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Estrenos del 2019 (I) o especiales 2019 (I)

Películas estrenadas durante el 2019 (I):

Bueno, no quería que esto volviese a pasar pero, de nuevo, he dejado el blog inactivo durante unos cuantos meses sin ninguna justificación. Medio año, para ser exactos en el que, obviamente, mucho ha cambiado. Un virus proveniente de China ha asolado (y sigue asolando) el mundo entero, muchas vidas se han perdido y nuestra rutina se ha visto totalmente alterada, primero en un confinamiento obligatorio que parecía que iba a durar dos semanas al principio y acabó durando dos meses, después con una desescalada por fases desiguales en el territorio español y luego con una nueva normalidad que al principio prometía pero que ahora va cada vez peor y que parece testificar que esta pesadilla continuará bastante más tiempo. Lo primero que pensé al entrar en el estado de alarma fue que, al no tener que abandonar mi domicilio bajo prácticamente ninguna circunstancia, iba a disponer de más tiempo para dedicar a mis aficiones (entre ellas, este sitio) pero cuando la enseñanza online se convirtió en tres veces más trabajo que antes de marzo y el deporte que estaba haciendo en casa para mantenerme en forma me empezó a ocupar más y más tiempo me di cuenta de que no podía estar más lejos de la realidad. Pasé el confinamiento estresado, con el tiempo justo día sí día también. Con la desescalada, tuve que empezar a centrarme en los exámenes y ya para junio tocaba terminar prácticas como se pudiera y presentarse a los controles. Resumiendo, me pasé más de tres meses en la misma situación que el año anterior y a la que pensaba que no me volvería a enfrentar en algo más de tiempo. Luego ya para julio no hay excusa (estas vacaciones, viajar mucho no es ni seguro ni sensato) y ese mes me lo tomé como unas merecidas vacaciones en las que al fin pude desconectar de ese agobio continuado durante una tercera parte del tiempo que la anterior vez pero con la misma intensidad. Agosto... bueno, no encontré las ganas o el tiempo preciso hasta hoy, día 17 (a saber cuando subiré esto) y pensé bastantes días en dejarlo definitivamente pero hoy me sobrevino un algo que me empujó indudablemente a escribir aquí y continuar un artículo que empecé rajando de JJ Abrams en marzo  rememorando un 2019 en el que no éramos conscientes de la cantidad de pequeñas y grandes cosas que dábamos por sentado y que ahora ya son dudosas o imposibles. Qué buena y qué mala puede ser la nostalgia (ya lo decía Fangoria con lo de que la memoria es un cuchillo que tiene dos filos).

Ahora que ya el 2019 es cosa del pasado, es más fácil observar cómo fue el año cinematográfico en su conjunto y lo cierto es que este año, al contrario que el 2018 (que fue un año en el que el nivel de calidad de las películas que fui a ver se mantenía bien salvo contadas excepciones y en el que me llevé bastantes sorpresas positivas pero en el que, sin embargo, no encontré tantas películas lo suficientemente buenas como para hablar de ellas de manera individual), estuvo lleno de contrastes y tuvo un rango de calidad muy amplio. Lo que quiero decir con esto es que hubo muchas películas que me sorprendieron para mal, muchas que me sorprendieron para bien (incluyendo cuatro a las que quiero dedicar un artículo aparte para cada una) y bastante pocas en el medio. El 2019 fue un año de luces y sombras pero poco claroscuro. Y, bueno, dicho esto, empecemos, que hay mucha tela que cortar .

Aclaración: este año los estrenos van a estar divididos en dos partes en vez de en tres porque hay más películas en lo alto del todo a las que voy a dedicar artículos individuales y porque el número de películas que vi en el 2019 fue algo menor que en el 2018.


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Suspensos: Si bien los dos años anteriores esta parte estuvo más bien vacía, este año ha resultado bastante más prolífico en estas películas que me repelen lo suficiente como para catear el nada exigente examen de calidad al que las someto. Las características que tienen estos cuatro bodrios (para mí, ojo) en común son su constante capacidad de dejarme con cara de tonto al ver lo pésimas que son todas las decisiones que toman y las ganas que tengo de que acaben durante casi todo su metraje o bien que me provocan una reacción incontenible de desidia y muerte creativa que tarda en borrarse incluso después de la proyección de los títulos finales. Pero basta ya de generalidades y procedo a analizar una por una estas cuatro películas.

Star Wars: El ascenso de Skywalker:

