papel de Luigi consiste en explorar estos edificios y realizar diferentes misiones para eventualmente reunir todos los trozos de Luna y volver a restaurar la paz y la concordia en el valle. Sin embargo, los fantasmas no se lo van a poner tan fácil...
Como comenté, los fantasmas son, en cierta manera, el late-motiv del juego y son realmente los enemigos a batir. Hay unos cuantos tipos de fantasmas base en el juego (lo voy a intentar dejar cortito): los verdes (los estándares, no tienen ninguna habilidad especial), los rojos (intentarán empujar y apalizar a Luigi para evitar ser cazados), los azules (que sienten debilidad por esconderse en cajones y armarios mientras tiran cosas), los marrones (que segregan una sustancia resbaladiza, que hará más difícil su captura), los morados (sigilosos y letales) y los bosses (que cuentan con tres capas de piel superpuestas para alargar el proceso de captura y pueden poseer seres vivos y objetos inanimados). Aparte de esos, nos encontramos a algunos jefes intermedios (los Cerebropios con el poder de la telequinesis y las Tres Hermanas, por ejemplo). El juego acierta rotundamente en presentarnos relativamente pocos tipos de fantasmas para que así los podamos identificar fácilmente y lo que hace, muy inteligentemente por su parte, para que no sea siempre lo mismo es que evolucionen, bien sea protegiéndose con objetos como cubos, yelmos o incluso gafas de sol (lo cual le da un giro muy divertido al atraparlos) o el overpowerearlos con ciertos artilugios que irán apareciendo a lo largo del juego (no quiero decir muchos spoilers en esta review porque realmente algunos giros están bien hechos y no os quiero estropear la experiencia) y que harán que tengan más salud (lo cual hace el atraparlos más desafiante).
Hablando de capturarlos a todos, ¿cómo hace Luigi para atrapar a los fantasmas? Luigi dispone de varios artilugios que se irán introduciendo en la primera hora de juego o así. Los más recurrentes son una linterna que le permite iluminar los diferentes parajes y cegar a los fantasmas, una aspiradora (la Succionaentes 5000 [un tópico bastante manido desde Los cazafantasmas pero tampoco me quejo porque, de hecho, las mecánicas del personaje no están mal]) que permite aspirar y expirar aire y fantasmas, almacenándolos dentro; el desoscurizador (un artilugio que le permite a Luigi aletheiar o desvelar ciertas ilusiones ópticas causadas por unos orbes que hacen que ciertos objetos permanezcan ocultos a la vista) y la Distribuidora de Sustos (una DS a través de la cual el Profesor se comunica con Luigi mientras este está en sus misiones; también contiene un mapa bastante bien organizado que será de mucha ayuda para orientarse en las diferentes mansiones). Con la mera combinación de estos cuatro elementos, consiguen un sistema de mecánicas simple y fácil de controlar pero muy apañadas, dejando bastante variedad de acción.
Saltemos, sin embargo, a hablar del gran reclamo del título: las mansiones. En el juego, recorreremos en la piel de Luigi un total de cinco mansiones: la Villa Tenebrosa (la mansión en la que el Profesor solía realizar sus experimentos; una mansión encantada de manual), las Torres Encantadas (una infraestructura gigantesca formada por dos edificios en forma de torre, totalmente invadido por las plantas que sus antiguos dueños les gustaba plantar), la Fábrica de Relojes (el título es bastante explicativo, sencillamente aclarar que la mayor parte del mapa está bajo tierra, en sitios que no han sido explorados desde hace mucho tiempo...), la Mina Secreta (una cabaña en las montañas nevadas que también tiene gran parte de su terreno en el subsuelo, donde descansa una mina ¿abandonada?) y la Mansión Traicionera (una enorme mansión casi aislada en la que su antiguo dueño, aventuro de pro, decoró sus distintas salas con temáticas de diferentes periodos históricos y lugares). Este es uno de los substanciales cambios que se hicieron con respecto al anterior juego: new foes (en forma de más mansiones) appeared. Y para mí no puede haber sido un mayor acierto: el que haya un mayor número de mansiones le da mucha más variedad y frescura y la verdad es que los contrastes entre ellas son muy interesantes y todas ellas tienen mucho espacio y secretos que explorar. De hecho, el juego te premia la exploración con la aparición de diferentes coleccionables (Boos y gemas).
