La orden del Fénix y el misterio del príncipe o estudiando el antiguo y el nuevo mundo mágico de J.K. Rowling (III)
Harry Potter y la orden del Fénix y Harry Potter y el misterio del príncipe:
Títulos originales: Harry Potter and the Order of the Phoenix; Harry Potter and the Half-Blood Prince
Años de estreno: 2007, 2009
Otras películas interesantes estrenadas esos años: Zodiac, Piratas del Caribe: En el fin del mundo, Shrek Tercero, Ratatouille, La habitación de Fermat, No es país para viejos, Los mundos de Coraline, Star Trek, Ángeles y demonios, Avatar, Up, Sherlock Holmes
Pósters:
Crítica:
A la Warner le va a costar años volver a recuperar la estabilidad de la franquicia después del batacazo de El cáliz de fuego. Ambas de estas películas, que sirven como antecedente del gran final de la saga, que tendría que trasladarse a la segunda década del siglo, tardaron en salir, dado que el equipo de la anterior película tuvo que irse en manada y encontrar sustitutos lleva su tiempo, pero aparemente mereció la pena. El nuevo director sigue en la franquicia hasta día de hoy y el equipo parecía competente y dispuesto a enmendar los errores cometidos y llevarnos de la mejor manera hasta el muy esperado final. ¿Lo consiguieron? Vamos a verlo.
La orden del Fénix:
¿Qué nos ofrece David Yates (el nuevo director) como carta de presentación? Pues bien, curiosamente, las primeras escenas que vemos con él sentado en la silla de director ni son en Hogwarts, ni son en Privet Drive. Son en un parque que, que yo recuerde, no habíamos visto antes en la franquicia (creo que no es el mismo que salió en El prisionero de Azkaban). Pues resulta que, en una calurosa tarde de verano, Dudley, junto con su panda de amigos (que, de verdad os lo digo, son lo más cani que he visto en mi vida), increpa de manera algo violenta a su primo Harry de una manera bastante cruel a decir verdad (incluso para lo que estamos aconstumbrados). Sin embargo, las cosas empiezan a cambiar (se prende la wea) cuando unos dementores los atacan sin razón aparente. La oscuridad y el miedo invaden la escena y a los personajes y Harry se ve obligado a usar un Expecto Patronum en un sitio bastante a cubierto pero Dudley lo presencia. Tan pronto como Harry (y Dudley) vuelve a Private Drive, se entera de que ha sido expulsado de Hogwarts por hacer magia delante de un muggle y se encuentra con un escuadrón de magos/aurores (entre ellos podemos encontrar al verdadero Ojoloco Moody, aparte de otros personajes importantes como Nymphadora Tonks y Kingsley Shacklebolt) que le informan de que le han concertado un juicio para solucionar el tema de la expulsión y que Harry de su versión de los hechos. Inmediatamente, se lo llevan a un sitio más seguro: a la sede de la recién creada Orden del Fénix, un grupo de magos luminosos (entre los que se encuentran los anteriormente mencionados, Remus Lupin y Sirius Black entre otros) que pretenden ejercer resistencia a los mortífagos y su señor oscuro. Una vez allí, se encuentra con Hermione y todos los Weasley y se prepara para ir a Hogwarts por quinta vez una vez que gana el juicio que estudia su caso. En la cena se comenta que el Ministerio de Magia se ha vuelto paranoico y mucho más estricto y niega la existencia del señor oscuro hasta el absurdo. Los jóvenes magos parten hacia Hogwarts y allí se encuentran con su nueva profesora de Defensa contra las Artes Oscuras, que resulta ser Dolores Umbridge (la lugarteniente del Ministro de Magia, que Harry se encontró en el juicio). Resulta que esta profesora opta por un método de enseñanza absolutamente teórico (lo cual es algo absurdo teniendo en cuenta la asignatura que es), tiene una política de castigos muy exigente y no tarda en convertirse por movidas administrativas en la mandamás de Hogwarts y en imponer un conjunto de reglas y normas retrógradas y estúpidas que van a complicar la vida a los alumnos de Hogwarts. Ante esta situación, Harry decide tomarse la justicia por su mano y crear una organización secreta conocida como el Ejército de Dumbledore en la cual reúne a un número considerable de alumnos en la Sala de los Menesteres (una sala que va variando su posición en