Sí, antes de nada, aclarar que he pensado mucho dónde poner esta película en la lista y os prometo que si la considero la peor película del año no es porque me haya llevado una decepción mayúscula con ella ni porque tenga nada en contra del director o de los guionistas de la misma (si bien uno de los guionistas de la película fue uno de los que orquestó el libreto de Batman contra Superman y eso no creo que quede muy bien en el curriculum, soy el primero que creo abiertamente en las segundas oportunidades y en que alguien puede salir de una mala racha y en el mundo del cine eso se da mucho). También hay que reconocer que a pesar de que me gustase mucho el capítulo anterior de la franquicia, Rian Johnson dejó todo patas arriba y era una labor titánica acabar la saga de una manera clara después del volantazo tremendo con el que Johnson se desvió de la idea original de esta nueva trilogía. Pero, y basándome solo en aspectos puramente cinematográficos y lo más objetivos posibles os digo, que, efectivamente, esta es para mi no solo la peor película de todas las que llevan Star Wars en su título sino también la peor película que he tenido el ¿placer? de ver en 2019 (eso sí, he de decir que tiene una competencia que está prácticamente a su mismo nivel). La película empieza, como siempre, con el prólogo dividido en tres párrafos de un vibrante color amarillo. La primera frase del texto ya busca llamar la atención con una ambiciosa pieza de información entre exclamaciones: los muertos hablan. Esto es básicamente para introducir al villano de la película. ¿Os acordáis del villano de Los últimos Jedi, ese Snoke al que matan en un momento? Pues bien, esto en esa película tiene una intención bastante interesante: durante la mayor parte de la película, no hay un villano de por sí y se puede decir que el propio mal se encarna en el conflicto permanente entre unos buenos que no son tan buenos y unos malos que empiezan a tener sus propias inquietudes con unos personajes que formaban parte de una amplia escala de grises. Realmente, esto es un giro interesante a un modelo bidimensional de lo malo y lo bueno que, salvo excepeciones, predominaba en las películas originales de los 70 y los 80 y que se extendió al resto de películas de la saga hasta ese momento y es una de las cosas que más disfruté en el tan difamado episodio VIII. Pues bueno, en el IX, esto no pasa. Para nada. Los buenos son buenísimos y no paran de encontrarse aliados por toda la galaxia que se unen a ellos sin ningún tipo de duda. Y esto lo llevan a unos extremos tan poco realistas como frustrantes. Resulta que en una de sus desopilantes aventuras, nuestro grupo de protagonistas se encuentra con una antigua conocida de Poe a la que él había dejado en la estacada años atrás, causándole muchos problemas. Pues bien, esta señora después de exponer con mucho criterio que tendría que venderlos a la Orden o, al menos, pasar de ellos; decide, en un momento, ayudarlos sin ningún tipo de problema y, de hecho, no vuelve a mencionar nada de los problemas del pasado que tuvo con Dameron durante toda la película. Que, por cierto, hablando de personajes nuevos, los guionistas meten unos cuantos y no hace falta haber estudiado cine para comprender que, en una tercera parte de una trilogía no se puede gastar metraje en introducir un sinfín de personaje nuevos que no se hayan mencionado antes en la saga, sobre todo cuando estos personajes no aportan nada a la trama ni llegan a ningún sitio. De estos, los personajes femeninos son meros intereses amorosos de los protagonistas masculinos que ni interesan ni aportan nada y que gastan tiempo de metraje de una forma criminal en una película que ya era larga de por sí. El otro es un personaje interpetrado por el actor que hacía a Charlie en Lost, lo cual tiene sentido porque Abrams y él ya han trabajado juntos antes, pero el motivo por el que está ahí es absolutamente surrealista. Por lo que leí, Abrams metió a Charlie (vamos a llamarlo así al personaje, porque su verdadero nombre no me puede interesar menos) en la película porque perdió una apuesta. Esto no me molestaría tanto si no fuera porque le quita tiempo de pantalla a un personaje que de verdad lo merecía. En el episodio VIII, una de los protagonistas era una ayudante en una nave de la Resistencia llamada Rose que se sacrificó por un buen fin, sobreviviendo de milagro, y que acabó en una relación con Finn. Tristemente, la mala recepción de la película por parte de los fans hizo que algunos se metiesen a muerte con la actriz que encarnaba al personaje, convencidos de que ella era la supuesta culpable de los problemas que ellos tenían con la película hasta tal punto que la actriz tuvo que abandonar las redes sociales por un tiempo. Pues en esta película podía haber vuelto a tener presencia, resarcirse de lo malo de aquella situación pero no. A Abrams le pareció que su función en la película lo tenía que hacer Charlie, que aparece en la Resistencia de repente sin saber nada de él (lógicamente porque es un personaje que los guionistas metieron a última hora) y Rose no debe de tener ni cinco minutos de pantalla en una película que dura dos largas horas y media. Ole, ole, los caracole. La bocachancla de Abrams volvió a traicionarle cuando dijo que en la película iba a estar presente una representación del colectivo LGTBIQ+ satisfactoria y lo que obtuvimos fue un beso entre dos mujeres que no dijeron nada en toda la película en el fondo de la escena y que dura un segundo (si parpadeas te lo pierdes y no es broma) en, repito, una película de dos horas y media. ¿Pero en qué emplean el tiempo de pantalla los guionistas entonces? Pues, durante la primera hora de la cinta o más, en una estructura repetitiva de Rey llegando a un lugar con su séquito a un sitio, teniendo una visión intensita de Kylo Ren y dejando a sus amigos solos ante el peligro. Esto puede llegar a pasar unas cinco veces y no estoy exagerando. En una de ellas se cuela en una nave de la Orden y mete a sus amigos en un lío de narices para ir a ver qué le cuenta Ben Solo (por supuesto a ella nunca le pasa nada y sale ilesa de todas las situaciones imaginables porque lleva siendo una crack en todo desde el episodio VII; el arco del héroe para