La piedra filosofal y la cámara secreta o estudiando el antiguo y el nuevo mundo mágico de J.K. Rowling (I)
Harry Potter y la piedra filosofal y Harry Potter y la cámara secreta:
Títulos originales: Harry Potter and the Sorcerer`s Stone ; Harry Potter and the Chamber of Secrets
Años de estreno: 2001, 2002
Otras películas interesantes estrenadas esos años: Shrek, Monstruos S.A., El señor de los anillos: la Comunidad del Anillo, El señor de los anillos: las dos torres, Los otros, La gran aventura de Mortadelo y Filemón, Spider-Man, Atrápame si puedes, Minority Report
Pósters:
Crítica:
Casi sin querer, el año está llegando a su fin otra vez y, antes de hablar de lo que nos has traído este año 2018 (y aprovechando que, al fin, tengo unas relativas vacaciones), me gustaría retomar la idea del especial de fin de año (el año pasado lo hice de Star Wars y la verdad es que me lo pasé muy bien haciéndolo) y repasar antes de Año Nuevo toda la saga cinematográfica de Harry Potter. ¿Por qué? Por tres razones: 1. A la saga de libros de J.K. Rowling le tengo mucho aprecio ya que fue la primera saga literaria que leía y me enganchó terriblemente 2. Lo cierto es que la última vez que vi estas películas fue hace cierto tiempo, las tenía en un pedestal y quería comprobar si soportan bien el paso del tiempo; no sólo de los 17 años que han pasado desde el estreno de la primera sino lo que el paso del tiempo ha provocado en mí (¿las veré con la misma inocencia e ilusión con las que las disfrutaba antaño?) 3. Dejando de lado el lado emocional, me interesa reseñarlas desde un punto de vista práctico, ya que quiero hablar de la nueva de Animales Fantásticos con conocimiento de causa. ¿Empezamos ya con las aventuras del niño que sobrevivió?
La piedra filosofal:
Dos años después de la publicación de novela, de un éxito apabullante, la Warner decidió estrenar esta película. Dirigida por el director de dos grandes clásicos de los 90 como son Señora Doubtfire y Solo en casa y protagonizada por, para ser honestos, un elenco bastante impresionante de actores británicos (Maggie Smith, Alan Rickman y unos, de aquella desconocidos, Emma Watson, Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Tom Felton) llegó en Noviembre del 2001 Harry Potter y la Piedra Filosofal, convirtiéndose en todo un fenómeno de masas y atrayendo más y más gente a la Pottermanía. Sin embargo, funcionará igual de bien 17 años después?. Brevemente (voy a hablar un poco sobre el argumento de la película, aunque me parecería raro que no lo supieseis ya), la película se centra en un muchacho llamado Harry Potter que, después de perder a sus padres en un accidente cuando era muy pequeño, es forzado a vivir con sus tíos, los Dursley y su irritante primo Dudley en una pequeña buhardilla de una pequeña casa en Privet Drive, Londres. Sin embargo, una gran revelación cambiará su vida en la noche de su undécimo cumpleaños (corría el año 91). Resulta que los padres de Harry, James y Lilly Potter, eran capaces de hacer magia, eran magos y hechiceros muy poderosos y, de hecho, Harry también lo es (su tía Petunia lo sabía y no se lo había contado porque no se acababa de fiar de su hermana y sus habilidades mágicas y no quería que su sobrino acabara también así). No solo eso, pero el mundo en el que vive es un mundo dividido entre muggles (los humanos que no controlan la magia y, de hecho, no conocen de su existencia) y magos (los sensibles a la magia, ya veremos luego que algunos llevan mejor que otros la coexistencia con los muggles). El asunto es que un hombre llamado Hagrid va a llevarlo a Hogwarts, la escuela de los magos ingleses en la que podrá desarrollar sus capacidades como hechicero. A partir de aquí, vemos como Harry vive diversas aventuras en Hogwarts, conociendo a sus mejores amigos Hermione Granger y Ron Weasley, sufriendo la fama (al ser sus padres muy conocidos en el mundo mágico hace un tiempo, todo el mundo parece que lo conoce de antes y lo trata o muy bien o muy mal, dependiendo de la opinión que tenían de James y Lilly [de ahí su inmediata enemistad con los Malfoy, una familia soberbia y altanera que desprecia a los muggles y todo lo que tenga que ver con ellos]; ¿qué puedo decir?, la fama cuesta]), jugando al quiddilidiando con los distintos profesores (a pesar de su amistad con Dumbledore, el director de la escuela y Hagrid, el guardabosques; se gana la desaprovación de varios docentes [siendo el más importante de ellos