También las misiones están bien pensadas y están hechas de tal modo que se aseguran de que te veas obligado a recorrer todos los rincones de las mansiones (y, ojo, esto no lo digo como algo malo en absoluto; de hecho, el diseño de las mansiones es uno de los puntos fuertes del juego con multitud de habitaciones, pasadizos y accesos varios por explorar organizados de manera bastante orgánica y organizada en diferentes pisos que hacen de la exploración algo muy reconfortante y divertido, amenizado además por las apariciones esporádicas y no necesariamente molestas de los fantasmas). Incluso las misiones más rutinarias como limpiar telarañas o restablecer la corriente hidraúlica son emocionantes y entretenidas.
Los personajes humanos del juego no son muchos, pero tampoco desentonan (sobre todo es muy buena idea [minispoiler] la inclusión de los Toads que, a pesar de que sean algo irritantes en ocasiones, no dejan de ser la cosa más bonita que ha pisado este mundo (no, ahora en serio, su papel en la historia está bien pensado e incluso se deja entrever algo de crítica [¿deberían iniciar los Toads una revolución proletaria contra el hombre que los explota y los abandona a su suerte?]) aunque si hay uno que destaca por encima de los demás es el Profesor Fesor que, aunque tenga las mismas características que el típico científico despistado e incómodo en las relaciones sociales de las pelis, tiene algo (¿serán los chistes sin gracia?, ¿su lenguaje corporal?, no lo sé muy bien la verdad) que lo hace especial y memorable. Los puzzles presentes a lo largo de la historia tienen la dificultad justa y están muy bien planteados, la duración del juego es la justa para contarte una buena historia sin que desconectes por el camino y la banda sonora es adecuada y memorable.
Sin embargo, y desgraciadamente, no es oro todo lo que reluce en este juego y tiene un par de detalles que a mí me nervan un poco, pero que no ensucian del todo el resultado final. Esas son las misiones repetidas hasta la extenuación (las de las Toads se salvan por poco, pero la del perro me saca de quicio: no añade nada nuevo, acabas haciendo un bucle molesto entre las habitaciones para parar de una vez a ese chucho sarnoso fantasmagórico que no hará más de sacarte de tus casillas una y otra vez. Además, intenta quitarle algo de monería a los Toads y eso es imperdonable) y los sorprendetemente ridículos y poco arriesgados jefes de las mansiones (el de la primera mansión me gusta, se ve bien y hace usar diferentes mecánicas. Sin embargo, el resto de jefes... ¿Por dónde empiezo? [Alerta de spoilers considerables] Ah, ya sé. ¡¿UNA ESCALERA?! ¿¡CÓMO TIENEN EL VALOR PARA PONER DE JEFE DE UNA MANSIÓN BASTANTE CHULA DE HECHO A UNA MALDITA ESCALERA?! Y no me hagáis empezar con la oleada de fantasmas a lo Zombies del Call of Duty o con el monstruo de hielo más absurdo que he visto en mucho tiempo. Ahhhh... En fin, nada es perfecto). Sin embargo, y por mucho que me molesten, vuelvo a decir que estos aspectos no estropean del todo el producto final y se pueden pasar por alto, ya que no ocupan tanto tiempo dentro del juego.
Resumiendo, nos encontramos aquí con un juego ideal para estas fechas, inmersivo. que consigue hacer el explorar unas fantásticamente diseñadas mansiones una gozada, permitiéndote enfrentarte a unos muy interesantes fantasmas con una serie de mecánicas bien implementadas y prácticas y cumplir misiones (en su mayor parte) lógicas y entretenidas con una banda sonora y unos gráficos bastante conseguidos. La sobreexplotación de ciertas misiones y la mediocridad de ciertos jefes finales no consiguen estropear esta muy buena experiencia videojugabilística para Halloween o realmente para cuando se quiera.