quien lo quiera) y le da igual muy fuertemente. Luego también tiene tiempo de pantalla un androide que es como un satisfyer 2.0 con ruedas que solo está ahí para dar información relevante para la trama que conoce porque sí (el guión está lleno de coincidencias como éstas, como el hecho de que caigan de lleno en el sitio que buscaban en el planeta desértico o que la daga sirva en el primer sitio que miran en un planeta bastante grande) y, hablando de androides, Abrams le da bastante tiempo de pantalla a C3PO ya que este ha de traducir un mensaje en Sith y su sistema no le deja, con lo que hay que reiniciar su memoria. La idea mala no es porque este androide dorado es uno de los pocos personajes que aparece en las nueve películas principales de la saga y es muy emotivo porque va a perder todos esos recuerdos. ¿Qué pasa? Que, una vez que los pierde, los recupera en escasos cinco minutos. Con lo cual, ¿para qué toda la preparación emocional para que pase este momento trágico si al final no pasa nada?. Es estúpido, parece que el tiempo de pantalla aquí se dedica sólo a ideas que tendrían que haber descartado en un primer boceto del guión. ¿Más tramas? Las hay, claro. Resulta que en la flota de la Orden hay un topo. [Spoilers a partir de aquí] El traidor es el pelirrojo intensito del episodio VIII que, harto de que Ren lo desprecie, decide actuar por su cuenta para joderle, sin importarle para nada las vidas de sus compañeros villanos y subordinados. El motivo se asemeja más a rabieta de niño de cinco años que a algo realmente sensato pero se agradece la presencia de este personaje en esta película donde los personajes tienen la misma profundidad que una hoja de papel. También, como era de esperar, Kylo Ren se vuelve bueno después de que el fantasma de su padre le de una charla motivacional y su madre se sacrifique para que él se vuelva bueno de una manera que no está muy bien explicada. A todo esto, todavía no hablé del anticipado villano. Pues sí , es el Emperador (un clon supuestamente fue lo que murió en el episodio VI aparentemente pero, cómo no, tampoco lo explican) que tenía una flota gigantesca de naves de última tecnología y un ejército de caballeros Sith también porque sí. Su plan tampoco es muy consistente y cambia a lo largo de la película. Si os acordáis de las precuelas, en especial del episodio III, el Emperador se portaba de una manera muy comprensiva y se aprovechaba de la hipocresía de los Caballeros Jedi y el amor que sentía por Padme para convencer a Anakin de que se pasase al lado oscuro. Aquí no; fuera delicadeza. Se presenta ante Rey como una persona peligrosa de la que ella no se debería de fiar, lo cual es absurdo incluso para el poder ilimitado que tiene. Ya para acabar, hablar rápidamente de cuatro cosas. Uno: el montaje de la película es muy rápido, demasiado. La película vuela de una escena a otra sin dejar tiempo para nada y lanza al espectador una cantidad de información demencial en cuestión de segundos. ¿Resultado?: el espectador (yo al menos) se sobresatura a los veinte minutos y se queda viendo el resto de la película sin que le importe nada más porque su cerebro ya no da para más. Dos: los diálogos son horribles, especialmente en la primera hora de película en la que todo lo que dicen los personajes parece sacado de un trailer de la película estirado hasta la locura. Y no, las personas en la vida real no hablan todo el rato como si estuvieran en un trailer de una película. Tres: ni la banda sonora está bien. Las canciones en sí no están mal, porque John Williams es garantía de algo decente. El problema está en que, al contrario que en el episodio VIII, usan mucho la banda sonora en las primeras escenas. ¿Consecuencia? Al oírla tanto, la banda sonora no surte efecto y no resalta sólo los momentos importantes sino que el espectador ya se acostumbra a que la pongan por cualquier cosa y pasa de ella. Cuatro: el final. Ay, ay. El beso fue la confirmación final de que estamos ante un fanfic de cuidado, uno malo además. Y luego la escena en Tatooine: será emocionante para algunos ver cómo Rey entierra los sables en la arena (yo ya digo que estaba en un estado en el que ya me daba igual todo). Pero lo de Rey Skywalker ya me dolió. Para empezar, Rey se estableció en el episodio VIII que no tenía apellidos y que sus padres no eran nadie importante pero como Rian Johnson es el demonio y todo estaba mal en esa película (me río yo de eso pero parece que fuimos pocos los que realmente la disfrutamos), pues resulta que no, que Rey es una Palpatine. Venga, lo puedo dar por bueno. Lo que no puede ser es lo de Rey Skywalker. Si hay algo que Star Wars enseña a la audiencia (y esta película también con lo de todas las naves en la batalla y eso) es que no hace falta venir de una gran dinastía para ser un héroe y que muchos héroes son gente supuestamente poco importante como Han Solo y muchos otros personajes. El apellido no es algo determinante para medir la bondad y la valía de alguien y los padres y los hijos pueden ser muy diferentes. Pero resulta que ahora a Rey le da cosa llamarse Rey Palpatine. Eso ya fue la gota que colmó el vaso. Yo puedo respetar que a alguien le guste esta película pero para mí es un completo y absoluto desastre: el tiempo de pantalla se invierte no en cosas interesantes ni en hacer a los personajes algo profundos sino en introducir personajes nuevos que ni importan ni son necesarios ni llevan a ningún sitio, como muchas de las estúpidas tramas de la película. El guion es terrible con personajes cambiando totalmente de opinión en cuestión de una escena, un sinfín de casualidades y conveniencias absurdas y muchas invenciones repentinas que no se explican. Los personajes son planos, el diálogo es ridículo y la película consigue coger cosas que funcionaron en otras películas y hacerlas ridículas o absurdas. Tampoco vale mucho la pena en el plano artístico. Resumiendo, siendo una película de Star Wars y no consiguiendo ni emocionar ni entretener, esta película es un auténtico desastre sin paliativos. Me pregunto lo que pensará George Lucas. Pobre, con la ilusión que le hacía que esta saga fuese una historia redonda de nueve películas y la película acabó siendo una decepción de tamaño galáctico.