Severus Snape, el profesor de Pociones; que consideraba que James Potter era un imbécil por lo que había coincidido con él en sus años escolares] y de Filch, el conserje) y, en definitiva, aprendiendo e intentando formar una nueva familia que cuide de él y que lo entienda, mientras él intenta olvidar el recuerdo de sus padres (que se aviva con todas las historias que le cuentan allí de ellos) y ayudar a los demás. Todo va relativamente bien hasta que Ron, Hermione y Harry se encuentran en una de las salas del castillo de Hogwarts un perro gigante de tres cabezas... Para poder analizar esta película, hay que tener en cuenta dos factores: 1. Al ser la primera película de una saga extensa, debe introducir un montón de información (sí, lo habéis adivinado, exposición infinita para todos) 2. Esta película salió en el año 2001 (qué viajó estoy, tampoco pasó tanto...) y esto puede explicar que los efectos especiales canten un poco (a su favor hay que decir que no llega al nivel de la temporada de 2005 de Doctor Who que, por mucho cariño que le tenga, hay que decir que tiene unos efectos que no se sostenían ni en su propia época) y que algunos de los diálogos y de los temas que tratan se sientan a día de hoy algo anticuados. Esta exposición que he comentado baja severamente el ritmo de la película, que es algo irregular pero no considero que el haber empezado totalmente desde cero haya sido un error, al contrario. La película te presenta en todo momento la perspectiva de Harry y consigue ser muy inmersiva, haciendo que sintamos lo mismo que él y, sobre todo, que descubramos este nuevo y apasionante mundo de la magia junto con él, dejando que la magia nos inunde poco a poco. Otra cosa que hace muy bien la película es establecer relaciones: las relaciones de Harry con el resto de personajes tienen su cierta lógica y están bien desarrolladas y, de hecho, todos los personajes secundarios con los que interactúa son muy interesantes. Con esto tengo un problema, que puede parecer raro pero creo que Harry Potter tiene demasiado protagonismo en una película que lleva su nombre. Lo sé, es absurdo pero los personajes secundarios son tan interesantes y, gracias a que Harry siempre tiene que ser el que haga las cosas, no tienen un protagonismo que les iría como anillo al dedo. Otro problema que tengo con esta película es el tono o, más bien, la sensación que produce. En la película, los personajes deben enfrentarse a varias criaturas, magos y maldiciones y, sin embargo, en ningún momento el peligro al que se enfrentan parece real. Sabes de antemanano que lo van a derrotar con facilidad, sin despeinarse y eso resta un poco de la gran situación inmersiva que esta película produce en el espectador. Otra cosa que casi me saca de la película es el guión. No recuerdo si esto viene de la novela original o no, pero el argumento de esta película es nefasto, mucho peor de lo que recordaba. Todo el guión se basa en casualidades absolutamente fortuitas, en ningún momento siguen los personajes ningún plan ni obedecen cierto criterio. Se lo encuentran todo por casualidad y vencen a todo porque tienen habilidades y conocimientos que no están bien explicados a lo largo del filme y que descolocan. Sin embargo, hubo varios factores que hicieron que no me desconectara totalmente de la película: lo excepcionalmente grabada que está (hay algunas escenas geniales como la llegada a Hogwarts atravesando el lago o el partido de quidditch), lo apasionante e inmenso que es el mundo en el que se nos introduce (aunque la responsabilidad de eso no recae en la película, sino en el libro que la inspiró), lo extrañamente entretenida para lo larga que es (que dura dos horas y media la jod*da) y la fantástica banda sonora de John Williams (inspiradora, realmente mágica y que ayuda a que los espectadores se sumerjan aún más en la película; recomiendo que veais los vídeos de Jaime Altozano al respecto para ver la verdadera complejidad detrás de ella). Resumiendo, esta es una película que cumple muy bien la función de introducirnos a la saga poniéndonos en la piel de un protagonista interesante y haciendo que el fantástico mundo se desenrrolle poco a poco ante nosotros y que sabe de una manera inteligente tapar sus carencias en el tono, el guión y el ritmo con unos personajes maravillosos interpretados fantásticamente, una banda sonora magistral y una muy buena dirección. Una piedra preciosa (filosofal) en bruto que necesita ser pulida.