el castillo y que [como buen mago] sólo aparece cuando se la necesita) y les enseña diversos hechizos y recursos para luchar contra el renacido señor tenebroso del que está recibiendo extrañas y oscuras visiones. Los bandos se van formando para un conflicto cada vez más inminente... Bueno, pues varias cosas se acumularon a la hora de visionar esta película. Entre lo bajas que tenía las expectativas después de la anterior película y que supongo que me pilló de buenas lo cierto es que esta película se sorprendió muy positivamente. El comienzo es bastante frenético. La parte oscura del mismo con los dementores está muy bien y se agradece tanto la introducción de nuevos magos al universo como la recuperación de los que ya conocíamos y adorábamos, especialmente Sirius Black de quien vamos a aprender más cosas de su misterioso pasado, lo cual hará que nos encariñemos aún más con él. Seguimos con el ritmo descontrolado y vamos a Hogwarts. La primera toma de contacto es, cuanto menos, curiosa y es que Harry va a entablar amistad con un personaje muy interesante que no había salido antes en la saga: Luna Lovegood. Su gran excentricidad solo es comparable a su dulzura y la verdad es que a mi me parece un personaje fascinante muy bien interpretado y el motivo de su amistad con Harry está bastante bien pensado. No deja de ser lógico que Neville (que se ha ido ganando mi corazón poco a poco como otro de mis personajes favoritos de la saga) esté hechizado (nótese la ironía) por ella. Pasemos a hablar de Umbridge: efectivamente, es un personaje irritante y odioso pero la actriz (y la película) se lo toma tan en serio que, curiosamente, no parece un personaje exagerado ni una parodia y hasta me ha caído en gracia en alguna ocasión. Pero, sin duda, lo más interesante es la Resistencia. Al haber visto crecer a los personajes en las películas anteriores, entiendes que hagan eso, los apoyas y empiezas a ver que están metidos en una situación algo complicada en la que tendrán que salir sin ayuda de nadie. Todas las escenas en la Sala de los Menesteres (que son bastantes) son, de hecho, interesantes ya que sientes hasta cierto orgullo al ver a los personajes que llevas acompañando durante años seguir creciendo y mejorar (también ayudan los bien ejecutados shippeos [aprende, Mike Newell]). Por cierto, sí, Dumbledore tiene estilo (lo entenderéis si veis la peli). También molan las visiones que tiene Harry y cómo le ayudan a controlarlas. Le da profundidad y oscuridad a una película en la que no se notaba tanto y sirve para anticipar cada vez más con el señor tenebroso y enseñar sus habilidades. Sin más dilación (tampoco hay mucho más que contar la verdad) vamos al final. Ministerio de Magia. Primera gran batalla entre los magos luminosos y los mortífagos. Pues muy bien. Con oscuridad, con tensión, con tragedia, con epicidad, todo un torbellino de emociones que encima termina con un prometedor duelo entre los dos mejores magos de este mundo. Pues esto fue la película. ¿Y qué queréis que yo os diga? Me gustó mucho y me sorprendió. Una película en la que todo lo que podía haber salido mal sale sorprendetemente bien. Entretenida, pero con la dosis justa de oscuridad y gravedad, con un gran ritmo, con unos personajes que maravillan, mucha acción y tensión y unos buenos efectos especiales. Una muy buena crónica de un mundo mágico en crisis que pasa muy por encima del listón del ni tan mal que tenía pensado. Vedla, os sorprenderá.
Nota: 9/10
El misterio del príncipe:
Ya al principio de este filme se deja claro que los mortífagos han ganado bastante poder y el conflicto mágico se ha trasladado al mundo muggle, donde éstos están causando estragos. Harry se encuentra con Dumbledore y juntos van a Godric`s Hollow (el lugar de nacimiento de Godric Gryffindor, el fundador de la casa homónima) a buscar a un antiguo compañero y amigo de Albus, Horace Slughorn, para que vuelva a ocupar su antiguo puesto de profesor de Pociones en Hogwarts (de hecho, le dio clase al que no debe ser nombrado en su periodo escolar) . Después de un rato, consiguen convencerlo y hacen que venza el miedo que tiene, como todos, a la situación de un mundo