Nota: 3.4/10

Y ya que parece que esto va de decepciones, seguimos para bingo con:

El silencio de la ciudad blanca:

Bueno, a ver, hay una lección que se puede sacar de esta película antes de empezar a hablar de ella (tampoco hay mucho que decir, la verdad): cuando un director o directora hace una película que te guste bastante y te sorprenda no se puede dar por hecho que su siguiente película vaya a ser un bombazo también y mucho menos dejarlo por escrito (como hice yo cuando hablé de El aviso hace ya un tiempo). Esto a veces pasa y a veces no. Con Drew Goddard pasó, con Daniel Calparsoro ya no coló. Esta película posiblemente sea la que más me aburrió con diferencia de todas las vi en aquel ya lejano 2019 en el cine. En un principio puede parecer interesante con el encuentro de los cuerpos en el subsuelo y la escena de las abejas. Más o menos mantiene con una persecución por los tendales en las calles de Vitoria después de presentar a los protagonistas. Pero todo se va a pique en tres sencillos pasos. 1. Sale Belén Rueda: su personaje no tiene ninguna razón de ser, estar ni parecer y la historia de amor con el prota es sencillamente terrible. 2. Los echan del caso por obsesionarse en exceso con él: tópico, topicazo que hace que tengamos que sufrir los protagonistas que son más tópicos aún (el de Aura Garrido ni eso porque es la nada más absoluta) en una tediosa misión en solitario. 3. La película pregona la identidad del asesino antes incluso de llegar a la mitad de su metraje y literalmente no hace nada con ello: lo de enseñar al malo principal a la mitad puede añadir a la película de dos maneras diferentes; o bien el personaje mismo es capturado, mostrando su excéntrica personalidad y los investigadores de turno se debaten entre fiarse de él para que les ayude a acabar de resolver ese u otro caso, lo cual le añade mucha intriga a películas como Seven o El silencio de los corderos o bien el director se centra en el punto de  vista del malhechor creando tensión viendo cómo se las apaña para engañar a todo el mundo y seguir con su plan y cierta frustración y nerviosismo mientras se ve el lento proceso de investigación del resto de personajes. Para ilustrar esto vuelvo a recurrir a Fincher (lo siento pero el tío es muy bueno, qué queréis que yo le haga) y a su película más reciente, Perdida, que si bien no es su mejor película denuncia con atino problemas de la sociedad moderna,  analiza con bastante frialdad (como es habitual en él) la mente humana y la manipulación de las masas y se erige como la película más triste que haya visto de él al ser también la más real. Perdón por procrastinar para evitar seguir hablando del misterio vitoriano (que no victoriano) que nos concierne pero es que esta es una película que en vez de provocar frustración o rechazo genera la más profunda apatía (por lo menos la anterior película que traté era considerablemente más larga que esta y por eso quizás esta tiene más nota). Bueno, en fín. El caso es que la película no hace nada con el asesino (de hecho, me atrevería a decir que no genera ningún tipo de tensión desde que el título apareció en pantalla) y desaprovecha algo que podría haber funcionado. Una de las cosas que más me llamó la atención de El aviso es que no requería de muchísimas localizaciones para contar la historia y entre un restaurante y una pequeña gasolinera contaba el grueso de la historia y creaba cierta ambientación. Aquí tiene la ciudad de Vitoria entera y no la aprovecha para nada. Lo único que merece la pena mencionar es la Catedral que da lugar a otra persecución que revive un poco al espectador del tedio absoluto con algo de acción necesaria y una escena que más o menos regenera interés en una ermita en lo alto de una montaña en la que básicamente se explica el lore del lugar y por qué el asesino presenta los cuerpos como lo hace (creo recordar, ha pasado ya bastante tiempo). Trato los últimos problemas que tiene la película y ya me callo. El evidente es que el guión es más inestable que el plutonio. Luego también está la repetición de lo de las abejas hasta hacerlo aborrecible. Si el asesino mata siempre igual, en el mismo lugar y en la película siempre se repite la misma escena prácticamente idéntica ya ese método ni sorprende ni intimida ni interesa. Tampoco me voy a preocupar por el posible trágico destino de unos personajes que ni me van ni me vienen. Lo que sí que me llamó la atención es que recurriese la película al fácil recurso de los gemelos, típico de película de sábado tarde de Antena 3. Me recuerda esto a Los ríos de color púrpura, una película francesa de hace ya 20 años con Jean Reno y Vincent Cassel que reveí hace poco y que me gusta bastante gracias a la interesante ambientación, la banda sonora y al gran papel de Cassel (Reno está en piloto automático) con excepción de la pelea con los skins (esa escena es exagerada, no tiene nada que ver con el tono de la película y chirría bastante en general). Hacia el final, todo se va poniendo más intenso hasta que [spoilers supongo] en lo alto de la montaña la película de repente se autodestruye con una conclusión final que no explica ni la mitad de lo que ha pasado a lo largo del filme y que parece una chapuza de última hora. Curiosamente, había unas gemelas involucradas. ¿Casualidad? Lo cierto es que esta película (sé que está basada en un libro superventas y realmente espero que en la novela todo se explique mucho mejor y tenga unos cimientos sólidos que permitan que la trama no solo se sostenga minímamente sino que sea además interesante de seguir) también parece una chapuza que han pensado a última hora. La diferencia entre ambas cintas es que en esta el final sí es satisfactorio porque significa que puedes olvidar al fin semejante bodrio. El aviso es una película sencilla, corta para evitar aburrir, con una trama original, unos personajes interesantes y unas buenas interpretaciones (destacar la del niño). Nada de eso se puede aplicar a esta película, de hecho esta cinta está en las antípodas de todo lo que hizo interesante a El aviso. Un desastre prácticamente de cabo a rabo.

Nota: 4/10

Hellboy (2019):