Nota: 8,5/10
La cámara secreta:
Segundo año de Harry en Hogwarts. La relación con su familia adoptiva es cada vez más tensa y no ayuda que un maldito elfo (ya veremos su importancia más adelante en la saga) parezca que quiere j*derle la existencia con tal de que no vaya a Hogwarts. Afortunadamente Ron y sus hermanos lo rescatan y lo llevan a la Madriguera, la casa familiar de los Weasley. Desde allí, y después de ciertos inconvenientes, llegan al callejón Diagon (una calle semioculta en Londres llena de tiendas mágicas, aparte del principal banco del mundo mágico, Gringotts) y se encuentran con quien va a ser su nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras, Gilderoy Lockhart. Desde ahí, van a Hogwarts pero un problema en la estación (presumiblemente causado por el elfo Dobby) hace que Ron y Harry tengan que conducir con gran habilidad el coche volador que poseen los Weasly (que cómo un niño de 12 años sabe conducir un coche, y encima volador, es algo que se me escapa; una de las muchas incoherencias de la peli) llegando a Hogwarts de milagro y metiéndose en un lío que no saben ni dónde se han metido. Menos mal que Santa Minerva tiene piedad (tenía que pasar, porque era extremadamente plot-convenient pero bueno) y los chicos de oro entran a Hogwarts una vez más. No pasará mucho tiempo hasta que cosas raras empiecen a pasar. Los "sangre sucia" (forma extremadamente fea y despectiva de llamar a los magos hijos de muggles) de Hogwarts empiezan a caer bajo una maldición que los petrifica al instante. La cosa no mejora cuando aparece una pintada amenazante hecha con sangre y se ve afectada gente muy cercana a Harry. ¿Tendrá algo que ver con esa misteriosa voz que Harry escucha en su cabeza? Sí, no me he podido contener y lo he desvelado ya en la sinopsis. El argumento sigue estando lleno de incongruencias y todo vuelven a ser grandes casualidades. Pero, antes que nada, ese nuevo profesor, Lockhart, me suena. Un momento... ¡No me va a sonar ni nada! ¡Pero si es Kenneth Brannagh! Efectivamente, Brannagh vuelve a la carga y, en esta vez, encarnando a un personaje puramente cómico. Lockhart es alguien patético, que vive a base de alardear, arrogante, un mentiroso compulsivo con un reverso oscuro y, sorprendentemente, me lo pasé muy bien cada vez que él se robaba una escena (también ayuda la muy convincente interpretación de Brannagh). Si hablamos de nuevos personajes, mencionar a Myrtle la Llorona que también se roba la película todas las veces que aparece (meritorio teniendo en cuenta que podía haber dado mucha vergüenza ajena si se hubiese ejecutado mal) y a Colin (es lo más adorable que he visto en mucho tiempo y punto). Otra cosa que no ha mejorado esta película con respecto a la anterior es el problema del ritmo. La película va un poco a trompicones, alterando momentos más y menos interesantes. Sin embargo, la película se pone muy interesante en una gran escena que es la de Azazog (hasta aquí puedo leer) y, a partir de ahí, el ritmo se multiplica y vamos escopetados hacia un final prometedor. Mientras tanto, la película te muestra una faceta de Harry Potter y sus habilidades más oscura y te muestra a una personaje legítimamente en conflicto que soluciona perfectamente uno de los problemas de su antecesora (sólo ha mejorado este, pero algo es algo): el tono. Los personajes maduran un poco y se enfrentan a peligros reales que los hacen dudar (la verdad es que esto la película lo borda). Pero, bueno, venga, vamos al final: es bueno, mucho. La batalla mola y hay momentos de legítima tensión. El plan del villano es bueno, la complicidad de Harry y Dumbledore se desarrolla de manera muy efectiva e introduce conceptos importantes para la saga de una manera armónica y bien buscada (aunque eso venga de la novela). Resumiendo, esta película es como la anterior en casi todos los aspectos y, a pesar de que el ritmo de esta película es incluso más problemático que el de su antecesora, consigue el gran logro de presentar peligros reales que hacen dudar a los personajes de sí mismo y que se presenten conflictos lógicos y explicables, gana en epicidad y los nuevos personajes funcionan. La piedra ha sido sometida con éxito a la cámara, pero necesita más refinamiento. ¿Quizás le venga bien llevarla a cierta prisión?
