El príncipe de Egipto (escrito por Javi Larriba)
Título original: The Prince of Egypt
Año de estreno: 1998
Otras películas
interesantes estrenadas ese año: El show de Truman, El milagro de P. Tinto, Los amantes del
Círculo Polar
Directores: Brenda Chapman, Steve Hickner y
Simon Wells
Póster:
Crítica:
La verdad sea dicha, la idea de esta película parece una idea
ridícula desde el comienzo. Hacer un remake animado, con canciones y pequeños
toques de humor de una película como Los diez mandamientos no parece una buena
idea. No es solo que la original sea considerada un hito en la historia del
cine, sino que la historia que cuenta es una tan seria y con tal peso como la
de Moisés. Sin embargo, Dreamworks se arriesgó y decidió apostar por esta idea,
veamos que tal les salió. Antes de empezar tengo que decir que no sé
exactamente como de fiel es esta adaptación a la historia original (jamás he
leído el Éxodo), por lo que perdonadme si digo algo incorrecto.
La película comienza con una escena en exceso cruel y dura.
En ella vemos como un numeroso grupo de esclavos están siendo forzados a
construir templos y monumentos gigantes en honor a el faraón. La escena no
esconde en lo más mínimo la realidad tan cruda de un tema tan serio como es la
esclavitud; heridas abiertas en las espaldas causadas por los latigazos, la
sobreexplotación de los esclavos y el maltrato por parte de los guardias
indiscriminadamente de quien sea, incluso ancianos y niños. Al mismo tiempo que
esto ocurre el faraón decide que los esclavos han crecido demasiado en número y
manda a sus hombres matar a todos los bebes hebreos. Una familia consigue
eludir a los guardas y decide muy a su pesar poner a su bebe en una cesta en el
río con esperanzas de que llegue a un lugar donde pueda tener una vida mejor.
Por azares del destino consigue sobrevivir a todos los peligros del río y llega
al palacio, dónde la reina decide adoptarlo y criarlo junto con su otro hijo,
Ramsés.
Año después vemos como los dos jóvenes ya crecidos se
divierten en una carrera de cuadrigas. Acaban causando estragos en toda la
ciudad por culpa de su carrera, lo que les cuesta una severa reprimenda por
parte de su padre, el faraón. Su padre es especialmente duro con Ramsés a quien
advierte que algún día será el faraón, y que tiene que comportarse como tal o
podría llegar a ser el eslabón débil de su dinastía y causar la caída de
Egipto. Moisés trata de hablar con su padre para que sea menos estricto con su
hermano, pero este insiste en que Ramsés tiene que ser más responsable para
poder soportar la carga que le ha sido impuesta como heredero al trono. Ramsés
esta comprensiblemente molesto por cómo le había hablado su padre, por lo que
como buen hermano que es, Moisés trata de animarlo a base de bromas y
jugarretas. A decir verdad, esta parte de la película trata de ser muy cómica y
jovial. Esto no quiere decir que sea mala, pero a veces sí que resulta un poco
fuera de lugar, en ocasiones parece que algunos de estos personajes son sacados
de Desmadre a la americana en vez de la Biblia. Aunque, todo sea dicho, sirve
para enseñar la buena relación de hermanos de los dos protagonistas, así como
un buen contraste de lo que paso al principio de la película y lo que pasara
después.
Más tarde en una fiesta celebrada en honor a los príncipes
Ramsés es nombrado príncipe regente y Moisés arquitecto real. Uno de los
regalos de sus súbditos fue una joven esclava llamada Séfora. Se la reglan a
Moisés y se la llevan a sus aposentos reales. Una vez terminada la fiesta
Moisés regresa a su habitación dónde ve que Séfora había escapado. La ve
escapando de palacio y decide ayudarla al distraer a unos guardas que
estuvieron a punto de verla. Decide seguirla a hurtadillas por la ciudad y se
encuentra con dos esclavos. Estos no eran otros que sus verdaderos hermanos
Aarón y Miriam. Tratan de convencerle de quienes son en realidad, pero él no
les cree y amenaza con encarcelarlos. No es hasta que Miriam le canta la misma
canción que le cantó su madre cundo le dejo en el río que empieza a dudar de su
propio pasado. Corre asolado por la duda al palacio, dónde descubre en los
grabados de las paredes que a quien siempre consideró su padre fue el
responsable de la masacre de cientos de bebes de esclavos. Confirma también que
él es en realidad hijo de esclavos, por lo que huye avergonzado de si mismo de
Egipto, no sin antes encontrarse con Ramsés y darle una despedida muy dolorosa
para ambos.
Después de vagar por el desierto durante días llega a un
pequeño pueblo. Allí salva a unas niñas pequeñas de unos bandidos, por lo que
es acogido por la gente del pueblo con hospitalidad. Entre los habitantes del
pueblo se encontraba Séfora, que aún tenía un poco de resentimiento hacia
Moisés, pero a la vez gratitud por haberla ayudado a escapar. En ese lugar
acaba encontrando una vida feliz y humilde viviendo como un pastor entre la
gente durante algunos años. También entabla una relación de amor con Séfora con
la que se casó después de un tiempo. Un día cualquiera encuentra una misteriosa
cueva en la que encuentra un extraño arbusto en llamas, pero que no consumían
al arbusto. En una escena espectacular acompañada por la magnífica música de
Hans Zimmer, Moisés tiene una revelación de Dios. Este le ordena que libere al
pueblo hebreo del yugo del faraón. Moisés trata de decirle que se ha equivocado
de mensajero, que él fue en su momento el príncipe de Egipto y que aunque fuese
también hebreo no era digno de ser el salvador de su pueblo. Dios le dice que
no desconfié de su palabra, y que él le guiaría en todo momento. Le dio un
cayado con el cual Moisés sería capaz de hacer sus milagros. Por tanto, Moisés
junto a Séfora emprendieron un viaje hacia Egipto para enfrentarse al faraón y
liberar a todos los hebreos.