Apenas quince años desde el estreno de la primera de las películas de Del Toro hicieron falta para que el iluminado de Neil Marshall (el director de Descenso, película que reconozco que no he visto) haya sacado un reboot de las aventuras de este personaje que empezaron en los cómics de Mike Mignola. Para Guillermo del Toro, Hellboy (2004) fue su primera gran película en Hollywood y le salió muy bien la jugada al mexicano. Un uso muy interesante de los subterráneos para ir introduciendo unas criaturas con un diseño interesante y con diferentes habilidades mágicas que podrían en aprietos al macarra protagonista, un villano icónico, un humor algo gamberro, bastante atención a unos personajes principales interesantes y con buena química entre ellos fueron algunas de las cosas que hicieron a esta primera película una experiencia entretenida, divertida y bastante memorable. La segunda de las pelis de Del Toro pierde cierto estilo, pasa de ser una película de fantasía y acción que tiende al terror en algunos momentos a una película fantástica exclusivamente y, en vez de presentar a pocas criaturas hábilmente como en la primera, aquí presenta ciudades, culturas y civilizaciones enteras en una película de fantasía épica que toma prestado algunas ideas de El señor de los anillos. El mundo de la primera se expande de una forma interesante en esta película que pierde bastantes enteros en comparación a la primera pero sigue siendo  bastante entretenida y disfrutable. El ejército dorado es a Hellboy lo mismo que El mundo perdido es a la primera de Parque Jurásico. Y, ya que estoy voy a seguir con el símil porque viene bastante a cuento. Con los años a la franquicia de dinosaurios llegó la bastante terrible Parque Jurásico III. Hellboy (2019) es incluso peor. Esta película ya llegó a España con cierta polémica ya que se había censurado supuestamente por ser muy gore. Yo esto no lo entiendo pero ya hablaremos de ello, que hay mucho que tratar aquí. La película se retrotrae a la época del Rey Arturo (no me preguntéis por qué, yo estoy igual de pasmado) para contarnos la historia de una bruja y no se qué movidas, pero la bruja interpretada por Mila Jovovich prácticamente no va a aparecer hasta el final de la película. Yo en esta película veo tres problemas gravísimos que son la causa de que la película sea terriblemente mala. El primero es el menos grave pero uno que ya te saca la película: la banda sonora es terrible. A lo largo de los primeros minutos pasamos por todo tipo de canciones que van desde un remix de música clásica (como lo oís) a Psycho de Muse que ni tienen ningún tipo de hilo conductor ni consiguen que el espectador se meta en la película, más bien lo contrario. Da vergüenza ajena, la música parece la de un proyecto de una optativa de cine de unos chavales de 14 años y Marshall tampoco es que haya dirigido poco, precisamente. Por otro lado, aquí el amigo Neil coge el cariño con el que Del Toro trataba a sus protagonistas y lo tira a la basura. Los protagonistas aquí no tienen ningún atisbo de personalidad, no se enfrentan a ningún dilema de manera seria ni evolucionan hacia ningún lado ni se enfrentan a las consecuencias de sus actos ni piensan prácticamente. Esto podría no ser tan significativo si no fuese por que a la mitad de la película secuestran al padre adoptivo de Hellboy y se supone que tenemos que creernos que a Hellboy le importa muchísimo su padre y que es capaz de sacrificarse por él cuando todo lo que habíamos visto de ellos dos hasta ese momento son gritos y discrepancias en todo. A Hellboy esto ni siquiera le importa, ni piensa en ello. De repente, son uña y carne sin explicar absolutamente nada. Tampoco vale para absolutamente nada el personaje que interpreta el que hacía de Jin en Lost. La chica parecía la más interesante de los tres por muy poco pero todo se fue al cara*o cuando empezó a tener diálogos de niña de cinco años. Ahora sí, lo peor de la película es que es terriblemente decepcionante y anticlimática, hasta tal punto de que nada parece amenazante en absoluto, lo cual le quita la epicidad y el interés a la historia. Los malos de las películas de Del Toro eran gente muy poderosa, bastante imponente, con los que Hellboy se enfrentaba muchas veces a lo largo de las películas y que siempre volvían; parecían prácticamente invencibles hasta el final de las películas y siempre suponían una amenaza. En esta película, para que os hagáis una idea, los que más hacen sufrir a Hellboy, contra los que acabó peor parado, no son una criatura del averno, un bicho grande o un ser perteneciente a una raza que le otorgaba capacidades mejoradas de combate o ni siquiera alguien un humano con herramientas poderosas, son seres humanos normales y corrientes con un táser en forma de lanza (esto parece de los Monthy Pithon, pero en mal, fatal). Hay un momento en el que sale un ejército de criaturas que, si bien son pequeñas, podrían hacer algo. A la siguiente escena se van, para siempre sin explicación. En el flashback del protagonista humano masculino, crean una atmósfera tipo Predator que podría dar para que saliese una criatura interesante. APARECE UN JAGUAR NORMAL Y CORRIENTE EN UNA PELÍCULA DE HELLBOY. Pon criaturas creativas, intimidantes. Estás en una película de Hellboy y desde luego que no me valen unos gigantes típicos de mercadillo. Tampoco ayuda que el malo de la mayor parte de la película, que se la tiene jurada a Hellboy desde que hace años lo venció y consiguió que dejara de molestar a una bebé que resulta ser la chica protagonista con los años es EL J*DIDO JABALÍ DE LAS TORTUGAS NINJA (Bebop). Es que es igual, os juro que me encantaría estar mintiendo pero esto es la verdad. A ver, es grande (tampoco mucho) pero es que peleando es super torpe. Cuando el mayor villano de la película parece el alivio cómico no vamos bien (puede parecer que la película no se toma en serio a sí misma pero el problema es que sí lo hace; por momentos es seria pero yo personalmente no podía parar de reírme de la película, no con ella). Pero es que todavía no llegamos a la bruja artúrica de Jovovich. Bueno, a ver, tampoco es que esté tan mal pero es que en una película donde hace falta un villano que haga algo minímamente amenazante es terrible que este personaje solo intente convencer a Hellboy de que se una a los monstruos porque él es uno de ellos y bla bla bla. Esto ya se hizo en las películas de Del Toro y funcionaba porque lo que Hellboy pensaba de sí mismo, los complejos que tenía y cómo se relacionaba con los demás tenía mucho peso en esas cintas. Como aquí los rasgos de los personajes son totalmente secundarios, por no decir inexistentes, claro que no funciona. Es que además los escasos talentos interpretativos de Jovovich desde luego tampoco ayudan (tampoco es que ningún actor lo haga ni regular en esta película, ni lo intentan). He de hacer aquí una excepción y mencionar al único villano decente de la película que es Baba Yaga. La escena en su casa es la única en toda la película en que un personaje resulta intimidante, en la que hay unos visuales creativos y originales y en la que la película está a la altura de algo que no es bueno, pero sí mediocre. Luego, lo del tema de la censura yo es que no lo entiendo. Estoy bastante convencido de que he visto la versión sin censurar y lo más fuerte que sale es lo del monje del principio (único momento en el que el jabalí hace algo significativo e impactante) y lo de los demonios del final (una escena que no está mal, pero que tampoco es para tanto). ¿Y sólo por esto censuraron parte de la película? Bueno, a lo mejor es para que no que tengamos que ver esta absoluta nadería entera y nos ahorran parte de esta absurdez. Una cosa sí diré a su favor y es que, de los suspensos, es la única película con la que me lo he pasado bien. Riéndome de ella, eso sí,  de lo ridículo y absurdo de los personajes, las tramas y las situaciones. Eso sí, lo que no voy a consentir es que introduzca al final a Abe el homínido acuático, como queriendo introducir una secuela. No, no, NO, NO Y MIL VECES NO.