mágico constantemente amenazado. Harry se prepara para su Sexto año en Hogwarts, con más incógnitas que nunca: ¿De qué bando está Snape?, ¿Qué es lo que trama Draco Malfoy?, ¿Quién será el Príncipe Mestizo que aparece mencionado en su mejorado libro de Pociones?, ¿Por qué tiene Dumbledore la mano así? y, lo más importante, ¿qué sabe Slughorn del señor tenebroso y por qué no quiere decirlo?... La película empieza, a mi gusto, de una manera algo torpe en unas escenas urbanas algo incómodas y que no aportan nada. Se empieza a poner interesante la cosa en un Godric`s Hollow muy curioso, que parece un pueblo fantasma (ya veremos en la siguiente película su importancia en la trama). Sin embargo, se empieza a resentir cuando llegamos a Hogwarts con una escena en el tren innecesaria y también algo incómoda. Los engranajes ya no funcionan como en la anterior, se oxidan y creo que tengo la solución: las dos cosas en esta película que hace que no funcione, que nos chirríe. Primero decir que la trama se centra mucho en el personaje de Slughorn y, aceptemóslo, Horace Slughorn no es un personaje muy interesante. Y es que creo que él no tiene tanta profundidad, tanta cosa que decir, tanta personalidad. La película le viene grande y sus partes dejan de ser interesantes en relativo poco tiempo e, incluso, llegan a aburrirme bastante en momentos. Por otro lado, de todas las preguntas que hice en la sinopsis de la peli, se puede adivinar que en la película conviven muchas subtramas, demasiadas. Y si bien algunas funcionan (la de Snape, la de Draco, entre otras), otras son un completo desastre. De verdad que se centra un buen rato en una trama que da verguenza ajena, que no está bien hecha y que no aporta nada. Todo lo de Ron como jugador de Quidditch y todo el lío de la poción de amor y todo eso. Mal, mal, rematadamente mal. Tiempo de pantalla gastado para nada, para incomodar profundamente. De verdad, horrible. La trama del joven Voldemort no está mal hecha y te deja con ganas de más pero, precisamente por eso, es un poco incompleta y se agradecería que todo el tiempo dedicado a esas gilip*lleces de Ron lo hubiesen dedicado a explorar más este más interesante personaje (ojo, que a mí Ron me gusta como personaje, pero menudo destrozo que han hecho con él en esta película). Aclarar que lo que más funciona de la película son sus partes más oscuras (hay hasta una posesión demoniaca y no me lo estoy inventando), incluyendo el final, que salva la película. Es oscuro, guarda la tensión, nos presenta a unos personajes absolutamente derrotados y desesperados y nos deja ya a las puertas del gran enfrentamiento entre el niño que sobrevivió y el señor tenebroso. Para acabar, nos encontramos ante una película salvada por la campana, que toma algunas malas decisiones (como la de, por primera vez en la franquicia, no centrarse en un personaje interesante) y se pierde en un laberinto de tramas innecesariamente enrevesado pero que, al menos, falla con estilo y se ve redimida por un muy buen final que nos pone ya a las puertas del gran enfrentamiento que marcará los dos mundos.
Nota: 7,8/10
Títulos originales: Harry Potter and the Order of the Phoenix; Harry Potter and the Half-Blood Prince
Años de estreno: 2007, 2009
Otras películas interesantes estrenadas esos años: Zodiac, Piratas del Caribe: En el fin del mundo, Shrek Tercero, Ratatouille, La habitación de Fermat, No es país para viejos, Los mundos de Coraline, Star Trek, Ángeles y demonios, Avatar, Up, Sherlock Holmes
Pósters:
Crítica:
A la Warner le va a costar años volver a recuperar la estabilidad de la franquicia después del batacazo de El cáliz de fuego. Ambas de estas películas, que sirven como antecedente del gran final de la saga, que tendría que trasladarse a la segunda década del siglo, tardaron en salir, dado que el equipo de la anterior película tuvo que irse en manada y encontrar sustitutos lleva su tiempo, pero aparemente mereció la pena. El nuevo director sigue en la franquicia hasta día de hoy y el equipo parecía competente y dispuesto a enmendar los errores cometidos y llevarnos de la mejor manera hasta el muy esperado final. ¿Lo consiguieron? Vamos a verlo.