Nota: 8,6/10
Títulos originales: Harry Potter and the Sorcerer`s Stone ; Harry Potter and the Chamber of Secrets
Años de estreno: 2001, 2002
Otras películas interesantes estrenadas esos años: Shrek, Monstruos S.A., El señor de los anillos: la Comunidad del Anillo, El señor de los anillos: las dos torres, Los otros, La gran aventura de Mortadelo y Filemón, Spider-Man, Atrápame si puedes, Minority Report
Pósters:
Crítica:
Casi sin querer, el año está llegando a su fin otra vez y, antes de hablar de lo que nos has traído este año 2018 (y aprovechando que, al fin, tengo unas relativas vacaciones), me gustaría retomar la idea del especial de fin de año (el año pasado lo hice de Star Wars y la verdad es que me lo pasé muy bien haciéndolo) y repasar antes de Año Nuevo toda la saga cinematográfica de Harry Potter. ¿Por qué? Por tres razones: 1. A la saga de libros de J.K. Rowling le tengo mucho aprecio ya que fue la primera saga literaria que leía y me enganchó terriblemente 2. Lo cierto es que la última vez que vi estas películas fue hace cierto tiempo, las tenía en un pedestal y quería comprobar si soportan bien el paso del tiempo; no sólo de los 17 años que han pasado desde el estreno de la primera sino lo que el paso del tiempo ha provocado en mí (¿las veré con la misma inocencia e ilusión con las que las disfrutaba antaño?) 3. Dejando de lado el lado emocional, me interesa reseñarlas desde un punto de vista práctico, ya que quiero hablar de la nueva de Animales Fantásticos con conocimiento de causa. ¿Empezamos ya con las aventuras del niño que sobrevivió?
La piedra filosofal:
Dos años después de la publicación de novela, de un éxito apabullante, la Warner decidió estrenar esta película. Dirigida por el director de dos grandes clásicos de los 90 como son Señora Doubtfire y Solo en casa y protagonizada por, para ser honestos, un elenco bastante impresionante de actores británicos (Maggie Smith, Alan Rickman y unos, de aquella desconocidos, Emma Watson, Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Tom Felton) llegó en Noviembre del 2001 Harry Potter y la Piedra Filosofal, convirtiéndose en todo un fenómeno de masas y atrayendo más y más gente a la Pottermanía. Sin embargo, funcionará igual de bien 17 años después?. Brevemente (voy a hablar un poco sobre el argumento de la película, aunque me parecería raro que no lo supieseis ya), la película se centra en un muchacho llamado Harry Potter que, después de perder a sus padres en un accidente cuando era muy pequeño, es forzado a vivir con sus tíos, los Dursley y su irritante primo Dudley en una pequeña buhardilla de una pequeña casa en Privet Drive, Londres. Sin embargo, una gran revelación cambiará su vida en la noche de su undécimo cumpleaños (corría el año 91). Resulta que los padres de Harry, James y Lilly Potter, eran capaces de hacer magia, eran magos y hechiceros muy poderosos y, de hecho, Harry también lo es (su tía Petunia lo sabía y no se lo había contado porque no se acababa de fiar de su hermana y sus habilidades mágicas y no quería que su sobrino acabara también así). No solo eso, pero el mundo en el que vive es un mundo dividido entre muggles (los humanos que no controlan la magia y, de hecho, no conocen de su existencia) y magos (los sensibles a la magia, ya veremos luego que algunos llevan mejor que otros la coexistencia con los muggles). El asunto es que un hombre llamado Hagrid va a llevarlo a Hogwarts, la escuela de los magos ingleses en la que podrá desarrollar sus capacidades como hechicero. A partir de aquí, vemos como Harry vive diversas aventuras en Hogwarts, conociendo a sus mejores amigos Hermione Granger y Ron Weasley, sufriendo la fama (al ser sus padres muy conocidos en el mundo mágico hace un tiempo, todo el mundo parece que lo conoce de antes y lo trata o muy bien o muy mal, dependiendo de la opinión que tenían de James y Lilly [de ahí su inmediata enemistad con los Malfoy, una familia soberbia y altanera que desprecia a los muggles y todo lo que tenga que ver con ellos]; ¿qué puedo decir?, la fama cuesta]), jugando al quiddilidiando con los distintos profesores (a pesar de su amistad con Dumbledore, el director de la escuela y Hagrid, el guardabosques; se gana la desaprovación de varios docentes [siendo el más importante de ellos Severus Snape, el profesor de Pociones; que consideraba que James Potter era un imbécil