Nota: 4,2/10

X-Men: Dark Phoenix:

Hace ya algún tiempo se anunció la compra de Fox por parte de Disney y eso fue bastante grave, sobre todo por lo que significaría para franquicias más adultas como Predator o algunas más que Disney no se atrevería a seguir haciendo para fidelizar su público de todas las edades (en lugar de eso, lo que hace es sacar remakes live-action  de unas películas que ni eran tan viejas ni necesitaban ser revisitadas de ninguna manera que son absolutamente iguales y que, por tanto, no tienen ninguna razón de ser pero la gente va a verlas en masa. En fin, yo hay veces que a este mundo no lo comprendo). Otra gran pregunta es qué iba a pasar con todas las franquicias de superhéroes de la Marvel que explotaba la Fox como X-Men, Cuatro Fantásticos y Deadpool y cómo Disney en el ya bastante encorsetado UCM. Poco después de esta compra, se estrenó la que iba a ser la última película de X-Men por su cuenta, sin depender de los tejemanejes de Disney y el UCM. La última piedra de una franquicia de una franquicia que ha dado auténticos peliculones como X-Men 2, Primera Generación y Días del futuro pasado y otros filmes algo (bastante) peores como X-Men 3 o Apocalipsis. Esta tenía que ser una película especial que cerrase hábilmente una franquicia que, al fin y al cabo, empezó a hacer mainstream el cine de superhéroes allá por el año 2000. Y bueno, la película es que es pésima, la verdad. Vayamos por orden. Las primeras escenas donde se ven cómo es el pasado de Jean Grey y la misión de rescate en el espacio son interesantes y en las siguientes se explora un envés oscuro del profesor X que está bien descubrir. Ahora bien, a partir de ahí, todo va cuesta abajo y sin frenos. Aparece Jessica Chastain haciendo de un ¿villano arbóreo? muy raro que ni siquiera se explica ni se ve en su forma original. Jean Grey se convierte en una psicópata sin paliativos y el profesor X no se queda atrás. Cíclope no hace nada aparte de quedar en el sitio con la boca ligeramente abierta (el actor de Ready Player One no lo hizo muy bien allí, aquí tampoco). Aparece Magneto, que intenta sin éxito convencerla de que se una a él (Fassbender es el que mejor lo hace, con diferencia) pero no lo consigue y forma parte de una batalla a tres bandas entre los mutantes "buenos", los "malos" y Jessica Chastain y sus arbolitos. Es que además el equipo que escoge para luchar de la isla de refugiados esa (que no es una mala idea pero es que no es relevante para la película en absoluto) es sencillamente ridículo. Hay un tío (atención aquí) que tiene las mechas muy largas y pega a la gente con ellas. JAJAJAJAJAJJA. Ah, ¿que va en serio? Lo que hay que ver. El tío rana de X-Men la primera era algo ridículo pero esto ya me quedo sin palabras. Es que además el guion de esta película es un sinsentido gigantesco en el que los personajes cambian radicalmente de opinión a la contraria en cuestión de segundos sin razón aparente. Las escenas de acción, aparte de ser escasas y catastróficamente poco épicas o meramente significativas están grabadas de una manera horrible. Y si os andabáis preguntando dónde están el resto de X-Men algo más guays que los protagonistas que pueden hacer la película algo más entretenida. Pues bien, el bicho azul que se teletransporta con cola de diablo que salió en X-Men 2 y que es de mis X-Men favoritos, aprovecho para decir, sale al principio de la peli y no vuelve a salir hasta el final. A Mística [spoiler] la matan atravesándola con un tridente al principio de la película, una muerte bastante sangrienta para ser de esta saga pero es que encima matan posiblemente a uno de los personajes más poderosos de toda la saga (de lo de X-Women mejor ni hablo, tremenda chorrada) en un pispas. ¿Y Mercurio? Ya sabéis, el que corría mucho, el que tenía escenas muy chulas en las últimas pelis antes de esta. Bueno, pues protagoniza una escena bastante cutre al principio de la película, se cae (ATENCIÓN, SE CAE) Y NO VUELVE A SALIR. Esto es desesperante, de verdad. Lo único bueno de la película es la banda sonora de Hans Zimmer, que estaba a medio gas, o sea que imaginaos la magnitud del desastre. Es que además os habréis dado cuenta de otro gran problema de la película y es que rompe completamente la línea temporal de la saga OTRA J*DIDA VEZ. La última vez que esto pasó con X-Men 3 y quisieron cambiar lo que había pasado al final de la misma tuvieron que remover Roma con Santiago e inventarse una escena post-créditos absolutamente imposible en la segunda película de Lobezno para poder llegar a hacer posiblemente una de las mejores películas de toda la saga (por mucho que fuese un spin-off) como fue Logan. Bueno, el por qué la película vuelve a destruir la línea temporal es sencillamente que Simon Kinberg, el director y el guionista de esta película fue el guionista de X-Men 3 y Apocalipsis. Ahora todo cuadra. Bueno, todo no porque Kinberg también guionizó Días del futuro pasado, que es de hecho una muy buena película. La verdad es que no lo sé explicar. ¿Cuestión de suerte?

Nota: 4,3/10


Aprobados: Pues eso, películas que tienen alguna parte salvable pero que no volveré a ver para nada ni recomendaría.

Capitana Marvel:

Bueno, no es ningún secreto que en los últimos cuatro o cinco años muchos grandes blockbusters han sido protagonizados por mujeres o han contado con un peso importante de personajes femeninos en el reparto. Inicialmente, no tengo ningún problema con esto y es cierto que en películas pertenecientes a ciertos géneros las mujeres tenían una importancia más bien ínfima. En años anteriores realmente disfruté con películas de superhéroes y similares en las que mujeres tenían un papel fundamental como Wonder Woman, Ant-Man y la Avispa (creo que soy prácticamente el único al que le gustó esta película, pero para gustos colores) o Tomb Raider (2018). El gran problema con esto es que ahora hacer películas con personajes femeninos protagonistas está de moda y cualquier iluminado o iluminada que no tenga ni idea de cine puede llegar y hacer una película infumable con un presupuesto millonario. A veces se hace justicia y nadie va a ver dicha película como pasó con el reboot femenino de las Cazafantasmas o con el más reciente reboot de Los ángeles de Charlie, de los cuales no voy a hacer mucha sangre tampoco porque reconozco que no he visto ninguno de los dos. Ahora bien, con esta película que Disney muy hábilmente estrenó el 8 de marzo (otra cosa no, pero la Disney es experta en sacar los cuartos a la gente) han ganado una millonada, un poco lo que pasó con Black Panther pero sin la persoanalidad y los grandes personajes de esta. Y, bueno, a ver la película nefasta tampoco es. Es una nadería insignificante que se nota que hicieron tan solo para seguir construyendo los cimientos y el hype por Vengadores: Endgame (ya veremos después que, para lo que sale en esta película se lo podían haber ahorrado pero bueno). Brie Larson actoralmente ya me chirrió en la para mí pésima Kong: Isla Calavera y aquí sigue sin parecerme convencente, en parte por culpa de lo frustrantemente plano y poco interesante que resulta su personaje. La idea de cómo consiguió sus poderes es interesante y reconozco que las escenas en las que sale la señora mayor de cuyo nombre no me acuerdo son de las mejores de la película pero el resto de la misma es tan anticlimático y poco interesante que lastra todo lo bueno que esta pueda tener. La parte en las que la prota llega a la Tierra en los noventas está entretenida pero esto es también parte del problema. Resulta que dada la naturaleza extraterrestre de los personajes puede dar lugar a una exploración de la sección interestelar del UCM que hasta ahora sólo había sido explorada en las dos películas de Guardianes de la Galaxia y algo por encima en Vengadores: Infinity War y esa oportunidad la desaprovechan flagrantemente. La idea que plantea la película de una invasión invisible de una raza extraterrestre que se puede camuflar para ¿conquistar? la Tierra es una idea clásica de la ciencia ficción pero podría funcionar como una especie de película de espías post-Guerra Fría. Pero esto no es lo que pasa en la película. En concreto, skrulls hasta más bien el final de la misma se ven pocos y al final todo acaba en la misma idea que Avatar de que los supuestos malos son un pueblo indefenso que están destruyendo y que consiguen ganar con la ayuda del prota que se da cuenta de la bondad que hay en ellos. Desde el éxito de esa película en 2009, muchas repiten la misma idea y esta es que lo clava al dedillo. Luego es que la película se centra mucho en la mejor amiga de Carol antes del incidente que le borró la memoria y su hija y a mi me parece bien que refleje mujeres piloto y militares que no se ven mucho y cómo la amiga de Carol cuida a su hija ella sola; bien por ellas; pero es que esta parte es interesante solo a medias y la película daba para más que esto, qué queréis que os diga. No rema a favor el hecho de que el personaje de que Maria sea un personaje más interesante que los dos protagonistas juntos (lo que desaprovechan aquí a Nick Furia es casi indignante) También esta película retorna un arquetipo de personaje que creía muerto y eso sería el villano muy ridículo y poco intimidante muy sobreactuado por parte de Jude Law que creí que no volvería a presenciar después de la peli del Rey Arturo de Guy Ritchie. En serio, es que lo poco amenazante que resulta el villano de la película también evidencia otros tres problemas serios de la cinta. Por un lado, que para lo poderoso que es el personaje en teoría (recordemos que tendría unos poderes que no tendrían nada que envidiarle al mismísimo Thor), en esta película la Capitana hace más bien poco (a ver, que entiendo que hace falta fuerza mental para salir de esa dimensión donde vive la señora mayor que dije antes pero, más allá de esto, las batallas en el mundo real son un compendio de Deus Ex Machina y cosas que sospecho que Hulk, si volase, podría hacer sin mayor problema). Como ya mencioné, las escenas de acción son genéricas, muy poco imaginativas y muy poco emocionantes para una película de Marvel. Por último, decir que la parte final de la película es decepcionante como poco. Sale Ronan para hacer nada, la Capitana para unos misiles que muy intimidantes no son y poco más. Poco más me queda por decir: al gato lo metieron por alivio cómico y por justificar el parche de Furia (de nuevo decir que en esta película muy en serio no lo toman) y no funciona y los skrulls pueden dar algún momento divertido pero nada que justifique el dineral que te gastas en la entrada. Pues eso, una película que desaprovecha oportunidades por doquier, con unos personajes protagonistas que no dicen nada al espectador, una poco espectacularidad frustrante, unos actores que no convencen y con una cantidad tan grande de nimiedades y cosas que no aportan nada que ensombrece totalmente las pocas partes buenas de la película, hasta tal punto que me atrevería a decir que es totalmente innecesaria, sobre todo viendo lo poco que la Capitana aporta realmente a Vengadores: Endgame. No está entre las tres peores películas de Marvel para mí pero poco le falta. 

Nota: 5,5/10

Godzilla: Rey de los Monstruos:

Después de Kong: Isla Calavera y Godzilla del 2014, esta película sigue allanando el camino para una inminente cinta de Kong Contra Godzilla, que tristemente va a dirigir el repudiado director de Death Note de Netflix, Adam Wingard. Aún así, yo le daré una oportunidad a ver qué pasa, pero bueno vamos a lo que vamos. La predecesora de esta cinta del 2014 reconozco que me gustó moderadamente porque mantenía bastante bien la tensión y tenía una atmósfera oscura relativamente bien llevada pero es cierto que el dramón y las movidas de los personajes humanos eran un poco densos y lastraba un poco el ritmo de la película y es cierto que para muchos fans fue una decepción que Godzilla solo saliese los últimos 15 minutos. Pues bien, esta nueva película toma nota y hace que Godzilla salga bastante y haya acción a raudales. El principio de la película es interesante cuando la esposa y la hija de un científico que trabajaba para la empresa Monarch que se vio en Kong: Isla Calavera se enteran de en qué consiste la labor del hombre en cuestión cuando acaban causando tremendo pifostio cuando liberan a una criatura gigante (un kaiju) que destruye totalmente el laboratorio aislado cerca del cual vivían; cosa que no va a mayores porque la mujer (que es también científica, a todo esto) usa una recién descubierta frecuencia alfa que calma a los monstruos gigantes para evitar que la situación con monstruos similares a Godzilla se descontrole. El resto del argumento de la película no tiene mucho tampoco. Estas dos son secuestradas por un señor que quiere liberar a todos los titanes gigantes estos para que recuperen el equilibrio en una tierra destruida por los humanos (sí, el mensaje de la película es ecologista) y la mujer, de hecho, acepta viendo que, efectivamente, esto puede ser mejor para el planeta. Sin embargo, su ya expareja no está de acuerdo con esto y pretende no necesariamente matar a los titanes sino sencillamente tenerlos encerrados y controlados para que no causen caos allá donde vayan. Esta decisión está sesgada por el hecho de que perdieron (él y su mujer) a su hijo en el desastre provocado por Godzilla en la película anterior y es algo que él todavía no ha superado. A partir de aquí, sencillamente los terroristas aliados con la exesposa y la hija de este hombre liberarán a un monstruo eléctrico muy grande y poderoso llamado Giddhora que estaba congelado en el Ártico y que parece que es capaz de vencer a Godzilla, que aparece después de cinco años, en un combate que tienen. El caso es que Giddhora actúa como una especie de macho alfa de los titanes estos y despierta de una manera rara a mogollón de titanes por todo el mundo a los que Godzilla se irá enfrentando para recuperar la normalidad en la Tierra y convertirse así en el rey de los monstruos destronando al dragón con varias cabezas que parece ocupar ese puesto una vez liberado. El argumento es una mezcla rara entre Jurassic World: El reino caído y Black Panther con monstruos gigantes y es tan forzado que parece. Realmente, es una excusa para que monstruos gigantes se peguen de h*stias en el que los personajes humanos circulan sin pena ni gloria, cambiando de parecer a cada rato  (algunos de hecho parecen directamente una parodia como el asiático fanboy de Godzilla que reconozco que es gracioso pero el personaje es absolutamente ridículo) y esperando desesperadamente que Godzilla les salve el chiringuito. Y, bueno, es cierto que los personajes humanos son absolutamente insignificantes, pero las partes de la peli en las que los monstruos se pegan son una pasada y eso es lo que salva a la película. Los monstruos están bien diseñados, se ven bien y las peleas entre ellos son espectaculares y geniales, manteniendo al espectador enganchado. Todas las peleas son emocionantes y épicas hasta el infinito. Realmente, todo depende de si el espectador está de acuerdo en que construyan una película bastante poco competente con unos personajes muy pocos interesantes con tal de conectar unas escenas de acción espectaculares con unos bichos alucinantes. Realmente, es una superioridad apabullante de la forma sobre el contenido, como un espectacular castillo medieval que por dentro está totalmente vacío. Es decisión de cada uno si prefiere quedar alucinado por las vistas exteriores o decepcionado por las interiores. Yo creo que estoy un poco en el medio.

Nota: 6/10

Men in Black: International:

Después de arruinar una de las mejores películas de ciencia ficción de los noventa como es Men in Black con su bastante mala continuación Men in Black II y acabar esta rara y frustrante trilogía con una bastante polémica Men in Black III (yo reconozco que tengo una especial debilidad por ella; sin ser algo espectacular considero que es una película de acción muy entretenida si bien hay bastantes tonterías por el medio), llega este spin-off que pretende ilustrar la labor de los Hombres de Negro a este lado del charco y, cómo no, meter mujeres en papeles importantes dirigido por el que se encargó de la última entrega de Fast and Furious y protagonizado por Chris Hemsworth y Tessa Thompson, después de verlos protagonizar la muy divertida Thor: Ragnarok. Esta película no es muy buena, precisamente, pero para mí es lo que se podría esperar de su director: razonablemente entretenida. El argumento no tiene mucha chicha, los personajes por momentos son absolutamente desesperantes, hay muchos deus ex machina, el diseño visual de los alienígenas tampoco se puede decir que sea impresionante, la banda sonora pierde muchos enteros después del espectacular trabajo de Danny Elfman en las películas anteriores, vuelve a la idea de Avatar de que los malos en verdad son criaturas indefensas que actúan en defensa propia, el final es una locura y todavía no sé si para bien o para mal... Por lo menos, han conseguido dos cosas. Por un lado, sorprender ligeramente al espectador enseñando que el actor que hizo de malo en Jurassic World: El reino caído aquí no interpreta al traidor aquí, cosa que algo se agradece ([spoiler] la verdad es que el tener a Liam Neeson como malo no sé si hace a la película más graciosa o más ridícula). Por otro, que la película sea entretenida y se deje ver. No es algo que justifique el tener una secuela, ni siquiera que yo la vuelva a ver, pero se nota la mano del director con las persecuciones en vehículos y las escenas de acción en general que no están mal. Resumiendo. ¿Innecesaria? Sí. ¿Divertida? Lo suficiente. Tuvo la suerte de estrenarse en verano, que es un periodo en el que los espectadores rebajan bastante las expectativas. Bueno, será algo mala, pero tampoco una cosa que ofenda a las originales ni nada por el estilo. Una película a la que le hubiese venido bien unos actores con algo más de carisma y un elemento visual mucho más fuerte e interesante, que fue lo que hizo que la saga triunfase, pero que supongo que es correcta, mediocre, con sus más y sus menos.

Nota: 6,1/10

Bueno, esto es todo por hoy. Tengo que subir la segunda parte de este artículo y hacer artículos individuales para bastantes películas, viendo que este año ya aviso que no va a haber especial de premios como en otros (la verdad es que no he podido ver casi ninguna de las películas nominadas en ambos certámenes, pero las pocas que he visto les haré un artículo individual). Tengo muchas ideas pensadas después de este parón tan grande, pero la verdad es que no puedo prometer que las vaya a subir pronto, porque este año y tiene pinta de que el que viene también tiene las circunstancias y los problemas que tiene y está haciendo que todos cambiemos nuestro modo de vida de una manera muy brusca. De momento me quedo con que después de tanto tiempo he disfrutado mucho volver a retomar la actividad en este blog y sigo con más ganas que nunca. Hasta la próxima vez, que espero que sea muy pronto.

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