Nota: 9,2/10
Año de lanzamiento: 2013
Plataforma: Nintendo 3DS
Productores: Next Level Games
Portada:
Crítica:
Porque parece que estos últimos artículos están plagados de novedades, aquí llega otra: sí, voy a analizar un videojuego por primera vez en este blog. Antes de empezar, me gustaría contaros algo (mi vida, ejem, ejem): mi experiencia en el mundo de los videojuegos es, cuanto menos, curiosa. Resulta que, cuando yo contaba con unos 9 años, se me antojó una consola de videojuegos. De aquella, la Wii estaba dando sus últimos coletazos de vida y la DS se había revitalizado con la reciente adición del sistema de conexión a Internet que le cambió el nombre a la DSi (no ha llovido desde ese momento ni nada). A pesar de que siempre me llamaron la atención las consolas de sobremesa, mis padres no dieron su brazo a torcer y me tuve que conformar con la anteriormente mencionada DSi. Tampoco me fue mal y descubrí grandes juegos (principalmente de Nintendo, por razones obvias) como el Super Mario 64 , el Mario Kart de la DS y algunos otros. El problema es que, al sólo tener las referencias de una consola portátil, no pude descubrir juegazos que salieron durante esos años y tenía una visión del mundo videojueguil algo limitada pero, aún así, yo estaba feliz con lo que tenía. Tanto así que unos años después no pude evitar adquirir la recientemente lanzada al mercado 3DS (probablemente ilusionado por la idea de un nuevo Mario Kart, aunque reconozco que el 7 no tiene ni mucho menos el encanto y el cariño del de la DS). En ella descubrí, entre otros, los juegos de LEGO (de aquella, habían sacado pocos y me convertí muy rápidamente en un fanático acérrimo) y el Donkey Kong Country Returns (un juego de plataformas diferente y con estilo que recomiendo profundamente). Sin embargo, el juego que más me llamó la atención de la consola llegaría a mis manos de una manera algo casual sin que yo supiera prácticamente nada de él. Ese fue el Luigi`s Mansion 2.
Por si nos había aburrido bastante con mis batallitas de millenial desorientado (realmente soy de la generación Z, pero siempre me ha gustado hacerme el interesante, ¿a quién no?), ahí os va algo de información de la franquicia. Resulta que en el año 2001, Nintendo anunció la salida al mercado de su nueva consola, la Gamecube, una consola bastante querida por los gamers de aquella época. Pues resulta que uno de sus títulos de lanzamiento llamó la atención: no solo iba a ser un juego de pseudo-terror, sino que además Luigi, el eterno secundón, lo iba a protagonizar en solitario. Ese juego acabó siendo el Luigi`s Mansion en el que Luigi recibía una mansión como premio en un concurso que al final resulta estar encantada (allí se encontrará al Profesor Fesor [un personaje recurrente en la saga] y con la ayuda de él y sus instrumentos varios, Luigi tendrá que liberar la mansión de fantasmas y rescatar a su hermano Mario, prisionero del rey Boo, que, como habréis adivinado, es el final boss del juego). Gozó de relativo éxito y buena acogida por parte del público y el juego del que voy a hablar es sencillamente su continuación, sacada 12 años después, para sacar los cuartos a la gente y mejorar las ventas de la nueva portátil de Nintendo. Sin embargo, me parece un muy buen juego, bastante cortito e ideal para jugar en esta época del año. Dejad que me explique. Dejadme hablar del Luigi`s Mansion 2:
Este juego empieza cuando, años después, Luigi recibe una llamada del Profesor Fesor, pidiéndole ayuda y se ve inmediamatamente transportado a un búnker donde se refugia el Profesor (no le busquéis mucha lógica al funcionamiento de los aparatos de este juego, it just works). Allí le explica que gracias al poder de la Luna Oscura, había conseguido hace tiempo que diversos tipos de fantasmas se comportasen pacífica y organizadamente y había conseguido convivir con ellos, llegando incluso a que lo ayuden en sus diferentes experimentos del típico y tópico científico loco (aunque luego veremos que es bastante más que eso) del mundo audiovisual. El problema está en que la Luna Oscura acaba de ser destruida y rota en pedazos por una entidad poderosa y desconocida y los fantasmas se han vuelto agresivos e impredecibles, causando el caos en la zona. Posteriormente, se irá viendo que los cinco pedazos de Luna están repartidos por entre cinco edificios del valle (sí, varios de ellos son mansiones) y el papel de Luigi consiste en explorar estos edificios y realizar diferentes misiones para eventualmente reunir todos los trozos de Luna y volver a restaurar la paz y la concordia en el valle. Sin embargo, los fantasmas no se lo van a poner tan fácil...