La orden del Fénix:
¿Qué nos ofrece David Yates (el nuevo director) como carta de presentación? Pues bien, curiosamente, las primeras escenas que vemos con él sentado en la silla de director ni son en Hogwarts, ni son en Privet Drive. Son en un parque que, que yo recuerde, no habíamos visto antes en la franquicia (creo que no es el mismo que salió en El prisionero de Azkaban). Pues resulta que, en una calurosa tarde de verano, Dudley, junto con su panda de amigos (que, de verdad os lo digo, son lo más cani que he visto en mi vida), increpa de manera algo violenta a su primo Harry de una manera bastante cruel a decir verdad (incluso para lo que estamos aconstumbrados). Sin embargo, las cosas empiezan a cambiar (se prende la wea) cuando unos dementores los atacan sin razón aparente. La oscuridad y el miedo invaden la escena y a los personajes y Harry se ve obligado a usar un Expecto Patronum en un sitio bastante a cubierto pero Dudley lo presencia. Tan pronto como Harry (y Dudley) vuelve a Private Drive, se entera de que ha sido expulsado de Hogwarts por hacer magia delante de un muggle y se encuentra con un escuadrón de magos/aurores (entre ellos podemos encontrar al verdadero Ojoloco Moody, aparte de otros personajes importantes como Nymphadora Tonks y Kingsley Shacklebolt) que le informan de que le han concertado un juicio para solucionar el tema de la expulsión y que Harry de su versión de los hechos. Inmediatamente, se lo llevan a un sitio más seguro: a la sede de la recién creada Orden del Fénix, un grupo de magos luminosos (entre los que se encuentran los anteriormente mencionados, Remus Lupin y Sirius Black entre otros) que pretenden ejercer resistencia a los mortífagos y su señor oscuro. Una vez allí, se encuentra con Hermione y todos los Weasley y se prepara para ir a Hogwarts por quinta vez una vez que gana el juicio que estudia su caso. En la cena se comenta que el Ministerio de Magia se ha vuelto paranoico y mucho más estricto y niega la existencia del señor oscuro hasta el absurdo. Los jóvenes magos parten hacia Hogwarts y allí se encuentran con su nueva profesora de Defensa contra las Artes Oscuras, que resulta ser Dolores Umbridge (la lugarteniente del Ministro de Magia, que Harry se encontró en el juicio). Resulta que esta profesora opta por un método de enseñanza absolutamente teórico (lo cual es algo absurdo teniendo en cuenta la asignatura que es), tiene una política de castigos muy exigente y no tarda en convertirse por movidas administrativas en la mandamás de Hogwarts y en imponer un conjunto de reglas y normas retrógradas y estúpidas que van a complicar la vida a los alumnos de Hogwarts. Ante esta situación, Harry decide tomarse la justicia por su mano y crear una organización secreta conocida como el Ejército de Dumbledore en la cual reúne a un número considerable de alumnos en la Sala de los Menesteres (una sala que va variando su posición en el castillo y que [como buen mago] sólo aparece cuando se la necesita) y les enseña diversos hechizos y recursos para luchar contra el renacido señor tenebroso del que está recibiendo extrañas y oscuras visiones. Los bandos se van formando para un conflicto cada vez más inminente... Bueno, pues varias cosas se acumularon a la hora de visionar esta película. Entre lo bajas que tenía las expectativas después de la anterior película y que supongo que me pilló de buenas lo cierto es que esta película se sorprendió muy positivamente. El comienzo es bastante frenético. La parte oscura del mismo con los dementores está muy bien y se agradece tanto la introducción de nuevos magos al universo como la recuperación de los que ya conocíamos y adorábamos, especialmente Sirius Black de quien vamos a aprender más cosas de su misterioso pasado, lo cual hará que nos encariñemos aún más con él. Seguimos con el ritmo descontrolado y vamos a Hogwarts. La primera toma de contacto es, cuanto menos, curiosa y es que Harry va a entablar amistad con un personaje muy interesante que no había salido antes en la saga: Luna Lovegood. Su gran excentricidad solo es comparable a su dulzura y la verdad es que a mi me parece un personaje fascinante muy bien interpretado y el motivo de su amistad con Harry está bastante bien pensado. No deja de ser lógico que Neville (que se ha ido ganando mi corazón poco a poco como otro de mis personajes favoritos de la saga) esté hechizado (nótese la ironía) por ella. Pasemos a hablar de Umbridge: efectivamente, es un personaje irritante y odioso pero la actriz (y la película) se lo toma tan en serio que, curiosamente, no parece un personaje exagerado ni una parodia y hasta me ha caído en gracia en alguna ocasión. Pero, sin duda, lo más interesante es la Resistencia. Al haber visto crecer a los personajes en las películas anteriores, entiendes que hagan eso, los apoyas y empiezas a ver que están metidos en una situación algo complicada en la que tendrán que salir sin ayuda de nadie. Todas las escenas en la Sala de los Menesteres (que son bastantes) son, de hecho, interesantes ya que sientes hasta cierto orgullo al ver a los personajes que llevas acompañando durante años seguir creciendo y mejorar (también ayudan los bien ejecutados shippeos [aprende, Mike Newell]). Por cierto, sí, Dumbledore tiene estilo (lo entenderéis si veis la peli). También molan las visiones que tiene Harry y cómo le ayudan a controlarlas. Le da profundidad y oscuridad a una película en la que no se notaba tanto y sirve para anticipar cada vez más con el señor tenebroso y enseñar sus habilidades. Sin más dilación (tampoco hay mucho más que contar la verdad) vamos al final. Ministerio de Magia. Primera gran batalla entre los magos luminosos y los mortífagos. Pues muy bien. Con oscuridad, con tensión, con tragedia, con epicidad, todo un torbellino de emociones que encima termina con un prometedor duelo entre los dos mejores magos de este mundo. Pues esto fue la película. ¿Y qué queréis que yo os diga? Me gustó mucho y me sorprendió. Una película en la que todo lo que podía haber salido mal sale sorprendetemente bien. Entretenida, pero con la dosis justa de oscuridad y gravedad, con un gran ritmo, con unos personajes que maravillan, mucha acción y tensión y unos buenos efectos especiales. Una muy buena crónica de un mundo mágico en crisis que pasa muy por encima del listón del ni tan mal que tenía pensado. Vedla, os sorprenderá.