por lo que había coincidido con él en sus años escolares] y de Filch, el conserje) y, en definitiva, aprendiendo e intentando formar una nueva familia que cuide de él y que lo entienda, mientras él intenta olvidar el recuerdo de sus padres (que se aviva con todas las historias que le cuentan allí de ellos) y ayudar a los demás. Todo va relativamente bien hasta que Ron, Hermione y Harry se encuentran en una de las salas del castillo de Hogwarts un perro gigante de tres cabezas... Para poder analizar esta película, hay que tener en cuenta dos factores: 1. Al ser la primera película de una saga extensa, debe introducir un montón de información (sí, lo habéis adivinado, exposición infinita para todos) 2. Esta película salió en el año 2001 (qué viajó estoy, tampoco pasó tanto...) y esto puede explicar que los efectos especiales canten un poco (a su favor hay que decir que no llega al nivel de la temporada de 2005 de Doctor Who que, por mucho cariño que le tenga, hay que decir que tiene unos efectos que no se sostenían ni en su propia época) y que algunos de los diálogos y de los temas que tratan se sientan a día de hoy algo anticuados. Esta exposición que he comentado baja severamente el ritmo de la película, que es algo irregular pero no considero que el haber empezado totalmente desde cero haya sido un error, al contrario. La película te presenta en todo momento la perspectiva de Harry y consigue ser muy inmersiva, haciendo que sintamos lo mismo que él y, sobre todo, que descubramos este nuevo y apasionante mundo de la magia junto con él, dejando que la magia nos inunde poco a poco. Otra cosa que hace muy bien la película es establecer relaciones: las relaciones de Harry con el resto de personajes tienen su cierta lógica y están bien desarrolladas y, de hecho, todos los personajes secundarios con los que interactúa son muy interesantes. Con esto tengo un problema, que puede parecer raro pero creo que Harry Potter tiene demasiado protagonismo en una película que lleva su nombre. Lo sé, es absurdo pero los personajes secundarios son tan interesantes y, gracias a que Harry siempre tiene que ser el que haga las cosas, no tienen un protagonismo que les iría como anillo al dedo. Otro problema que tengo con esta película es el tono o, más bien, la sensación que produce. En la película, los personajes deben enfrentarse a varias criaturas, magos y maldiciones y, sin embargo, en ningún momento el peligro al que se enfrentan parece real. Sabes de antemanano que lo van a derrotar con facilidad, sin despeinarse y eso resta un poco de la gran situación inmersiva que esta película produce en el espectador. Otra cosa que casi me saca de la película es el guión. No recuerdo si esto viene de la novela original o no, pero el argumento de esta película es nefasto, mucho peor de lo que recordaba. Todo el guión se basa en casualidades absolutamente fortuitas, en ningún momento siguen los personajes ningún plan ni obedecen cierto criterio. Se lo encuentran todo por casualidad y vencen a todo porque tienen habilidades y conocimientos que no están bien explicados a lo largo del filme y que descolocan. Sin embargo, hubo varios factores que hicieron que no me desconectara totalmente de la película: lo excepcionalmente grabada que está (hay algunas escenas geniales como la llegada a Hogwarts atravesando el lago o el partido de quidditch), lo apasionante e inmenso que es el mundo en el que se nos introduce (aunque la responsabilidad de eso no recae en la película, sino en el libro que la inspiró), lo extrañamente entretenida para lo larga que es (que dura dos horas y media la jod*da) y la fantástica banda sonora de John Williams (inspiradora, realmente mágica y que ayuda a que los espectadores se sumerjan aún más en la película; recomiendo que veais los vídeos de Jaime Altozano al respecto para ver la verdadera complejidad detrás de ella). Resumiendo, esta es una película que cumple muy bien la función de introducirnos a la saga poniéndonos en la piel de un protagonista interesante y haciendo que el fantástico mundo se desenrrolle poco a poco ante nosotros y que sabe de una manera inteligente tapar sus carencias en el tono, el guión y el ritmo con unos personajes maravillosos interpretados fantásticamente, una banda sonora magistral y una muy buena dirección. Una piedra preciosa (filosofal) en bruto que necesita ser pulida.