Como comenté, los fantasmas son, en cierta manera, el late-motiv del juego y son realmente los enemigos a batir. Hay unos cuantos tipos de fantasmas base en el juego (lo voy a intentar dejar cortito): los verdes (los estándares, no tienen ninguna habilidad especial), los rojos (intentarán empujar y apalizar a Luigi para evitar ser cazados), los azules (que sienten debilidad por esconderse en cajones y armarios mientras tiran cosas), los marrones (que segregan una sustancia resbaladiza, que hará más difícil su captura), los morados (sigilosos y letales) y los bosses (que cuentan con tres capas de piel superpuestas para alargar el proceso de captura y pueden poseer seres vivos y objetos inanimados). Aparte de esos, nos encontramos a algunos jefes intermedios (los Cerebropios con el poder de la telequinesis y las Tres Hermanas, por ejemplo). El juego acierta rotundamente en presentarnos relativamente pocos tipos de fantasmas para que así los podamos identificar fácilmente y lo que hace, muy inteligentemente por su parte, para que no sea siempre lo mismo es que evolucionen, bien sea protegiéndose con objetos como cubos, yelmos o incluso gafas de sol (lo cual le da un giro muy divertido al atraparlos) o el overpowerearlos con ciertos artilugios que irán apareciendo a lo largo del juego (no quiero decir muchos spoilers en esta review porque realmente algunos giros están bien hechos y no os quiero estropear la experiencia) y que harán que tengan más salud (lo cual hace el atraparlos más desafiante).
Hablando de capturarlos a todos, ¿cómo hace Luigi para atrapar a los fantasmas? Luigi dispone de varios artilugios que se irán introduciendo en la primera hora de juego o así. Los más recurrentes son una linterna que le permite iluminar los diferentes parajes y cegar a los fantasmas, una aspiradora (la Succionaentes 5000 [un tópico bastante manido desde Los cazafantasmas pero tampoco me quejo porque, de hecho, las mecánicas del personaje no están mal]) que permite aspirar y expirar aire y fantasmas, almacenándolos dentro; el desoscurizador (un artilugio que le permite a Luigi aletheiar o desvelar ciertas ilusiones ópticas causadas por unos orbes que hacen que ciertos objetos permanezcan ocultos a la vista) y la Distribuidora de Sustos (una DS a través de la cual el Profesor se comunica con Luigi mientras este está en sus misiones; también contiene un mapa bastante bien organizado que será de mucha ayuda para orientarse en las diferentes mansiones). Con la mera combinación de estos cuatro elementos, consiguen un sistema de mecánicas simple y fácil de controlar pero muy apañadas, dejando bastante variedad de acción.
Saltemos, sin embargo, a hablar del gran reclamo del título: las mansiones. En el juego, recorreremos en la piel de Luigi un total de cinco mansiones: la Villa Tenebrosa (la mansión en la que el Profesor solía realizar sus experimentos; una mansión encantada de manual), las Torres Encantadas (una infraestructura gigantesca formada por dos edificios en forma de torre, totalmente invadido por las plantas que sus antiguos dueños les gustaba plantar), la Fábrica de Relojes (el título es bastante explicativo, sencillamente aclarar que la mayor parte del mapa está bajo tierra, en sitios que no han sido explorados desde hace mucho tiempo...), la Mina Secreta (una cabaña en las montañas nevadas que también tiene gran parte de su terreno en el subsuelo, donde descansa una mina ¿abandonada?) y la Mansión Traicionera (una enorme mansión casi aislada en la que su antiguo dueño, aventuro de pro, decoró sus distintas salas con temáticas de diferentes periodos históricos y lugares). Este es uno de los substanciales cambios que se hicieron con respecto al anterior juego: new foes (en forma de más mansiones) appeared. Y para mí no puede haber sido un mayor acierto: el que haya un mayor número de mansiones le da mucha más variedad y frescura y la verdad es que los contrastes entre ellas son muy interesantes y todas ellas tienen mucho espacio y secretos que explorar. De hecho, el juego te premia la exploración con la aparición de diferentes coleccionables (Boos y gemas).