Nota: 9/10
El misterio del príncipe:
Ya al principio de este filme se deja claro que los mortífagos han ganado bastante poder y el conflicto mágico se ha trasladado al mundo muggle, donde éstos están causando estragos. Harry se encuentra con Dumbledore y juntos van a Godric`s Hollow (el lugar de nacimiento de Godric Gryffindor, el fundador de la casa homónima) a buscar a un antiguo compañero y amigo de Albus, Horace Slughorn, para que vuelva a ocupar su antiguo puesto de profesor de Pociones en Hogwarts (de hecho, le dio clase al que no debe ser nombrado en su periodo escolar) . Después de un rato, consiguen convencerlo y hacen que venza el miedo que tiene, como todos, a la situación de un mundo mágico constantemente amenazado. Harry se prepara para su Sexto año en Hogwarts, con más incógnitas que nunca: ¿De qué bando está Snape?, ¿Qué es lo que trama Draco Malfoy?, ¿Quién será el Príncipe Mestizo que aparece mencionado en su mejorado libro de Pociones?, ¿Por qué tiene Dumbledore la mano así? y, lo más importante, ¿qué sabe Slughorn del señor tenebroso y por qué no quiere decirlo?... La película empieza, a mi gusto, de una manera algo torpe en unas escenas urbanas algo incómodas y que no aportan nada. Se empieza a poner interesante la cosa en un Godric`s Hollow muy curioso, que parece un pueblo fantasma (ya veremos en la siguiente película su importancia en la trama). Sin embargo, se empieza a resentir cuando llegamos a Hogwarts con una escena en el tren innecesaria y también algo incómoda. Los engranajes ya no funcionan como en la anterior, se oxidan y creo que tengo la solución: las dos cosas en esta película que hace que no funcione, que nos chirríe. Primero decir que la trama se centra mucho en el personaje de Slughorn y, aceptemóslo, Horace Slughorn no es un personaje muy interesante. Y es que creo que él no tiene tanta profundidad, tanta cosa que decir, tanta personalidad. La película le viene grande y sus partes dejan de ser interesantes en relativo poco tiempo e, incluso, llegan a aburrirme bastante en momentos. Por otro lado, de todas las preguntas que hice en la sinopsis de la peli, se puede adivinar que en la película conviven muchas subtramas, demasiadas. Y si bien algunas funcionan (la de Snape, la de Draco, entre otras), otras son un completo desastre. De verdad que se centra un buen rato en una trama que da verguenza ajena, que no está bien hecha y que no aporta nada. Todo lo de Ron como jugador de Quidditch y todo el lío de la poción de amor y todo eso. Mal, mal, rematadamente mal. Tiempo de pantalla gastado para nada, para incomodar profundamente. De verdad, horrible. La trama del joven Voldemort no está mal hecha y te deja con ganas de más pero, precisamente por eso, es un poco incompleta y se agradecería que todo el tiempo dedicado a esas gilip*lleces de Ron lo hubiesen dedicado a explorar más este más interesante personaje (ojo, que a mí Ron me gusta como personaje, pero menudo destrozo que han hecho con él en esta película). Aclarar que lo que más funciona de la película son sus partes más oscuras (hay hasta una posesión demoniaca y no me lo estoy inventando), incluyendo el final, que salva la película. Es oscuro, guarda la tensión, nos presenta a unos personajes absolutamente derrotados y desesperados y nos deja ya a las puertas del gran enfrentamiento entre el niño que sobrevivió y el señor tenebroso. Para acabar, nos encontramos ante una película salvada por la campana, que toma algunas malas decisiones (como la de, por primera vez en la franquicia, no centrarse en un personaje interesante) y se pierde en un laberinto de tramas innecesariamente enrevesado pero que, al menos, falla con estilo y se ve redimida por un muy buen final que nos pone ya a las puertas del gran enfrentamiento que marcará los dos mundos.
Nota: 7,8/10
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