Nota: 8,5/10
La cámara secreta:
Segundo año de Harry en Hogwarts. La relación con su familia adoptiva es cada vez más tensa y no ayuda que un maldito elfo (ya veremos su importancia más adelante en la saga) parezca que quiere j*derle la existencia con tal de que no vaya a Hogwarts. Afortunadamente Ron y sus hermanos lo rescatan y lo llevan a la Madriguera, la casa familiar de los Weasley. Desde allí, y después de ciertos inconvenientes, llegan al callejón Diagon (una calle semioculta en Londres llena de tiendas mágicas, aparte del principal banco del mundo mágico, Gringotts) y se encuentran con quien va a ser su nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras, Gilderoy Lockhart. Desde ahí, van a Hogwarts pero un problema en la estación (presumiblemente causado por el elfo Dobby) hace que Ron y Harry tengan que conducir con gran habilidad el coche volador que poseen los Weasly (que cómo un niño de 12 años sabe conducir un coche, y encima volador, es algo que se me escapa; una de las muchas incoherencias de la peli) llegando a Hogwarts de milagro y metiéndose en un lío que no saben ni dónde se han metido. Menos mal que Santa Minerva tiene piedad (tenía que pasar, porque era extremadamente plot-convenient pero bueno) y los chicos de oro entran a Hogwarts una vez más. No pasará mucho tiempo hasta que cosas raras empiecen a pasar. Los "sangre sucia" (forma extremadamente fea y despectiva de llamar a los magos hijos de muggles) de Hogwarts empiezan a caer bajo una maldición que los petrifica al instante. La cosa no mejora cuando aparece una pintada amenazante hecha con sangre y se ve afectada gente muy cercana a Harry. ¿Tendrá algo que ver con esa misteriosa voz que Harry escucha en su cabeza? Sí, no me he podido contener y lo he desvelado ya en la sinopsis. El argumento sigue estando lleno de incongruencias y todo vuelven a ser grandes casualidades. Pero, antes que nada, ese nuevo profesor, Lockhart, me suena. Un momento... ¡No me va a sonar ni nada! ¡Pero si es Kenneth Brannagh! Efectivamente, Brannagh vuelve a la carga y, en esta vez, encarnando a un personaje puramente cómico. Lockhart es alguien patético, que vive a base de alardear, arrogante, un mentiroso compulsivo con un reverso oscuro y, sorprendentemente, me lo pasé muy bien cada vez que él se robaba una escena (también ayuda la muy convincente interpretación de Brannagh). Si hablamos de nuevos personajes, mencionar a Myrtle la Llorona que también se roba la película todas las veces que aparece (meritorio teniendo en cuenta que podía haber dado mucha vergüenza ajena si se hubiese ejecutado mal) y a Colin (es lo más adorable que he visto en mucho tiempo y punto). Otra cosa que no ha mejorado esta película con respecto a la anterior es el problema del ritmo. La película va un poco a trompicones, alterando momentos más y menos interesantes. Sin embargo, la película se pone muy interesante en una gran escena que es la de Azazog (hasta aquí puedo leer) y, a partir de ahí, el ritmo se multiplica y vamos escopetados hacia un final prometedor. Mientras tanto, la película te muestra una faceta de Harry Potter y sus habilidades más oscura y te muestra a una personaje legítimamente en conflicto que soluciona perfectamente uno de los problemas de su antecesora (sólo ha mejorado este, pero algo es algo): el tono. Los personajes maduran un poco y se enfrentan a peligros reales que los hacen dudar (la verdad es que esto la película lo borda). Pero, bueno, venga, vamos al final: es bueno, mucho. La batalla mola y hay momentos de legítima tensión. El plan del villano es bueno, la complicidad de Harry y Dumbledore se desarrolla de manera muy efectiva e introduce conceptos importantes para la saga de una manera armónica y bien buscada (aunque eso venga de la novela). Resumiendo, esta película es como la anterior en casi todos los aspectos y, a pesar de que el ritmo de esta película es incluso más problemático que el de su antecesora, consigue el gran logro de presentar peligros reales que hacen dudar a los personajes de sí mismo y que se presenten conflictos lógicos y explicables, gana en epicidad y los nuevos personajes funcionan. La piedra ha sido sometida con éxito a la cámara, pero necesita más refinamiento. ¿Quizás le venga bien llevarla a cierta prisión?
Nota: 8,6/10
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