También las misiones están bien pensadas y están hechas de tal modo que se aseguran de que te veas obligado a recorrer todos los rincones de las mansiones (y, ojo, esto no lo digo como algo malo en absoluto; de hecho, el diseño de las mansiones es uno de los puntos fuertes del juego con multitud de habitaciones, pasadizos y accesos varios por explorar organizados de manera bastante orgánica y organizada en diferentes pisos que hacen de la exploración algo muy reconfortante y divertido, amenizado además por las apariciones esporádicas y no necesariamente molestas de los fantasmas). Incluso las misiones más rutinarias como limpiar telarañas o restablecer la corriente hidraúlica son emocionantes y entretenidas.
Los personajes humanos del juego no son muchos, pero tampoco desentonan (sobre todo es muy buena idea [minispoiler] la inclusión de los Toads que, a pesar de que sean algo irritantes en ocasiones, no dejan de ser la cosa más bonita que ha pisado este mundo (no, ahora en serio, su papel en la historia está bien pensado e incluso se deja entrever algo de crítica [¿deberían iniciar los Toads una revolución proletaria contra el hombre que los explota y los abandona a su suerte?]) aunque si hay uno que destaca por encima de los demás es el Profesor Fesor que, aunque tenga las mismas características que el típico científico despistado e incómodo en las relaciones sociales de las pelis, tiene algo (¿serán los chistes sin gracia?, ¿su lenguaje corporal?, no lo sé muy bien la verdad) que lo hace especial y memorable. Los puzzles presentes a lo largo de la historia tienen la dificultad justa y están muy bien planteados, la duración del juego es la justa para contarte una buena historia sin que desconectes por el camino y la banda sonora es adecuada y memorable.
Sin embargo, y desgraciadamente, no es oro todo lo que reluce en este juego y tiene un par de detalles que a mí me nervan un poco, pero que no ensucian del todo el resultado final. Esas son las misiones repetidas hasta la extenuación (las de las Toads se salvan por poco, pero la del perro me saca de quicio: no añade nada nuevo, acabas haciendo un bucle molesto entre las habitaciones para parar de una vez a ese chucho sarnoso fantasmagórico que no hará más de sacarte de tus casillas una y otra vez. Además, intenta quitarle algo de monería a los Toads y eso es imperdonable) y los sorprendetemente ridículos y poco arriesgados jefes de las mansiones (el de la primera mansión me gusta, se ve bien y hace usar diferentes mecánicas. Sin embargo, el resto de jefes... ¿Por dónde empiezo? [Alerta de spoilers considerables] Ah, ya sé. ¡¿UNA ESCALERA?! ¿¡CÓMO TIENEN EL VALOR PARA PONER DE JEFE DE UNA MANSIÓN BASTANTE CHULA DE HECHO A UNA MALDITA ESCALERA?! Y no me hagáis empezar con la oleada de fantasmas a lo Zombies del Call of Duty o con el monstruo de hielo más absurdo que he visto en mucho tiempo. Ahhhh... En fin, nada es perfecto). Sin embargo, y por mucho que me molesten, vuelvo a decir que estos aspectos no estropean del todo el producto final y se pueden pasar por alto, ya que no ocupan tanto tiempo dentro del juego.
Resumiendo, nos encontramos aquí con un juego ideal para estas fechas, inmersivo. que consigue hacer el explorar unas fantásticamente diseñadas mansiones una gozada, permitiéndote enfrentarte a unos muy interesantes fantasmas con una serie de mecánicas bien implementadas y prácticas y cumplir misiones (en su mayor parte) lógicas y entretenidas con una banda sonora y unos gráficos bastante conseguidos. La sobreexplotación de ciertas misiones y la mediocridad de ciertos jefes finales no consiguen estropear esta muy buena experiencia videojugabilística para Halloween o realmente para cuando se quiera.
Nota: 9,2/10
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