Cuando llegaron a la sala del trono Moisés no se encontró con
su padre adoptivo, sino con su hermano adoptivo Ramsés, que se había convertido
faraón y había tenido un hijo. Ramsés se alegró inmediatamente de ver a Moisés
y le recibió con un caluroso abrazo. Moisés al principio también se mostró
contento de ver a su hermano, pero desgraciadamente toda esa alegría se fue
cuando Moisés le dijo cuál era su verdadero objetivo. Ramsés quedo desolado al
descubrir que su hermano no había vuelto para estar con él, sino para liberar a
los esclavos. No obstante, el faraón no
mostro vacilación y se opuso a Moisés en su intento de liberar a su pueblo,
argumentando que no sería el eslabón débil. De aquí en adelante es cuando la
película alcanza su cenit, mostrando una escala y proporciones (por falta de
una mejor palabra) bíblicas. Vuelve la
misma crueldad del principio de la película en la escena de las diez plagas.
Una escena en la que se ve como los inocentes del pueblo de Egipto sufren por
los castigos divinos de Dios. No solo es una delicia para la vista al mostrar
un derroche de animación impresionante y unos ángulos magníficos, sino que
además es increíblemente épica y trágica a la vez. La tragedia viene del
enfrentamiento de los dos hermanos, ninguno quiere lastimar al otro, pero su
situación los obliga a ser enemigos. Incluso en una conversación que tienen
añoran los viejos tiempos y desean que las cosas vuelvan a ser como antes,
simplemente sublime.
Ramsés decide tomar medidas drásticas, y dice que hará lo
mismo que su padre, una masacre al pueblo hebreo como nunca antes ha habido ni
volverá a haber en Egipto. Moisés le dice que se había vuelto loco, y que había
condenado no solo a su pueblo sino también a su familia. La respuesta de Dios llega
en forma de la décima y última plaga, en la que en una sola noche acabo con la
vida de todos los primogénitos de Egipto, incluyendo al hijo de Ramsés. Los
hebreos fueron los únicos que no se vieron afectados por ninguna de las plagas.
Ramsés totalmente destruido por la muerte de su hijo deja marchar al pueblo
hebreo, y ordena a Moisés que no le toque, mostrando dolor y un odio profundo
hacia quien a sus ojos una vez fue su hermano.
Moisés entonces guía a su pueblo hasta la costa del Mar Rojo
dónde planeaba empezar una nueva vida
para todo su pueblo. Sin embargo, un último peligro les acechaba. Faraón
consumido por la cólera junto con una legión de soldados carga contra ellos con
la intención de no dejar a ninguno vivo. Una columna de fuego enviada por Dios
cae del cielo para impedírselo. El pueblo hebreo asustado y sin escapatoria
busca ayuda en Moisés, quién usando el cayado que Dios le entrego hizo su mayor
milagro hasta el momento. Abrió las aguas usando el cayado, creando así un
camino por el que los hebreos pudieron escapar a una nueva tierra más allá del
mar y libres de esclavitud. La película termina con ambos hermanos separados,
en lo que sería el adiós para siempre entre ellos, separados por sus destinos y
por el odio de uno hacia otro.
¿Qué decir de esta joya? A diferencia de otras películas que
vi de pequeño y me encantaron y aún hoy en día me gustan, gracias mayormente a
la nostalgia, este no es el caso con esta película. Mi opinión de esta película
se ha forjado por solo la película, y nada en nostalgia, ya que la vi por
primera vez hace pocos años.
Lo peor de la
película: Como
ya mencioné en ocasiones la película trata de meter un poco de humor, que
aunque no sea horrible, sí que se siente un poco metido a calzador. Aunque como
he dicho sirve como un buen contraste y una sólida base para establecer la
relación entre los dos hermanos. También, y aunque igual sea ser un poco
tiquismiquis, los diseños de personajes pueden ser un poco extraños a veces.
Aunque esto no distrae especialmente a la hora de ver la película y quizás se
deba a que estoy más acostumbrado al estilo de animación de Disney.
Lo mejor de la
película: Demasiadas cosas. La fantástica
animación que nos da unos planos y ángulos de otro mundo. La banda sonora de
Hans Zimmer que ayuda a transmitir perfectamente las emociones de la película.
También están las canciones, que é que algunas personas le parecerán molestas,
me parecen geniales, son muy buenas y encima ayudan al argumento a progresar de
una forma orgánica. Y por último, la relación de los dos protagonistas. Ambos
con grandes personalidades y que crean un perfecto drama que cohesiona todo el
argumento de una manera fantástica.
Definitivamente una película que necesita mucho más
reconocimiento. Muestra que los remakes pueden ser buenos, y que la animación
es una herramienta perfecta para contar historias de la más variada índole.
Nota: 9,8/10
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